Dándole la espalda, el rubio notaba los labios del mayor sembrar de besos dulces la parte posterior de su cuello.
-¿Te encuentras bien?- le oyó preguntar cogiéndole por sorpresa.
Él nunca había tenido que responder a dicha cuestión.
Con Christian solo tenía que someterse y dejarle hacer.
Después ni besos ni caricias como en ese momento recibía por parte de éste.
Apartando el brazo donde Ian le acariciaba, se alejó de él.
-¿Ángel?-
-Estoy bien- contestó para hacerse un ovillo.
Irguiéndose, Ian intentó tocarle pero Jayden lo esquivó.
-No, no estás bien-
Peor que una m****a y culpándose, volvió a intentar tocarle pero otra vez el joven lo evitó.
-¿Por qué no quieres que te toque?-
-Ya...ya tienes lo que...querías-
Maldiciéndose, Ian se salió de entre las sábanas y comenzó a vestirse.
La había jodido.
Había metido la pata hasta el fondo.
Sin abrocharse la camisa rodeó la cama y se agachó frente al rubio.
-Te he pedido permiso-
Jayden se dio media vuelta, evitandole.
-Jayden mírame-
-¿Ya no soy ángel?- resolló el joven.
Hasta la ingle.
Hasta ahí había metido la pata.
¿Cómo había podido pensar que con simplemente hacerle el amor iba a cambiar?
Tomando asiento al borde de la cama, alargó la mano.
Justo cuando la posó en el hombro del rubio, éste le propinó un manotazo.
-iJayden!-
-Hazme un favor y vete- escupió el joven -Ya he hecho lo que debía ahora déjame solo-
-¿¿Por qué me has dejado seguir??- se ofuscó Ian.
-iEs lo que querías!- espetó molesto Jayden -Ya tienes lo que querías-
-No, yo no quería esto- apuntó Ian poniéndose en pie -Yo quería porque pensé que tú también querías-
-Lo que yo quiera no es importante-
Escuchar tales palabras de los labios del rubio le hizo arrodillarse ante él.
Agarrándole por los brazos le obligó a que le mirara.
-Yo no soy ellos- aclaró -Yo no quiero, únicamente, meterme dentro de ti-
-Suéltame-
-Angel tienes que dejar a un lado ese...odio y permitirte amar y dejar que te amen-
No lo vio venir.
Una bofetada se estrelló en su mejilla la cual le hizo soltar al rubio.
-El amor no existe- escupió Jayden.
-Sí, sí que existe- dándole igual si le volvía a zampar otra bofetada, Ian le asió del rostro y le miró fijamente -Y yo voy a demostrartelo-
-Cómo- alardeó Jayden.
En sus ojos, Ian pudo ver el dolor, la vergüenza, el asco que se tenía hacia sí mismo.
Tragando saliva, acarició su mejilla.
-Será...difícil si tú no me dejas-
Retirándose de sus manos, Jayden le miró seriamente.
-No te preocupes, no me importará abrirme de piernas para cuando lo necesites- espetó.
Poniéndose en pie, Ian exclamó:
-iYo no quiero que te abras de piernas para mí!-
Fulminándole con los ojos, Jayden se colocó a cuatro patas sobre el lecho.
-Eso es lo que soy, a eso he llegado, soy un maldito pedazo de carne para satisfacer y eso ya no lo podrá cambiar nadie-
-iEso no es verdad!- se exasperó Ian.
Cayendo de rodillas ante él, le aferró del rostro y dijo -Tú no eres tal cosa, no...no puedes denigrarte de esa...manera-
Jayden le miraba seriamente cuando de pronto se lo apartó de malas formas.
-iY0 TENÍA UNA VIDA!- gritó.
Tragando saliva, Ian quiso abrazarle pero el joven lo esquivó.
-Era...era un crío, con...con sueños- sollozó -Solo...solo tenía...quince años y...él se...se me presentó...-
Ian supo que hablaba de Christian.
-Era...me endulzó la oreja, me...me dijo que...era el chico más...hermoso que jamás había visto y yo...yo...se la entregué-
Se derrumbó en el suelo.
-Caí en sus manos, le...le di mi...cuerpo, mi...mi inocencia me fue arrebatada por él y...me...anuló-
Cubriéndose el rostro, rompió a llorar.
Ian no lo dudó.
Acercándose hasta él, se arrodilló delante suya y le abrazó.
Jayden, entre llantos, se aferró de la camisa del mayor.
-No quiero vivir, no quiero vivir así, no...no merezco ninguna oportunidad-
Ian no medió palabra alguna.
Solo se limitó a arroparle en torno a sus brazos.
-So-soy una mala persona, no...no me merezco el cómo me tratas, el cómo me hablas...ni siquiera deberías tenerme aquí contigo, soy...soy un...-
No pudo acabar la frase pues unos labios besaron los suyos.
Lentamente, Ian fue retirándose hasta que, sin dejar de mirarle, repuso:
-De todo se sale y tú vas a hacerlo y ¿Sabes por qué?-
Jayden, todavía aturdido por el beso, negó con la cabeza.
Sin soltar su rostro, Ian descansó su frente en la suya y le musitó:
-Porque yo voy a estar contigo, voy a ayudarte a que veas que con ayuda y paciencia volverás a ser el que eras...-
Rozando su boca con la del joven, declaró:
-Y haré que vuelvas a creer en el amor...ángel mío-
Jayden sintió una especie de agradable cosquilleo por todo su cuerpo.
-Te quiero y pienso hacer todo lo que esté en mi mano para que tú lo veas...y lo sientas-
Despacio, Ian volvió a posar sus labios contra los del chico para besarle largo y tendido.
No volvería a acostarse con él...
Hasta que no viera una notable mejoría en su autoestima.
Estaba, no solo roto, sino hecho trizas.
Pero él lo arreglaría.
Le demostraría que después del peor de los sufrimientos se podía volver a confiar...
Y a amar.
-Las vas a quemar- Dominic enarcó una ceja y apagó el fuego.-Ya te dije que no sabía cocinar- Joel solo sonrió.Acercándose hasta él le hizo echarse a un lado.-Anda quita, yo lo hago señorito--¿Señorito?- se contrarió Dominic.-Sí, señorito- repitió Joel volviendo a prender el fuego -Las tortitas hay que tener mucho cuidado con ellas o entonces te las vas a comer quemadas, tú ve sirviendo el café que creo que eso sí sabrás hacerlo--No te cueles- señaló Dominic.Joel rodó los ojos, a posta.-¿Has...rodado los ojos?- sonrió travieso el moreno.Colocando las tortitas en un plato, el castaño agarró el paño de cocina para limpiarse las manos pero no lo soltó después de hacerlo.Despacio, sin romper el contacto visual con su esposo y con pasos decididos, se le iba aproximando mientras iba enrollando el paño con ambas manos.-¿Qué haces?- rió calmado Dominic.Joel no r
El toma y daca entre ellos empezaba a tocar más de la cuenta los huevos a Dominic.Eso de solo azotar y no llegar a donde él quería...A punto de estampar la mano en el trasero de su sexy esposo, por millonésima vez del día, Dominic lo percibió e...Interceptó su mano.Ágilmente, el moreno atrapó con ambas manos las muñecas del castaño y se lo presionó contra su ser.-Ya, vale ya, nene- medio mandó medio pidió clavando sus ojos en los suyos.-Mmm, voy a tener que recordarte que aún sigo mandando yo, señor Bale- rezongó Joel con una sonrisa un tanto perversa.-Si quieres mandar, por mí estupendo...pero deja ya de solo azotarme el culo y da el siguiente paso- alegó Dominic con expresión de autosuficiencia.-Oommm, eso...¿Quiere decir que quieres que lo sigamos en el dormitorio?--Bien, creí que habías perdido tu capacidad intelectual- se mofó Dominic.Joel achicó los ojos, como si lo estuviera retando.Acorta
Dominic empezó a tirar y forcejear intentando liberarse de la jodida corbata...¡Pero le resultaba imposible!-¿Se puede saber cómo demonios has atado la corbatita de los cojones?- increpó al castaño.De forma insinuante, Joel caminó hacia él.-Anda, yo te ayudo- dijo.Inclinándose hacia Dominic, le agarró por un brazo y le ayudó a levantarse.-Vale, ya me has atado y has sentido en tus carnes lo que yo sentía haciéndote lo mismo así que ya puedes desatarme-Joel le hizo callar posándole su índice sobre los labios.Y entonces arrimó su boca a la suya para decir, con voz tenue:-Arrodillate-Atónito, Dominic espetó con voz grave:-No me estás diciendo lo que me estás diciendo-Joel repitió, con un tono un poco más autoritario:-De rodillas, Dominic--Ja, ni lo sueñes- -¿Perdona?- preguntó Joel poniendo cara de no entender.-Digo que no pienso arrodillarme- dando un paso ad
-¿Ian?- Alice se quedó sorprendida al abrir la puerta de casa y toparse con el hombre.-Yo...necesito...necesito hablar contigo- La morena denotó tanto un tono de voz plagado de preocupación además de un aroma mezclado entre dulzón y amargo.Olía al chico y a culpa.-Pasa- invitó ella.Cabizbajo, Ian se adentró en la casa.-Sientate por favor- invitó amablemente Alice al hombre.Ian obedeció.-¿Qué sucede?- preguntó la mujer.Tragando saliva y frotandose las manos, Ian miró, pudoroso, a la morena.-No...no sé cómo...llegar a su... corazón-Alice achicó los ojos.-¿Del chico?- Ian asintió con la cabeza.-Solo...solo ve...sexo y...se denigra hasta el punto de...comportarse como...como...- bajó la mirada.-Como un cualquiera- dijo ella.-Sí- respondió en un hilo de voz Ian.Alice dejó escapar un suspiro para después alargar una mano y posarla en una del hombr
"-Aliceee, espérameeee--Ja, no me pillas, no me pillas, baaa, eres muy lentorro pequeño Ian-La niña morena de piel tostada y seis años huía de un niño de no más de tres, también de piel tostada, pero cabello castaño oscuro y orbes azul cielo.-Aliceeeee, no corras tantoooo- lloriqueaba el pequeño.De pronto, no vio una piedra en mitad del jardín y tropezó con ella yendo a caer de bruces a la tierra.El llanto del niño hizo detenerse a la niña, quien al darse la vuelta y verlo tirado en el suelo, llorando, corrió hacia él...-¡Ian, Ian!- Tirándose de rodillas ante éste, vio horrorizada que las rodillas del pequeño estaban heridas.-No llores, no llores Ian, mira, yo te curo-Alice posó sus manos en las rodillas del pequeño...Y como por arte de magia, las heridas se cerraron.-¿Lo ves? Te he curado- sonrió ella.Ian se lanzó al cuello de l
-¡Ian, Ian, respira, respira, Ian respira!-Le había golpeado demasiado fuerte.Los recuerdos se le agolpaban unos sobre otros.Sin poder procesarlos de poco en poco.-¡Alex, Alex, necesito que me ayudes, Alex!-No veía bien las figuras.Únicamente diferenciaba que eran dos...Hasta que notó cómo un par de manos se posaron en su pecho y una voz masculina pero suave le decía:-Tranquilo Ian, tranquilo, tu hermana está contigo...y yo también-Lentamente, Ian fue cayendo en un extraño estado de letargo...Y cerró los ojos.Alexander se incorporó y se volvió a su esposa.-Un ataque de ansiedad-Alice se mantenía cruzada de brazos.-Creo que...le devolví los recuerdos demasiado rápido al...llamar al lobo- se lamentó.Alexander se aproximó hasta ella.Alzándole el rostro por el mentón, le besó candorosamente para después musitarle sobre los labios:-Intenta ser más...suti
Con la respiración agitada, ambos se recomponían.Dominic, necesitado de verse libre de sus "ataduras" resopló:-Ne...nene, de...desátame las...ma...manos--Es...espera que...pueda ponerme...de...de pie, dame unos...mi... minutitos y... estaré encantado de...soltarte- jadeó Joel.Aún podía notar el pene de su esposo dentro de él y latiendo. Joel rió contra el pecho sudado y firme del moreno y una idea se le pasó por la cabeza.Abriendo la boca, sacó la lengua y comenzó a pasearla por el torso del hombre.Éste lanzó un gruñido de placer.-Neneee, desátame las manosss-Joel no hizo caso y siguió lamiendo el pecho de su esposo.Su lengua llegó a uno de sus pezones para, travieso, torturarlo tanto con los dientes como con los labios.Dominic empezaba a sufrir descarga tras descarga que le recorrían, el cuerpo, de los pies a la cabeza.-Neneee- volvió a gruñir.Joel dejó olvidado el pezón de su es
Ian empezó a abrir, poco a poco, los ojos.Allí, delante suya, vio a Alice, de pie y con expresión de preocupación pintada en el rostro.Incorporándose, el hombre se llevó una mano a la cabeza y preguntó:-¿Qué...qué me ha...pasado?--Sufriste un desmayo- respondió la mujer. -No...no me acuerdo-Alice anduvo hacia él y se sentó a su lado.Cogiéndole de ambas manos, le miró y dijo:-Ian, yo...soy tu hermana-Ian la miró como si le hubieran salido dos cabezas. -N-no, no...no es...yo no tengo...hermana- titubeó.Alice tragó saliva.-Nuestra madre me...pidió que...durmiera a tu...lobo y que te borrara todos los...recuerdos- empezó a decir -Papá...él logró sacarte de casa y...te dejó en casa de un... matrimonio amigo y...humano- haciendo una pausa, prosiguió diciendo -Ellos te...criaron como su hijo-Ian palideció.-¿Lo-lobo?- La mujer asintió con la cabeza.-Somos, junto co