Bianca se quedó viendo al chico, sin poder ocultar su temor, su expresión no auguraba nada bueno, la maldad reflejada en su rostro era demasiado notoria, de manera involuntaria retrocedió, tratando de poner distancia entre ellos dos, iba a echar a correr, cuando él la tomó por el brazo agarrándola con fuerza y clavándole las uñas en la piel.
—¿A dónde crees que vas muchachita? —preguntó en tono burlesco.
La jovencita trataba de liberarse, sin embargo, mientras más intentos hacía, más fuerte la sostenía.
—¡Suéltame! ¡Aléjate de mí! No te me acerques —a pesar de intentar que sus palabras salieran con firmeza, su voz tembló un poco.
El muchacho hizo caso omiso de su petición, esta vez la tomó con fuerza de la muñeca y la arrastró hacia la parte trasera de la edific
La chica corrió como si cientos de demonios la persiguieran, sin dejar de reír a carcajadas por la travesura que acababa de hacer, la cola que cargaba en su cabello se soltó y este cayó en cascadas sobre sus hombros, la luz del sol se reflejaba sobre ellos haciéndolos más brillantes, sus mejillas sonrojadas y acaloradas le daban un aspecto travieso y seductor. Iba tan entretenida riéndose de su fechoría, cuando se llevó por delante el cuerpo de un hombre y cayó de bruces en el suelo aterrizando en la tierra, lastimándose los glúteos.—¡Idiota! ¿Acaso no ves por dónde caminas? —espetó el muchacho hecho una furia.Escuchar al hombre insultarla, agitó la furia en su interior, en ese momento agradecía estar disfrazada de Lía, porque al parecer cargar su ropa le daba una valentía que normalmente no ten&iac
Los esposos Esteban Ontiveros, luego del colegio de sus hijos terminaron yéndose a la casa de la infancia de Lía, entretanto Marcos decidió llamar a uno de sus guardaespaldas para que se llevara su auto a la mansión, mientras que él conducía el de su esposa.Apenas entraron a la casa, se desató la pasión de emociones entre ellos y como un día lo soñaron no hub0 ni un solo espacio de la casa donde la feliz pareja no se demostrara su amor, entre besos, caricias, abrazos, se entregaron a todas esas sensaciones que los llevaba al límite más alto del placer una y otra vez.Marcos cargó a Lía, la llevó de nuevo a la cama de la habitación principal sin dejar de abrazarla.—Amor, ¡Es increíble! Dos semanas en el paraíso con mi Eva personal —sonrió con picardía.—Y yo con mi Adán personal,
Doña Eugenia sintió una gran decepción en su interior, esperaba que su nuera negara lo que estaban diciendo sobre ella en las redes sociales, pero ahora la mujer confirmaba tranquilamente lo ocurrido como si se tratara de que estuviese hablando del clima, la rabia se agitó en su interior, respiró profundo para insuflar aire a sus pulmones, no podía creer que se hubiese equivocado con Lía, la miró a la cara, esperando ver su expresión sonriente, símbolo de estar bromeando, mas no era así, ella estaba muy seria. —¿Por qué? ¿Qué te hace falta? ¿Acaso mi hijo no te complace sexualment3? ¿Por qué debes buscar en la calle a otra persona, cuando tienes a mi hijo? Él es un hombre maravilloso… quizás déspota con todo menos contigo… porque te ama profundamente y es como un peluche cariñoso para ti que solo desea que lo mimes ¿Por qué me le haces esto? —interrogó la mujer con una mezcla de tristeza y de irritación. Lía iba a empezar a hablar, no obstante, Marcos parado en el ar
Marco se pasó la mano por el rostro en un gesto de desesperación, estaba metido en tremendo lío sin haber hecho nada.—Señora, está equivocada, yo no besé a esta niña, fue ella quien lo hizo, me ha estado acosando durante dos días ¿Cómo puede usted castigarme cuando yo soy la víctima? ¿Cómo pretende encerrarme a cumplir una sanción con mi acosadora? —expuso molesto.—Eso podrás explicárselo al director del campamento. Ahora caminen todos, ustedes tres niñas y tú ponte el vestido y deja de ser tan exhibicionista.—¿Exhibicionista? Si la gente se viste y anda en traje de baño ¿Por qué yo no puedo andar en brasier y panti? —ante el silencio de la mujer agregó —Hágase de cuenta que ando en traje de baño.Cuando Marco vio a su hermana en ropa interior,
Marco no podía creer que Evan se hubiese atrevido a golpearlo, miró a Diego y una mirada de entendimiento se reflejó entre ellos, el joven dio un leve asentimiento de cabeza y como si estuvieran sincronizados se le fueron encima a Evan haciéndolo caer de platanazo de espaldas en el piso, pues el chico no se esperaba ese ataque.— ¡¿Qué diablos están haciendo?! —preguntó Evan un poco molesto.—Mi hermana es intocable, Evan Kyriakidis —declaró Marco rechinando los dientes con molestia—. Además, ya no eres persona grata en nuestra familia —mencionó con firmeza.—Sí, no eres bienvenido, porque Bianca sufrió mucho por ti, siendo tan pequeña lloraba porque tú la terminaste y rompiste no solo tu promesa, sino también su corazón ¡Eres un hombre sin palabra! Y ni locos te dejaremos que te acerques de
Todos miraron el lugar señalado por Marco, no supieron en qué momento el chico pudo haber descubierto esa salida, eso solo los hizo pensar que el chico tenía una mente muy aguda.—¿Cuál es el plan? —interrogó Evan.—Dos de nosotros y una de las chicas, escaparemos por este ducto, dejaremos varios regalos a la instructora y a su hija, tengo entendido que a primera hora de la mañana hay una conferencia con todos los alumnos en el auditorio del campamento. Justo allí al momento de su exposición, le daremos el regalo más importante.» Aunque previamente, dejaremos ciertos invasores en su habitación y en la litera de su hija ¿Qué les parece?—¡Genial! Y ya que es tan moralista deberíamos darle una sorpresa que provoque rumores sobre ella —habló Evans con una pizca de travesura en sus ojos.&
La profesora Conrado, salió de ese auditorio hecha una fiera, sin importarle cómo desde su cabeza se destilaba el barro, gusanos y desperdicios por todo su cuerpo, mientras era señalada y burlada por los estudiantes, no podía soportar semejante humillación, por lo cual su odio se fue propagando en su interior como un peligroso veneno. —¡Ya cállense infelices! Si no lo hacen voy a agarrar las lombrices y se las meteré en la boca para callarlos por las malas, si no quieren hacerlo por las buenas —espetó furiosa. La amenaza surtió efecto y enseguida las risas cesaron, y un tenso silencio se apoderó del lugar. Ella caminó por el pasillo, hasta llegar al aula de castigo dónde había dejado encerrado a los Estebans, al abrir la puerta los encontró acostados en las colchonetas, Marco tenía abrazada a Bianca y del otro lado estaba Evan, mientras Diego abrazaba a Lía y Zeus estaba acostado al otro extremo, en cuanto a Amadeus y a la chica que estuvo con Diego est
Cuando los chicos escucharon el tono de miedo en la voz de Evan empezaron a gritarle a la instructora.—¡Deténgase ahora mismo! Porque no respondo de mis actos —mencionó Marco. No obstante, la mujer estaba tan cegada por el enojo que hizo caso omiso de las palabras del joven.—Seguro está fingiendo, yo no volveré a caer en los juegos de unos diablillos que se creen más inteligencia a los demás —señaló riéndose hasta que Lía corrió hacia ella y utilizando su fuerza la derribó en el piso.En ese momento Marco tomó la manguera, pidió a su hermana apartarse y colocó el chorro de líquido a la mujer en el rostro haciéndola tragar agua y toser como loca, mientras ella le pedía detenerse.—Sí, me detendré tanto como lo hiciste tú cuando atacaste a mi hermana —