NARRADORLa persona que llamaba a Danko en el estacionamiento era Robert, que había llegado en su propio auto. Le pareció muy raro verlo con su semblante descompuesto, como si algo le atormentara. Se quedó ahí parado mirándolo hasta que desapareció de su vista. Estaba ansioso de saber sobre la situación de Alexander, así que se subió al ascensor, de ahí dentro tomo el celular y llamó a Danko, sin embargo, no contestaba, lo intento tres veces más y nada. Las puertas se abrieron y salió para ver si alguien estaba cerca y preguntar si sucedió algo.Miró hacia la sala de espera y vio a algunas personas conocidas. Aceleró el paso y estaba por preguntar algo, cuando Kiara le indagó—Robert, ¿viste a mi papá?Su rostro compungido y asustado hizo que se preocupara y contestó—Estaba estacionando mi auto, cuando lo vi salir del estacionamiento, lo llamé, pero parece que no me escuchó, lo noté muy raro, como si algo le molestaraAlessandro habló en forma nerviosa—Lo que pasó es que mi papá ya
NARRA ROBERTPara mí fue impresionante ver tanta sangre regada en el suelo y manchando la chaqueta de Danko. La voz de Alessandro me sacó de mis cavilaciones—Robert, mira, creo que son pisadas y parece que además hay huellas de pequeñas ruedas (lo dijo señalando hacia el suelo) Mira aquí se ve esas ruedas no tan profundas y más acá se las ve mucho más profundas, como si… como si llevaran un gran peso encimaAl ver bien esas huellas reconocí lo que era, ya que por mi profesión había visto muchas veces esas huellas de ruedas y exclamé—Son huellas de una camilla, por eso se ven que hay unas poco profundas y otras más profundasFije mi vista en Alessandro para hablar dubitativo mientras observa a los alrededores—Pero, ¿cómo llegaron esas huellas aquí? Que yo sepa por este lugar no vive nadieLas sirenas de las patrullas se escuchaban cada vez más cerca. Nos movimos de ahí para recibir a los demás. Mi tío salió de una patrulla y habló—Ya llegamos, comenzaremos con la búsquedaExclame r
Danko un hombre alto, fornido atractivo millonario, tenía un gusto por los fetiches, eran a veces tan extraños, pero la encargada de conseguirlos era su hija Kiara y todo por una promesa hecha por ella en un momento doloroso para su padre, una promesa que la hacía rabiar de coraje, puesto que tuvo que conseguirle el fetiche que jamás imagino que su corazón pudiera ceder en dárselo y todo por abrir su bocota Kiara tenía que conseguirle a su padre fetiches tan escandalosos, que a veces le daba vergüenza conseguírselos, pero hizo una promesa y la va a cumplir con tal de ver a su padre sonreír. La pobre debe viajar hasta lo más recóndito con tal de traerle sus fetiches solicitados por Danko su padre, su moto es el instrumento de movilización, pero su escultural cuerpo atrae las miradas de los machos que babean por ella y más cuando ven lo que está comprando en tiendas de juguetes sexuales. Tuvo que aprender artes marciales para poder defenderse de loa ataques masculinos por poseerla cre
PRÓLOGO—Papá, ¿estás loco? ¿De dónde crees que voy a sacar lo que me pides? Van a creer que soy una… Pervertida sexual—Vaya, ahora te haces la muy puritana Kiara, sabes bien cómo buscar y traérmelo —Cada vez que me decía eso, yo comía m****a y todo por estúpida—Ya voy a conseguírtelo papá, calma tus ímpetus, esto me pasa por culpa de mi bocotaMi papá se carcajeó diciendo —Tienes toda la razón, Kiara y su bocota jajajaja — zapateé el piso de coraje, pero qué más da es mi padre.Salí al frío de la noche, me subí en mi moto de alto cilindraje, me puse el casco y me fui a toda velocidad hacia la tienda de Sex Shop llamada “TABOO HAPPY SEX”, era nueva y no me conocen, al llegar dejé la moto con su seguro contra robos, entre sin mi casco, mi larga cabellera rubia asomó y las miradas de todos más hombres que mujeres se clavaron en míMiré al dependiente que me miraba con ojos de deseo y morbosidad, le pregunté—Tiene esposas de acero, SORAYA (estimulador del punto G y el clítoris al mismo
Hola me llamo Kiara Mashluck vivo en la ciudad fría de New York donde a nadie le importa la vida de nadie, quiero contarles mi vida con mi padre soy huérfana de madre ella murió en un accidente de avión, mi papá Danko Mashluck un hombre muy alto mide 2,10 mt, muy fornido le encanta ejercitarse en el Gimnasio, desde muy niña me demostraba su amor dándome calidad más que cantidad de días en que estaba junto a mí y más con la muerte de mi mamá, cuando eso pasó yo tenía recién cumplidos los 5 años, ella regresaba dando un recital de piano, pues era concertista y su avión se estrelló murieron todos.Cuando la noticia se difundió, yo estaba sentada en las piernas de mi papá mirando la televisión, dieron una noticia urgente y cuando dijeron el vuelo y salió el nombre de mi mamá entre los pasajeros, vi a mi papá derrumbarse, se arrodilló en el suelo y lloraba su dolor fue tan grande, yo no entendía qué estaba pasando cuando vi entrar a mis abuelos paternos.—Danko hijo, por Dios, hijo, no te d
Mi papá me ayudo a bajarme de arriba del closet, me apretó entre sus brazos y solo dijo preocupado—Kiara ¿por qué te subiste allá arriba? —Le contesté—Papi, se escuchaban ruidos raros en tu habitación y me subí para ver, pero no me gusto, esa señora te abrazo, solo mi mami te debía abrazar—Mi amor estás muy chiquita para entender las cosas de la vida, yo soy un hombre y pues… tengo mis necesidades, te voy a pedir un favor, mi vida no vuelvas a subirte, primero porque te puedes caer y también porque es la habitación de papá y usted mi princesita no debe ver lo que papi hace allí en la noche ¿me prometes que jamás volverás a subirte?—Sí, papi, nunca más me subiré, te quiero mucho —se lo dije con todo el amor que tengo para Él y me contesto abrazándome—Yo también te quiero mi niña bella —Lo obedecí y nunca más volví a subirme, pero esas imágenes que vi no se borraban de mi menteCuando escuchaba voces de mujeres me llenaba de coraje porque sabía, ya que iban a abrazarlo y no quería p
Viendo una película adobada por los gritos y gemidos, me dormí con la televisión prendida, cuando amaneció el sol me despertó, porque la señorita se olvidó de cerrar las cortinas, qué m****a me ardieron los ojos cuando los abrí.Me extraño el silencio, casi siempre se escuchaba las voces de mi nana, de los guardias o el jardinero o las empleadas que limpiaban la casa, nada de nada, silencio absoluto, vi la hora ya eran las 8 am.Me levanté con toda la pereza del mundo, estirándome como si fuera una gata dormilona, abrí la puerta, camine hasta el cuarto de mi papá, estaba sin seguro, empuje la puerta muy despacio y vi que en la cama había dos personas, me imagine que era Amanda con mi papá, urdí una broma para reírme a costillas de esos dos.Entonces me metí en medio de los dos sin llegar a sacar la cabeza para que no me vean y que los pellizco muy duro en las piernas a los dos y se despertaron del dolor, mi papá grito.—Maldita sea carajo, ¿qué fue lo que me mordió? —Me tapé la boca ri
Mi papá se vistió y se fue a la empresa a trabajar, en cambio, yo agarre la motocicleta, la hice ronronear algunas veces con lo que me encanta escucharla, maneje hasta otro SEX SHOP que encontré en línea, cuando llegue el ambiente no me gustó mucho, estaba muy solitario, pero estacioné mi moto, entre haciendo ruido con mis tacones. Ni bien entré, atraje las miradas libidinosas de los hombres que estaban allí, camine moviendo mis caderas en forma cadenciosa, como siempre lo hago, me puse a observar donde estaban esas bolas chinas, las encontré, había de diversos portes, colores y con sustancias excitantes. Fui al mostrador, el dependiente me observo con esos mismos ojos de lujuria, pero solo me limité a pedirle que me venda todas las clases de bolas chinas que tenía de exhibición, fue raudo a traérmelas, las puso encima, las revisé muy quitada de la pena, cuando pregunte. —¿Cuánto debo pagar por todas? —Agarro, una calculadora, tomaba una por una tecleando el precio hasta que al fina