Las personas jamás serán igual a lo que está dentro de la imaginación, quizás parecidas, sí. Pero nunca iguales.
Los hombres son tan difíciles de entender cómo las mujeres e incluso más.
No son capaces de demostrar sus sentimientos, su ego y orgullo son los que manejan sus vidas constantemente y ¿Por qué?, no lo se. Lo único que hoy en día se es que :
Marcus, es real. Muy real.
Y es hombre, con orgullo, fuerza de voluntad y un carácter de m****a.
***
"Bienvenida al infierno mismo"
Angy.
No me lo imaginé así.
Pensé que el día de mi muerte conocería a Marcus, porque sí, muchas veces pensé en verle más allá de la muerte o tal vez antes pero... No me cabe en la cabeza aun, que estoy a centímetros del suelo, siendo asfixiada por la mano izquierda del chico quien sonríe de una manera tan macabra.
— Mar ... Mar ... cus. — Trato de hacer que piense un poco en lo está haciendo, pero me siento cada vez más débil y mi voz por poco y no se escucha. Me cuesta respirar, mi cuello me arde, punza y duele tanto. ¿Qué carajos pasa por la cabeza de este ser?; no más al verme lo primero que hizo fue acortar la distancia y tomarme con una fuerza descomunal por el cuello.
— Bienvenida, Angy. — Sisea y me doy por vencida.
El olor a azufre inunda mis fosas nasales, siento mi cuerpo sobre algo como y tibio ¿será este el más allá? No, una oleada de calor proveniente de no sé dónde hace que despierte en medio de una habitación invadida por las penumbras. Miro en todas las direcciones en busca del chico o alguien más pero no logro localizar nada.
Detallo con calma las cuatro paredes en donde me encuentro.
Estoy en un lugar bastante elegante, por lo poco que puedo distinguir lo sé, las paredes están pintadas de un color grisáceo opaco y el suelo es de madera pura, las ventanas cubiertas por una tela de seda color negro y una cama "donde me encuentro sentada en medio", con telas de seda púrpura y madera pulida; encerada dándole un aspecto lleno de brillo.
Hay un cuadro enorme al frente con tres hombres muy apuestos de posturas arrogantes y miradas macabras, bajo el se encuentra un estante repleto de libros y una vela que a penas y lucha por dar luz al lugar. A un lado está una silla con mangos dorados y cuando llego a notarlo bien me sobresalto, porque sentado en ella se encuentra alguien que entre las penumbras se nota expectante.
— Así que tú eres, Angy. — La persona se pone en pie y la luz de la vela titila, trago un nudo que se ha formado en mi garganta y ruego a Dios porque sea Marcus y no otro engendro del demonio quien esté en la mis habitación que yo.
Mis plegarias al parecer no fueron escuchadas porque ante la cama, a unos simples pasos se encuentra en pie un chico de estatura baja, cabello plateado y ojos de color negro que sonríe como si estuviera escuchando algún buen chiste.
Estoy a punto de decir algo cuando la puerta se abre de forma brusca por una ventisca inusual que hace bailar las sábanas pero no el marco con su paso.
— Creo que fui muy claro contigo Marco, cuando te dije que no te quería ver poner un pie en mi habitación nunca.— La piel se me vuelve de gallina, cada vello se ha puesto firme ante la voz arrogante y maliciosa que tiene Marcus. La risa del llamado "Marco" llega a mis oídos y cuando dejo de absorber cada detalle del chico que entró vestido de negro reparo en la figura que está a escasos centímetros de mi rostro con un cuchillo apuntando a mi ojo izquierdo.
— Que aburrido, unos segundos más y me habría deleitado con los gritos de agonía de la humana. — Tan rápido como tomó asiento, así mismo se colocó en pie a un lado del chico molesto.
— Unos segundos más y me habría encantado cenar a mi hermano menor, hoy. — Marco le resta importancia haciendo un gesto con el rostro y salió dando un portazo, dejándonos completamente solos o al menos eso es lo que creo.
— Consejo para ti — comentó arrojándose en la cama mientras yo me hacia un lado, tratando de no estar cerca de él. — Si Marco se te acerca tienes dos opciones — enumera con los dedos. — Lo matas o huyes, pero como eres un ser humano y no posees la fuerza o rapidez que nosotros es probable que igual hagas lo que hagas, mueras.
— Eso no me ayuda mucho, Marcus. — Mi vista vaga por todo su ser, por más que trato de evitarlo no puedo, es algo que tengo en mi y no quiero parar. Quiero detallar a la persona que se encuentra con ambas manos bajo su cabeza, acostado boca arriba y con los ojos cerrados, respirando con calma como sí no hubiera sucedido nada hace poco.
Es monstruosamente hermoso.
Su cabello blanco, sin rastro alguno de otro color en el.
Su rostro fino y delgado, con cejas espesas y pestañas largas.
Su nariz perfilada y sus labios gruesos, de color rosáceo.
Tiene la barbilla un poco ovalada, su cuerpo está bien formado como sí se ejercitará a menudo y sus piernas largas y musculosas.
— ¿Ya dejaste de detallarme o seguirás hasta que te canses? —Comenta con pereza, abriendo sus ojos y mostrándose frió, distante. Por instintos giro mi cabeza en otra dirección, buscando una excusa perfecta o al menos creíble que me saque de este aprieto.
— No te estaba detallando, es solo que te pareces mucho al chico del cuadro. —Señalo. Pero él no sigue la dirección con la vista es más la fija en un punto ciego de la pared que está a un lado de la puerta.
— Um. Bueno, sí. — Murmura. —Tenemos cierto parecido, por eso me ha tocado su habitación al parecer mis padres no logran superar que nos parezcamos a los fundadores de este mundo que por cierto, son nuestros ancestros. Se ocultaron hace muchos años, por eso cuando nací fue como sí todo se detuviera. —Se detiene y me mira por el rabillo de su ojo.
— Tú, te pareces a alguien que mis padres dicen "haber conocido antes" pero aún no me quieren decir a quien. —Ríe por lo bajo y un escalofríos recorre mi espina dorsal. —Me gustara ver su reacción cuando se enteren que estás aquí, presiento que va llover sangre esta noche.
— ¿De qué hablas? — Indago. Marcus, se ve calmado y debo aprovechar eso para saber todo lo que pueda sobre él y este extraño mundo al que he parado, quizás después le pregunte sobre el guardián de la puerta y Nina también.
— Ya lo verás. —Unos gritos como los que se escucharon en el bosque comienzan de nuevo a inundar el lugar, mi acompañante no parece aterrado ni nada por el estilo. Se acomoda más en la cama y me quita la almohada colocándola bajo su cabeza, casi parece que está disfrutando de los gritos llenos de agonía y sufrimiento a su alrededor.
Un sonido no muy duro se escucha sobre el techo. —Ya empezó. —comenta. Y, comienza a escucharse cada vez más el mismo ruido repetidas veces, veo a través de la ventana que esta cubiertas por cortinas de seda negra y al asomarme es como si mi cerebro se quedara en shock.
Llueve sangre, de forma muy literal.
"Vista al pasado I"— ¿Nombre?—comentó el hombre musculoso frente a mí.— Allison O'Connor. — tartamudeo llena de nervios y la sonrisa del chico de cabello blanco se ensancha.— ¿Cómo llegaste aquí, Allison?—indaga sin apartar la sonrisa llena de alegría de su esculpido rostro.—No lo sé...— Anota unas cuantas cosas en la libreta que trajo consigo al interrogatorio y luego vuelve alzando la mirada.—No sabes o mejor dicho ¿no me quieres decir?— respiro profundo y me centro en sus ojos negros como la noche que tocan el fondo de mi alma.—No lo sé, estaba caminando en medio del bosque cuando una extraña brecha se abrió y caí por ella hasta una especie de sendero cubierto por la oscuridad misma. —asiente y escribe más cosas de los cuales no tengo idea.Me duelen las muñecas y la soga cada que las muevo rosa con ellas provocando una irritación muy molesta, hace dos días que estoy sentada en la misma silla de madera siendo observada a lo lejos por una banda rara de personas.Todos y cada u
"Ver el lado bueno, aunque no exista"Angy.La noche se me hizo tan placentera sobre aquella cama cubierta de telas finas y con la compañía de Marcus, aún más. Pues, el chico no se separaba por nada del mundo de mi lado ya que según él había peligro en cada parte de la casa, ya que; sus padres los días en que llueve sangre tienen la costumbre de hacer reuniones con sus futuras víctimas.— ¿Cuando...— El peliblanco alza la mano para callarme y coloca la oreja pegada a la puerta. Sus ojos negros cambian de color a rojo y trago un nudo de la garganta cuando las voces que hasta hace poco se escuchaban lejanas ahora están mucho más cerca de nosotros.— Marta, Máximo su casa de verdad que es muy hermosa — se escucha una voz sutil y femenina desde donde estamos y me hago un lado en la puerta viendo justo frente a los ojos de Marcus y él a los míos.— También quiero saber. — Susurro ante su gesto de fatiga.Pasos se escuchan subiendo por las escaleras y en el vano intento de suspirar mi compa
"Vista al pasado II"Los gritos se escuchan por todo el lugar, incluyendo las paredes del recinto donde nos encontramos Allek y yo, en espera del nacimiento de nuestro posible único hijo.— ¿Estás segura de esto?— el tono de preocupación e inseguridad que tiene me eriza los vellos de la columna. Lana y Lore las fieles seguidoras de mi esposo, quienes no poseen ojos caminan de un lugar a otro en espera de la señal para que el nacimiento inicie, lo cual es la luna cubierta de sangre como dicen en el pueblo, que es el momento adecuado.—Muy segura— hace una mueca al ver mi cara cuando una contracción hace de las suyas, se acerca a mí y une nuestras manos. —No te preocupes, estaremos bien.Debido a que él se ve mucho más preocupado entre los dos, opto por la opción de darle ánimos. Su familia, custodian las puertas de la mansión para que ellos "los demonios" no entren a poseer el cuerpo del recién nacido, ya que; muchas personas asumen que será la salvación de este mundo oscuro.Hace seis
"Los Cazadores y el pacto."Angy.—La muerte ¿supones?— indaga la mujer con cierto tono de fatiga— Creo que no comprendes muy bien tu situación. Nadie, repito. Nadie es capaz de pasar el puente entre el más allá y el infierno hasta llegar aquí.Marco asiente fascinado como si lo que está escuchando fuera algo nunca antes visto. Marcus, mira a su padre y este le devuelve la mirada dejando muy en claro que existe un misterio extraordinario en todo esto de mi llegada.Respiro profundo, llenando mis pulmones de aquella hediondez que está comenzando a penetrar las paredes. Un grito áspero se escucha a lo lejos y ahogo las ganas de salir a esconderme bajo la mesa, Máximo y Marta miran por sobre su hombro a la ventana del fondo que a duras penas y deja verse por la luz de la luna.Marcus se levanta y estira su mano en la dirección en la que me encuentro, siendo así el espectáculo de las otras tres personas en la habitación.—Hora de irnos. — Dice, cómo no tome su mano a la fuerza jala de mi
"Vista al Pasado III"24 horas.Ni eso pude tener con mi bebé en brazos, todo por culpa de ese demonio repugnante. Que, como un parásito entró para quedarse dentro de su pequeño y frágil cuerpo llevándose consigo la vitalidad de mi adorado hijo.Demián y Barto se lo llevaron al bosque escondido en las montañas mientras aún descansaba y Allek, limpiaba el desastre que había creado con la batalla definitiva de quien dominaría entre las sombras. Lo arrojaron a uno de los pozos de almas sin retorno al mundo humano, que ellos suelen ocultar a los demás por miedo a que las roben y usen para propósitos destructivos.Al despertar ni los lamentos y suplicas de mi marido, ni los gritos de dolor de aquellas madres a las cuales infectaron para obligar a dar a luz un niño merecedor de afecto y de la corona de Allek bastaron para sacarme de ese sufrimiento que yacía como puñal dentro de mi corazón desecho.Los tres fundadores no tenían ninguna idea de lo que realmente sentía, siento y sentiré. Ello
"El limbo de los oscuros"<<Angy>>El cuerpo de Marcus reposa sobre su cama, tieso y frío parecido a un cadáver.Marco espera sentado cerca de la ventana, mirándome atento con ese aspecto tétrico que todos aquí menos yo, poseen.—Y... ¿Cuántos años tienes? — Digo, más para cortar de raíz el silencio abrumante que está por toda la habitación que para saber.—Sabes, tengo rato con unas ganas inmensas de picarte en tiritas mientras pides piedad—Ríe y señala a su hermano mayor —Pero Marcus es muy celoso con sus cosas y no quiero tener que aguantar su malhumor... Oh que me asesine mientras duermo. — Murmura por lo bajo mirando el suelo con pena.Trago grueso y disimulo mirando la habitación en busca de algo productivo por si vuelve lo que sea que arrojó los vidrios en nuestra dirección. Los minutos pasan y nada, ni los padres de los chicos ni Marcus vuelve a la realidad y ya me está entrando el pánico, tanto que las manos me sudan y muerdo la piel dentro de mis mejillas.—Deja de hacer eso
"Tú amor, mi amor, nuestro amor"Marcus.El pasillo cubierto de fango y rodeado de niebla se ha vuelto un poco más lejano, tanto que deja en claro que algo va mal con Dylan.Llego al final de aquel sitio estrecho con apenas un poco de luz por donde debo pasar para entrar en su mente y lo hago de inmediato en caso de que pueda cerrarse y quede en el limbo de ambos mundos.— ¡Dylan es por tu seguridad!— escucho gritar a Galatea, abro sus ojos y es entonces cuando la veo empuñando el arma contra nosotros.—Genial, era hora que aparecieras— comenta Poe con las espadas llenas de sangre y heridas selladas en su dorso desnudo. —Ese de ahí, no hace más que cortarse y golpearse contra las paredes, incluso llegó a saltar por las escaleras.Hablo pero caigo en la cuenta de que no sale ninguna palabra, un pedazo de tela dentro de la boca me incomoda y suspiro para mantener la paciencia. Miguel sale de una habitación del fondo, no tengo idea de en donde estamos pero luego lo sabré.Quiero hacerles
"No existen los secretos"<<Angy>>Limpio las marcas con agua, tratando en lo posible de eliminarlas. Esta vez Marcus excedió su fuerza conmigo, molesto apretó mis muñecas y por muy raro que parece las quemó.Tanto él como yo quedamos sorprendidos.Pude ver la caída de sus facciones, se sintió mal y lo noté. Pero, ¿cómo es posible que tocando me quemara?, es ilógico, aunque aquí nada es lógico.Lobos plateados que comen a los más débiles, oscuros sin almas, familias encerradas en espera de que llueva sangre.Este mundo es muy extraño.Marcus salió hace un rato a buscar comida en cuanto mi estómago empezó a rugir, Marco aún no llega y sus padres tampoco, para colmo discutí con el único oscuro que puede sacarme de este sitio o eso creo.Suspiro. El vaho se nota demasiado, quedando como humo espeso de color blanco en el aire.Escucho un grito y cubro mis oídos, no quiero seguir aquí.—Encontré comida— abro los ojos y observo a Marcus cubierto de sangre, en sus brazos trae una especie de