NARRA SERENAEl silencio reinaba al otro lado de mi llamada a Sebastián, se tardaba mucho en responderme, solamente escuchaba su tenue respiración, tuve que volver a hablarSebastián, amor, ¿me escuchaste?Oh, yo... sí te escuchéEs que... no sé, esa familia es muy raraLo sé, cuando los conocíAl principio me sorprendí, sin embargo,Con el tiempo aprendí a conocerlosSon buenas personasSabes, Sebastián, creo quedebería darte más tiempopara que lo piensesN... no, espera, yo te amo yAceptaré cualquier cosa que me pidasGracias por comprenderme, amorSerena, quisiera estar ahora a tu ladoPara besarte, amarte, tocarteMañana te espero amor para almorzar juntosBien amor, cuídate, duermeDormiré y soñaré que estoy junto a tiCerré la llamada y me quedé ahí sentada en la mesa con mi cena servida, en ese momento estaba sola en casa de Kiara, habían salido los dos, los niños estaban en la parte de arriba jugando. Nicolás vino a ayudar, tiene un don para entretener a los niños, el hijo
NARRADORDespués de la conversación entre Reinhart y Alexander, el ambiente quedo un poco tenso. Danko desde la cama observaba a su esposo que estaba de espaldas, admirando su cuerpo, su porte, su galanura y su aroma le llegaba a la nariz. Sin embargo, todo se desvaneció de improviso al recordar las crueles palabras dichas por Alexander: "me das asco, lárgate de mi presencia, fuera" Esto seguido de su semblante furioso, sentía su desprecio a través de su rostro, a través de su mirada asesina. Prácticamente, estaba reviviendo esa cruel y dolorosa situación que fue tal la desesperación que gritó asustado—¡Noooo! No me alejes de tiEl grito desesperado de Danko hizo que Alexander se diera vuelta y lo viera que se removía en la cama como si estuviese siendo atacado por alguien, manoteaba el aire con gestos de defensa y gritaba lleno de miedo y desesperación. A toda prisa se acercó para ayudarlo diciendo palabras de amor mientras agarraba las manos de su esposo aterrado—Mi amor, por favo
SIGUE NARRADOR Alessa entro muy despacio debido a su vientre prominente, llevaba una linda sonrisa al ser testigo de la felicidad de su esposo. Kiara y Alessandro también entraron para ver felices a sus progenitores. Afuera habían quedado Reinhart y su esposo James sentados hablando entre ellos, tomados de las manos y el alemán le prometía nunca separarse, que siempre hablarían por cualquier percance. James recibió una llamada y al tomarla era su madre preguntando por la salud de Danko. Le informo lo que había sucedido, en ese preciso instante su esposo le aviso que iría al baño. James aprovechó para contarle a su madre todo lo que aconteció entre ellos dos, lo que fue testigo de la reunión entre Danko y Reinhart. Dalila le indicó que no dude de su esposo, que el hecho de haber aceptado que está obsesionado con Danko es ya un gran paso y que al aceptar a tratarse fe ese problema le está demostrando de que verdaderamente lo ama El joven médico aceptó los consejos de su madre y esbo
NARRA MIJAÍLPor Dios, que este par no tienen componte, no respetan ni siquiera el sitio en donde están. Cuando abrí la puerta de la habitación en donde se encontraba Danko vi a Alexander subiéndole el pantalón y después fue a besarlo, un beso de amor y a la vez muy candente. Me quede ahí parado observando hasta que dejaron de besarse y hable—A ver, ustedes son el colmo, ni siquiera al médico respetan, han comenzado a tener sexo frente a Él. Están en una clínica no en un hotelAlexander mencionó—No es para tanto Mijaíl, simplemente estaba dándole un poco de relajación a Danko. Además, es mi esposoMiré a mi primo que tenía una cara de satisfacción única con una sonrisa ladina. Resople un poco para decir—¿Y tú? feliz ¿verdad?Danko amplió su sonrisa para responder—Y cómo no estarlo primo, fue una mamada espectacular ¡estaba delicioso!Le reclame por el bien de salud, más no por envidia (aunque internamente la verdad, sí me dio envidia)—No debieron hacer eso, estás convaleciente de
NARRADOREn otra parte de la ciudad se encontraban Serena y Sebastián en la sala conversando cuando un barullo de voces infantiles se oyó, pasos pequeños retumbaban y las vocecitas hablando—Ay, no, deje mi Superman en la casa de mi abuelito—Yo sí traje todos mis muñecos—Yo me traje la consola para jugar videojuegosEn cambio, de la escalera se escucharon unos gritos infantiles llenos de alegría—Los primos—Vienen a jugar—Los tíos vinieronPor curiosidad salieron de la sala para ver y se encontraron con muchos niños abrazándose y hablando entre ellos liderados por la pareja de Danko hijo y Nicolás que pidieron—A ver todos, vámonos arriba a la habitación de los trillizos para que jueguen—Yo les voy a llevar botanas y chocolate calienteLos niños no miraron a nadie, simplemente corrieron hacia la parte de arriba a toda prisa gritando de felicidad. Serena y Sebastián se miraban alegres y ella soltó—Mi amor, cuando tengamos nuestros hijos, esta es la vida que quiero que disfruten,
NARRADOREl Ambiente en casa de Danko se encontraba tranquilo hasta que se oyó un grito como si alguien estuviese siendo atacado—¡Noooo! Por favor, no me toquen, ayudaaaaUna respiración caótica, un cuerpo tenso y tembloroso moviéndose en la cama como las olas del mar. Esos movimientos añadidos al intenso grito hizo despertar a su acompañante que lo vio que seguía dormido y que tenía una pesadilla. Lo abrazo con mucha fuerza a pesar de sentir todavía su cuerpo adolorido. Le hablo con voz suave y protectora—Aquí estoy contigo mi amor. Es solamente un sueño. Escuchame por favor, estoy aquí para protegerteParece que lo escucho porque de a poco fue dejando de temblar y de balbucear palabras de auxilio. Su respiración se fue calmando y comenzó a roncar muy leve como siempre lo había hechoSu esposo se quedó abrazándolo y sendas lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas mientras susurraba—Dios mío, creí que esto no pasaría nunca. Como lo vi tan tranquilo supuse que su mente había blo
NARRADORAl no estar Alexander presente, todos los participantes ingresaron a la habitación de Danko y cerraron la puerta con seguro, no sin antes dejar a dos guardias al pie de la escalera como campaneros. Mijaíl comenzó a hablar dando detalles de su plan para ayudar a Alexander. Alessa fue la primera en intervenir—Anoche, escuché gritar a mi esposo, nunca había tenido pesadillas, solamente cuando nuestro hijo murió en esa carrera de motos. Él amaba a su difunto hijo.Mijaíl habló después para revelar algo que nadie sabía—Yo vi las grabaciones que ese maldito desgraciado tenía de la permanencia de Alexander en esa celda (puso su semblante acongojado). Fue demasiado horrible verlo sufrir, se comportaba como loco, gritaba que lo perseguían, que se lo iban a comer. Además, dolía verlo tomar esa agua putrefacta por la sed que tenía y... empezó a raspar las paredes para tragar lo que salía: trozos de ladrilloMijaíl no soportó más y se le soltaron las lágrimas, sollozó un poco y se limpi
NARRADORAlexander puso su mano en forma de puño en su mentón, sus ojos miraban al vacío, trataba de recordar por qué movía sus párpados, sus labios entreabiertos. Fueron varios minutos inquietantes, todo observado por su esposo, que no perdía de vista ninguno de sus movimientos. Murmuraba algo inentendible hasta que fijó los ojos en su esposo y habló dudoso—¿E...? ¿Estás seguro, Danko? Yo... no recuerdo nadaEl ruso le aseguró con tristeza—Es cierto. Además, hay videos de la cámara de seguridad. Tú mandaste al guardia a devolverme el celular, en ese momento en que ese hombre subió al ascensor y se cerraron las puertas, ehm. Un hombre te puso un arma por la espalda y te dijo algo que te puso nervioso. Se ve que te meten en un auto y se van del estacionamiento.El rostro impávido de Alexander se tornaba a desconcertado, caminaba unos pasos de un lado a otro, a veces se quedaba quieto, cerrando sus ojos, hasta que decía.—¿Qué me pasa que no recuerdo nada de eso?Danko lleno de tristez