NARRADORAlexander puso su mano en forma de puño en su mentón, sus ojos miraban al vacío, trataba de recordar por qué movía sus párpados, sus labios entreabiertos. Fueron varios minutos inquietantes, todo observado por su esposo, que no perdía de vista ninguno de sus movimientos. Murmuraba algo inentendible hasta que fijó los ojos en su esposo y habló dudoso—¿E...? ¿Estás seguro, Danko? Yo... no recuerdo nadaEl ruso le aseguró con tristeza—Es cierto. Además, hay videos de la cámara de seguridad. Tú mandaste al guardia a devolverme el celular, en ese momento en que ese hombre subió al ascensor y se cerraron las puertas, ehm. Un hombre te puso un arma por la espalda y te dijo algo que te puso nervioso. Se ve que te meten en un auto y se van del estacionamiento.El rostro impávido de Alexander se tornaba a desconcertado, caminaba unos pasos de un lado a otro, a veces se quedaba quieto, cerrando sus ojos, hasta que decía.—¿Qué me pasa que no recuerdo nada de eso?Danko lleno de tristez
NARRA MIJAÍLVer a mi primo sufrir es lo que más me molesta. Nos libramos de dos malditos que hicieron mucho daño a su esposo y a su yerno. Sin embargo, han quedado secuelas. Salí en búsqueda de un amigo que es psiquiatra, es especializado en estos casos, usa el hipnotismo, ha tenido buenos logros en su campo. Ojalá estuviera en el país, porque alguien me informó que había salido, pero que no estaba muy seguroCon gran esperanza llegué a su centro psiquiátrico. Al entrar, me encontré con su recepcionista, una bella mujer que alguna vez la tuve en mis brazos. Al verme me reconoció y no me dejo ni siquiera saludar cuando su cuerpo choco con el mío y su boca cuál sanguijuela se pegó a mis labios para comerme con un beso delicioso y yo que soy un hombre muy tranquilo (sarcasmo) la bese con locura. Lo bueno de todo esto es que en ese momento nadie se encontraba ahíTerminé con el beso sin ganas de hacerlo; sin embargo, yo venía por mi primo y el problema con su esposo. La miré con una leve
NARRA DANKODesperté con ganas de orinar, escuché la respiración de Alexander vire mi cabeza para verlo, se había movido y me tenía abrazado de cucharita, me solté de Él muy despacio moviendo su brazo con lentitud. Me senté al filo de la cama con un poco de dificultad debido a mis dolores en mi cuerpo. Ahora me lo pensaba dos veces para levantarme porque sabía que mi esfuerzo me iba a doler a los remil diablos. Me erguí de la cama para ponerme de pie y sin mentir sendas lágrimas bajaron por mis mejillas, lo que mi esposo me empujo revivió los intensos dolores corporales.A duras penas pude caminar hasta el baño, entrar y orinar mientras me sostenía de la pared, me lave las manos y fui saliendo con un dolor muy fuerte en mis extremidades, casi al llegar a la cama tropecé con la alfombra y caí estrepitosamente, solté un grito de ese dolor que sentí al caer que me quede ahí sin moverme. A los minutos la puerta se abrió dejándome ver a Mijaíl con un hombre de bata blancaA toda prisa ambo
NARRADOR En uno de los autos se llevaron a Alexander a la clínica psiquiátrica de Dimitri. En el camino el doctor daba instrucciones por el celular para recibir al paciente. Cuando entraron a la habitación privada designada para Alexander, Mijaíl lo cargaba y lo dejo encima de la cama entonces Dimitri le pidió a Danko que le cambie la ropa con la vestimenta más holgada. Al abrir el closet había muchas prendas iguales, en los cajones habían bóxer, medias y camisetas suaves de algodón, pantalones igualmente de algodón. Danko con todo amor lo desvistió para cambiarle de ropa. Al terminar dejo un cálido beso en los labios de su esposo, esto visto por Mijaíl y Dimitri. Los tres fueron al consultorio del psiquiatra. Ahí dentro el galeno hablo con los dos primos explicando el tratamiento para Alexander, debía tener muchas conversaciones para descubrir el punto de quiebre del paciente. Danko salto del sofá para decir preocupado. —Oiga doctor, Alexander sufre de claustrofobia y no quisiera
SIGUE NARRADOR Kiara al escuchar a su padre se adelantó para recibirlo y llevarlo al jardín donde se encontraba Serena sentada en un banco de mármol. En el camino le pregunto. —Papá, veo que caminas muy bien ¿qué paso con tus dolores? Su padre respondió con sutileza. —La inyección que me coloco el doctor dura mucho tiempo, aunque siento cierta molestia, pero, puedo aguantar. Su hija esbozo una linda sonrisa y antes de ingresar al jardín le dio un fuerte abrazo diciendo. —Te quiero papá. Serena te está esperando en la banca. Danko agradeció y comenzó a caminar hacia allá. Al llegar la encontró revisando el celular, como estaba detrás de ella tuvo acceso a ver lo que estaba revisando, ahí estaban algunas fotos de ella con Sebastián. Suspiro largo y dio vuelta a la banca para quedar frente a ella. Al notarlo que estaba parado ahí le brindo una hermosa sonrisa y saludo. —Danko, se te ve bien creí que... quizá estabas con molestias o dolores en tu cuerpo, por lo del accidente. Dank
SIGUE NARRADOREn la casa de Sebastián sus perros labradores correteaban por doquier felices con su amo amoroso. Los llamo a la cocina para darles sus alimentos, los dejo comiendo y subió a su habitación para alistarse, pues iba a visitar al exesposo de su amor. Dio un último vistazo al espejo que reflejaba su semblante, su atractivo. Levanto ambos pulgares y soltó un "listo".Salió de la habitación muy alegre, bajo las escaleras y salió dejando su casa muy segura, porque sus canes estaban entrenados, quien quisiera entrar se llevaría una dolorosa sorpresa, pies sus perros eran muy silenciosos y te dabas cuenta muy tarde que había perros en casa. Subió en su auto, lo encendió y comenzó a manejar, iba disfrutando el paisaje, puesto que la dirección que le había proporcionado Serena era en un sitio muy lujoso y muy lejos.Casi una hora demoro en llegar, al llegar a los portones atisbaba con admiración la inmensa mansión de Danko. Fue recibido por los guardias, Carl pregunto el motivo de
SIGUE NARRADORKiara y Serena salieron de la habitación dejando a ambos hombres ahí dentro. Sebastián fue el primero en hablar mientras caminaba de un lado a otro—¿Alguna vez ha pensado en lo que siente la otra persona? O ¿solamente le interesa lo que usted siente?Danko simplemente lo observaba y escuchaba sin demostrar reacción alguna. Sebastián continuo hablando con voz fuerte—Cuando vi cómo dejaba a Serena abandonada en mi consultorio sin decirle el porqué se iba, al principio me extrañó un poco, pero después comencé a notar lo que realmente estaba pasando. (miro a Danko a los ojos) ¡Ella no le importaba! ¡Ella no existía para usted!El médico alzo las manos hacia arriba para recalcar—Ver su rostro de decepción, de dolor, ver cómo sus lágrimas rodaban por sus mejillas. Todo eso me estaba molestando, usted estaba destrozando el corazón de una mujer enamorada ¡Maldición! Daba golpes de indiferencia a diestra y siniestra precisamente a la mujer que lo amaba sin condiciones, sin pr
NARRA DANKOLa bromita que planeé me salió bien al principio, pero, después pague el precio. Comencé a sentir ese maldito dolor y para mi desgracia justamente la persona a quien le hice la broma fue quien alivio mi dolor. Lo que sucedió después cuando quedamos solos, Él me reclamó con justa razón y yo, no pude excusarme porque todo lo que decía era cierto. Lo miraba que estaba enojado y me dijo que tenía ganas de golpearme, sin embargo, al final, le pedí disculpas y le pedí que amara a Serena y la cuidara, cosas que yo no hiceQuedamos en buenos términos, le di la bienvenida a mi familia, bajamos y se me ocurrió molestarlo de nuevo, mi hija y Serena me reclamaron y yo solamente me reí. Lo que no me esperaba es ver a mi hija poner su semblante de dolor, me asuste y el doctor la examino y soltó la noticia de que estaba en labor de parto y yo me quede como una estatuaReaccioné cuando dijo que ya venia la ambulancia, vi cuando los paramédicos se llevaron a Kiara, Sebastián la acompaño y