Narra Kiara

Llegué contenta a casa, entre cantando fui a la cocina tomé un emparedado que estaba en la nevera me lo comí con un jugo y subí a mi habitación, antes de abrir la puerta me llego a mis oídos unos murmullos y risas, entre aprisa cerré la puerta con seguro y atisbe en silencio por el agujero para ver la habitación de mi padre y vi a la hermosa mulata disfrazada de perra y mi papá con mi tío desnudos, pero con unas cadenas alrededor de sus pechos cada uno tenía en sus manos una fusta, murmuré muy bajito muy emocionada.

—Uaay un trío… esto si no me lo pierdo, pero esa menuda mujer ¿podrá aguantar a los dos? Ellos son muy grandes y ambos tiene unas pollas muy grandes y gruesas

Comenzó el espectáculo en la otra habitación, Rosario caminaba en cuatro patas recibiendo de cada uno de ellos unos golpecitos con la fusta, con ese juguetito se lo pasaban por la espalda y por las nalgas y ella gemía de placer, mientras los dos machos se acariciaban la polla con su mano libre.

Como la