Cap. 55: OTRARicardo llamó al detective:—Necesito que se vaya A Aguarda de nuevo, es la misma mujer que quiero que me la siga vigilando, ahora mismo salga para allá y se queda allí apostado. Debe seguir con el trabajito que le asigné.—Seguro, ya salgo para allá de nuevo.Ricardo encendió el vehículo y salió a gran velocidad del hospital. Iba llegando a su casa cuando recibió una llamada de Guzmán.—Jefe… La vida es una mierda…Ricardo se sorprendió al oírle-—¿Guzmán, hermano ¿Qué pasó?—Jefe, mi hembrita no es mi hembrita. Tiene su hombre, ya… Ella misma lo escogió. Me lo dijo su padre. Me engañó.—¿Dónde coño estás?—Estoy en el infierno. El viejo Arruti me dio dos patadas y me mandó al infierno, Jajaja ¡Ay!—Estás borracho, dime ¡dónde coño estás! Ricardo dio la vuelta en U y se fue a gran velocidad con el GPS. En unos 20 minutos llegó al bar donde estaba Guzmán.Tenía una botella de Whisky vacía y la otra a medias. Ricardo pidió un vaso y se sirvió un trago, lo saboreó
Cap. 56: CONOCIDOSRicardo levantó la vista al oír el sonido de una cámara. Un hombre que tenía el celular en sus manos, conversaba con otro, mientras simulaba ver algo en él, pero realmente estaba tomando fotos a la mesa de Ricardo. Este se levantó y le quitó el teléfono de la mano y lo tiró al piso dándole un fuerte pisotón.Luego le preguntó:—¿Por qué nos tomabas fotos?—Señor, ¿qué le pasa? Yo sólo estaba viendo las fotos de mi novia en bikini.—Bueno —Ricardo resoplaba—, entonces disculpa, yo te repondré el teléfono para que le tomes nuevas fotos a tu novia mañana en la playa.Ricardo sacó dinero de su bolsillo y se lo puso al hombre en la mesa. Este, recogió los billetes y salió maldiciendo. Ricardo Levantó a Guzmán y se lo llevó hasta el auto.« ¡Maldita sea! Estoy paranoico con toda esta vaina de Eneida, ya desconfío hasta de mi sombra »Ricardo subió a Guzmán hasta una habitación de huésped en su casa y se fue a dormir. Sólo que fue muy poco lo que durmió. No sacaba de su
Cap. 57: TELÉFONOS—Ricardo ¿Cuándo llegaste? — le preguntó Isabel quitándole el teléfono a Brizna que veía las fotos. Ricardo se percató del gesto de Isabel y entonces sacudió la cabeza.—Espera, ¿qué veías, Brizna? —Ella miró a Isabel y sin más lo soltó.—Fotos que le pasaron a Isabel anoche a su celular ¿Dónde está Guzmán? ¿Por qué él también esta fotografiado allí con una linda chica a su lado anoche?Ricardo cerró los ojos y apretó los puños.—¡Maldita sea! Lo sabía, el desgraciado estaba tomándonos fotos —. Levantó la mirada a Isabel. Y sacó su teléfono —Esto también me llegó a mi ayer, permíteme ver si es del mismo número.Isabel abrió sus ojos desmesuradamente y le entregó el celular, iba viendo junto con él todas las fotos de ella con Alberto, y todo lo que le habían pasado a él también. —¡Sí! —exclamó Isabel al ver el mismo número en su pantalla, mientras Ricardo leí el mensaje que ella envió de retorno… Ella apresurada le quitó el teléfono…—Déjame que ponga a mi gente
Cap. 58: ERES MALARicardo alzó a Ricardito que lo miraba con lágrimas en sus ojos, sintió cuán grande era el amor de sus hijos para él y de él mismo para ellos.—Vayan arreglando todo que los pasó a buscar más tarde —Su voz ronca y quebrada.—Bien está, papi, nosotros ir a ver queremos a los yayos, También enfermo estaba, el yayo Marcos nosotros nos vinimos, ¿y bien está él?—Sí, hijo está muy bien. Gracias.Ricardo bajó a Ricardito y se dio la vuelta para que Isabel no le notara el temblor en la voz y sus ojos tristes.—Nos vemos más tarde —dijo sin volverse.Brizna lo vio bajar y se lo señaló a Guzmán, este la tomó de la mano y lo alcanzaron.—Imagino cómo está el viejo hoy… Matando y comiendo del muerto. Su Universo mismo se le sublevó.—¡Pobrecito!!! El cascarrabias Del Hoyo se multiplicó —los tres rieron.—Vámonos Guzmán tenemos que visitar a alguien.Ricardo tomó rumbo al centro del pueblo, sin esperar más nada buscó la dirección de la constructora Nueva Era…Al llegar entre
Cap. 59: LA CALMAMara había sido traída de vuelta a casa hacía una semana, una joven robusta y cachetona es la encargada de hacerle las terapias, y estará con ella en la casa, también tres enfermeras, en turnos, cuidarán de ella. Progresaba cada vez más en su rehabilitación.Mara pidió que la dejaran en una habitación de la planta baja, ya que las habitaciones del servicio estaban detrás de la cocina, así ella estaría más cerca si necesitaba algo.Esa mañana transcurría normal. Los niños fueron llevados al colegio por el chofer y los hombres de seguridad y su niñera.Para Mara todo estaba en calma pero…Ricardo recibió una llamada del colegio de los niños, la directora le pidió que fuese inmediatamente. Dejó a Mara con la enfermera de turno, le dio órdenes de no dejarla sola.—Mamá, voy a revisar unos pendientes, pero estaré de vuelta antes del mediodía.Sofía se preparó para salir, pero antes fue a la saludar a Mara, como hacía todos los días… Entró en la habitación.—Qué bueno q
Cap. 60: UN DIBUJO Ricardo llega al colegio donde están sus niños, la directora le hace pasar.—Señor del Hoyo, siga adelante, por favor y gracias por venir con la premura que se le solicitó.—No se preocupe, son mis hijos y si me llamaron así es que algo grave ha pasado.—Bueno, en realidad, sus hijos son un vivo ejemplo de que han sido bien dirigidos desde muy niños, su capacidad de interactuar con sus compañeros, profesores, personal de la institución y fuera de ella, es realmente impecable. De su rendimiento académico puedo decir que son excelentes…—Con todo eso sobre la mesa, dígame usted… ¿Entonces de que se trata es cita? —Era evidente que no entendía, si todo lo que es necesario estaba bien… Entonces ¿Que lo llevó a estar allí?En ese momento la puerta sonó y la secretaría al oír “adelante” abrió para dejar pasar a los padres de la niña.Ricardo se levantó para saludar.—Buenos días, ¿Cómo estás Manuel? Señora Aldana —se dieron apretón de manos.Después de sentarse la
Cap. 61: BUSCADO Ricardo llega a la mansión Del Hoyo y se encuentra que se han llevado a su mamá de nuevo a la clínica. Va a la cocina. —Blanca, ¿Qué fue lo que ocurrió con mi madre? —¡Ay! Ella amaneció bien cuando llegó el señor Marcos estaba demasiado inquieta, incontenible… —Y las cocineras le están cumpliendo su dieta, ¿no es así? —Sí, las cocineras lo hacen ceñidas a la recomendación médica, ellas están bien instruidas con eso. —Bueno eso me tranquiliza, voy a darme una ducha para irme a la clínica. —Mire, señor Ricardo, la fisioterapeuta lo está esperando, quiere hablar con usted, está en el jardín trasero. Ricardo frunció el ceño —: Debe ser para irse a su casa, ya que Mara no está. Gracias, Blanca. —Buenas tardes —saludó a la joven, que con vocecita chillona le contestó. —Buenas tardes, lo estaba esperando. —Dígame para que soy bueno. —Es que yo quiero irme a la clínica, ya que la señora Mara va a estar es allá, el Dr. me dijo que siguiera haciéndoselas allá por
Cap. 62: CAPTURA La enfermera de Mara entra en la habitación, estaba consultando con el médico sobre el tratamiento… Se acerca a ella.—¡Mara! ¿Cómo te sientes? Mira, estás despertando, el doctor dice… —Mara le abre los ojos y vuelve la mirada a su hija que esta cabizbaja con los ojos cerrados, la enfermera entiende su mirada —… Que hay que mantenerte dormida, porque tienes que descansar mucho para recuperarte.Ella le aprieta la mano a la enfermera y entonces la misma asiente.Sale y vuelve sus ojos a Eneida que sigue como dormida… La enfermera sale, pero deja la puerta abierta… Se queda en el pasillo observando adentro y ve como lanzan la puerta y se cierra totalmente.Enseguida se acerca y al tomar la manilla está cerrada con seguro, la toca con fuerzas e insistentemente.Eneida le abre.—¿Qué sucede? —le dice pestañando con insistencia, como si despertara en ese momento.—Disculpe, creo que la brisa me cerró la puerta y me preocupé, es que ella no puede estar sola.—No está so