-Las vas a quemar-
Dominic enarcó una ceja y apagó el fuego.
-Ya te dije que no sabía cocinar-
Joel solo sonrió.
Acercándose hasta él le hizo echarse a un lado.
-Anda quita, yo lo hago señorito-
-¿Señorito?- se contrarió Dominic.
-Sí, señorito- repitió Joel volviendo a prender el fuego -Las tortitas hay que tener mucho cuidado con ellas o entonces te las vas a comer quemadas, tú ve sirviendo el café que creo que eso sí sabrás hacerlo-
-No te cueles- señaló Dominic.
Joel rodó los ojos, a posta.
-¿Has...rodado los ojos?- sonrió travieso el moreno.
Colocando las tortitas en un plato, el castaño agarró el paño de cocina para limpiarse las manos pero no lo soltó después de hacerlo.
Despacio, sin romper el contacto visual con su esposo y con pasos decididos, se le iba aproximando mientras iba enrollando el paño con ambas manos.
-¿Qué haces?- rió calmado Dominic.
Joel no r
El toma y daca entre ellos empezaba a tocar más de la cuenta los huevos a Dominic.Eso de solo azotar y no llegar a donde él quería...A punto de estampar la mano en el trasero de su sexy esposo, por millonésima vez del día, Dominic lo percibió e...Interceptó su mano.Ágilmente, el moreno atrapó con ambas manos las muñecas del castaño y se lo presionó contra su ser.-Ya, vale ya, nene- medio mandó medio pidió clavando sus ojos en los suyos.-Mmm, voy a tener que recordarte que aún sigo mandando yo, señor Bale- rezongó Joel con una sonrisa un tanto perversa.-Si quieres mandar, por mí estupendo...pero deja ya de solo azotarme el culo y da el siguiente paso- alegó Dominic con expresión de autosuficiencia.-Oommm, eso...¿Quiere decir que quieres que lo sigamos en el dormitorio?--Bien, creí que habías perdido tu capacidad intelectual- se mofó Dominic.Joel achicó los ojos, como si lo estuviera retando.Acorta
Dominic empezó a tirar y forcejear intentando liberarse de la jodida corbata...¡Pero le resultaba imposible!-¿Se puede saber cómo demonios has atado la corbatita de los cojones?- increpó al castaño.De forma insinuante, Joel caminó hacia él.-Anda, yo te ayudo- dijo.Inclinándose hacia Dominic, le agarró por un brazo y le ayudó a levantarse.-Vale, ya me has atado y has sentido en tus carnes lo que yo sentía haciéndote lo mismo así que ya puedes desatarme-Joel le hizo callar posándole su índice sobre los labios.Y entonces arrimó su boca a la suya para decir, con voz tenue:-Arrodillate-Atónito, Dominic espetó con voz grave:-No me estás diciendo lo que me estás diciendo-Joel repitió, con un tono un poco más autoritario:-De rodillas, Dominic--Ja, ni lo sueñes- -¿Perdona?- preguntó Joel poniendo cara de no entender.-Digo que no pienso arrodillarme- dando un paso ad
-¿Ian?- Alice se quedó sorprendida al abrir la puerta de casa y toparse con el hombre.-Yo...necesito...necesito hablar contigo- La morena denotó tanto un tono de voz plagado de preocupación además de un aroma mezclado entre dulzón y amargo.Olía al chico y a culpa.-Pasa- invitó ella.Cabizbajo, Ian se adentró en la casa.-Sientate por favor- invitó amablemente Alice al hombre.Ian obedeció.-¿Qué sucede?- preguntó la mujer.Tragando saliva y frotandose las manos, Ian miró, pudoroso, a la morena.-No...no sé cómo...llegar a su... corazón-Alice achicó los ojos.-¿Del chico?- Ian asintió con la cabeza.-Solo...solo ve...sexo y...se denigra hasta el punto de...comportarse como...como...- bajó la mirada.-Como un cualquiera- dijo ella.-Sí- respondió en un hilo de voz Ian.Alice dejó escapar un suspiro para después alargar una mano y posarla en una del hombr
"-Aliceee, espérameeee--Ja, no me pillas, no me pillas, baaa, eres muy lentorro pequeño Ian-La niña morena de piel tostada y seis años huía de un niño de no más de tres, también de piel tostada, pero cabello castaño oscuro y orbes azul cielo.-Aliceeeee, no corras tantoooo- lloriqueaba el pequeño.De pronto, no vio una piedra en mitad del jardín y tropezó con ella yendo a caer de bruces a la tierra.El llanto del niño hizo detenerse a la niña, quien al darse la vuelta y verlo tirado en el suelo, llorando, corrió hacia él...-¡Ian, Ian!- Tirándose de rodillas ante éste, vio horrorizada que las rodillas del pequeño estaban heridas.-No llores, no llores Ian, mira, yo te curo-Alice posó sus manos en las rodillas del pequeño...Y como por arte de magia, las heridas se cerraron.-¿Lo ves? Te he curado- sonrió ella.Ian se lanzó al cuello de l
-¡Ian, Ian, respira, respira, Ian respira!-Le había golpeado demasiado fuerte.Los recuerdos se le agolpaban unos sobre otros.Sin poder procesarlos de poco en poco.-¡Alex, Alex, necesito que me ayudes, Alex!-No veía bien las figuras.Únicamente diferenciaba que eran dos...Hasta que notó cómo un par de manos se posaron en su pecho y una voz masculina pero suave le decía:-Tranquilo Ian, tranquilo, tu hermana está contigo...y yo también-Lentamente, Ian fue cayendo en un extraño estado de letargo...Y cerró los ojos.Alexander se incorporó y se volvió a su esposa.-Un ataque de ansiedad-Alice se mantenía cruzada de brazos.-Creo que...le devolví los recuerdos demasiado rápido al...llamar al lobo- se lamentó.Alexander se aproximó hasta ella.Alzándole el rostro por el mentón, le besó candorosamente para después musitarle sobre los labios:-Intenta ser más...suti
Con la respiración agitada, ambos se recomponían.Dominic, necesitado de verse libre de sus "ataduras" resopló:-Ne...nene, de...desátame las...ma...manos--Es...espera que...pueda ponerme...de...de pie, dame unos...mi... minutitos y... estaré encantado de...soltarte- jadeó Joel.Aún podía notar el pene de su esposo dentro de él y latiendo. Joel rió contra el pecho sudado y firme del moreno y una idea se le pasó por la cabeza.Abriendo la boca, sacó la lengua y comenzó a pasearla por el torso del hombre.Éste lanzó un gruñido de placer.-Neneee, desátame las manosss-Joel no hizo caso y siguió lamiendo el pecho de su esposo.Su lengua llegó a uno de sus pezones para, travieso, torturarlo tanto con los dientes como con los labios.Dominic empezaba a sufrir descarga tras descarga que le recorrían, el cuerpo, de los pies a la cabeza.-Neneee- volvió a gruñir.Joel dejó olvidado el pezón de su es
Ian empezó a abrir, poco a poco, los ojos.Allí, delante suya, vio a Alice, de pie y con expresión de preocupación pintada en el rostro.Incorporándose, el hombre se llevó una mano a la cabeza y preguntó:-¿Qué...qué me ha...pasado?--Sufriste un desmayo- respondió la mujer. -No...no me acuerdo-Alice anduvo hacia él y se sentó a su lado.Cogiéndole de ambas manos, le miró y dijo:-Ian, yo...soy tu hermana-Ian la miró como si le hubieran salido dos cabezas. -N-no, no...no es...yo no tengo...hermana- titubeó.Alice tragó saliva.-Nuestra madre me...pidió que...durmiera a tu...lobo y que te borrara todos los...recuerdos- empezó a decir -Papá...él logró sacarte de casa y...te dejó en casa de un... matrimonio amigo y...humano- haciendo una pausa, prosiguió diciendo -Ellos te...criaron como su hijo-Ian palideció.-¿Lo-lobo?- La mujer asintió con la cabeza.-Somos, junto co
Spencer empezó a abrir los ojos.Notaba que el cuerpo le pesaba además de sentir frío por todo él.Tomando conciencia pudo ver, horrorizado, donde estaba.En una habitación fría y de paredes de piedra.Intentó moverse y fue entonces cuando se percató de que estaba con los brazos en alto...Y encadenados.-¿Qué mierdas...-Probó a tirar de las cadenas más le resultaba en vano.-¡No por Dios, no puede ser verdad, no, no, n...-El sonido de una puerta abrirse le puso los vellos de punta...-Yyy ya despertaste-Girando la cabeza vio a un rubio cobrizo plantado en el umbral de la puerta.Su expresión distaba mucho de una amable y cordial.-¿Qué demonios hago aquí?- inquirió Spencer.Christian caminó en círculos.-Uhmm, bueno, digamos que...como me quedé sin juguetito y estoy bastante necesitado pues...tú me vas a servir-Acercándose hasta él, Christian le observó detenidamente