Annie
—Gabriel Montgomery y su bella esposa Analí de Montgomery—saluda el príncipe con una radiante sonrisa.
Analí se ve bellísima, radiante, el vestido que luce es precioso, se ve tan bien, que es envidiable, viviendo alrededor de riqueza, lujos, ¿Y mamá? Muriendo de preocupaciones.
—Su majestad, es honor verlo de nuevo, Gabriel y yo estamos agradecidos por el nuevo cargo que le ha dado junto a la guardia real de Stontalin y Biancolé—habla Analí.
—No es nada, señora Montgomery.
—Oh no, dígame Analí señora me hace sentir demasiado vieja—ríe.
¿Tan insignificante soy que no se han dado cuenta que estoy detrás del príncipe? Solo quiero huir, no quiero verla.
Pero parece que el príncipe lee mis pensamientos que se gira para verme.
—Les presento a mi acompañante Ann...—pero la voz de Analí lo interrumpe.
—¿Annie? ¿Qué rayos haces aquí? tienes que lárgate ya. — me mira con enojo.
—¿Disculpa? ¿Quién te crees para decir que me largue?—ataco.
—Tengo un título, el cual tú no tienes, estoy en una jerarquía en la cual tú no estás, mi esposo es guardia real, así que lárgate—me mira totalmente furiosa.
—Annie—me mira Gabriel y suspira—por favor retírate, es muy bajo el que te hayas atrevido a venir aquí.
—¡Por Dios! ¿Se están escuchando? Solo estoy aquí por ser quien provee los alimentos los cuales están consumiendo.
—Aún más bajo, retírate—dice Analí, tomando mi brazo.
—Sueltala—habla el príncipe con voz firme.
—Alteza sentimos mucho que—Anali me mira con desdén—esta cualquiera se acercará a usted, nos aseguraremos que se marche.
—¿Quién crees para estar corriendo a los invitados de los próximos reyes?—la mira con enojo.
—Alteza—interviene Gabriel.
—Tú cállate—dice el príncipe.
—Creo que será mejor que me retire—giro con el príncipe—una disculpa por el inconveniente que estoy causando, fue un placer conocerlo.
Giro para ver a Anali.
»Señora Montgomery lamento que sea una víbora, y olvide que es su madre, quien fue su padre, con quién lloraba cuando no podía ver a quien en aquel tiempo era su novio, Lucrecia ha crecido y es una hermosa niña, lastima que se pierda de eso, nunca olvide que ser una Lewistter no es una vergüenza, es un honor.
—Eres una buscona—ataca Analí.
—Su alteza hora buena para su hermana y cuñado, insisto fue un placer conocerlo—giro y camino a la entrada.
No puedo creer que después de ocho años al fin ví a Anali, mi hermana, hermana con la cual jugaba cuando éramos pequeñas, a quien le confiaba el más mínimo secreto, a quien abrazaba cuando tenía miedo.
Es triste ver cómo las personas cambian solo por el hecho de tener dinero, una gran riqueza o joyas únicas, al fin de cuentas al momento de morir no llevamos nada a la tumba, la ropa con la que somos sepultados con el tiempo se corrompe, en fin no nos llevamos nada, solo las cosas buenas o malas hechas en vida.
No es necesario creer si hay un Dios, un ser celestial,si existe o no existe, solo es preferible ser buena persona.
Anali lo era, hasta que conoció a Gabriel un atractivo caballero de la guardia real, quien comenzó con el cortejo, él iba a nuestro hogar, comía en nuestra mesa, cuando se comprometió con Anali, todos festejamos no por su título o riqueza si no porque Analí estaría bien, sería feliz, hasta que un día escapó de nuestro hogar, la buscamos, Gabriel desapareció, hasta que un día en el mercado del pueblo, las campanas de la iglesia del palacio sonaron, mis padres, Lucrecia y yo nos acercamos para ver quiénes serían los afortunados, para nuestra sorpresa, quien iba bajando del carruaje era nada más y nada menos que Analí.
Quien la llevó al altar fue el capitán de la guardia real, los reyes estuvieron presentes como la mayor parte de la nobleza de Stontalin, eso rompió el corazón de papá, ver a su primogénita caminar al altar en brazo de otro hombre, mamá lloraba y yo solo estaba decepcionada, Lucrecia no entendía que pasaba tan solo tenía cuatro años.
Anali nos golpeó, humilló y pisoteó como ella quiso, papá antes de morir solo quería verla, escucharla, ella se negó ya que no podía verse alrededor del pueblo y visitando un hogar así con el título que cargaba «Lady Montgomery» papá murió sin verla.
Anali la aborrezco, es el claro ejemplo de cómo el dinero cambia a las personas, como las hacen sentirse superiores cuando por dentro son tan inferiores que el más pobre de la calle.
(***)
Al llegar a casa, me adentro y sigo el camino a mi alcoba, retiro mi vestido «tanto esmero para nada»
El estar con Anali me decepcionó ¿Por qué siente tanta vergüenza de nosotros? somos humildes, pero buenas personas, pero al parecer es más importante un título noble o de la guardia.
Demasiado superficial y podrida que si llega a tocar a otra persona tan podrida, es como la fruta y verdura no puedes dejar una en mal estado cerca porque después echa a perder a las demás.
Es lo que hicieron con ella y ahora es lo que hace, que triste vivir así.
Me recuesto junto a Lucrecia y me dispongo de cerrar los ojos, pero un grito aterrador y desgarrador hace que los abra.
De pronto afuera todo el mundo grita.
—¿Annie?—dice Lucrecia mientras frota sus ojos—¿Qué pasa, que son esos gritos?
Estoy apunto de responder pero aumentos más los gritos y estruendos.
—¡Corran!
—¡Huye!
—¡No te detengas!
—¡Esto es guerra!
—¡Thirwall viene por nosotros!
Me levanto de la cama, salgo de la habitación, camino a la puerta pero no una voz me detiene.
—¿A dónde vas?—pregunta mamá rápidamente.
—Quiero ver qué está sucediendo—respondo.
—Annie, no…
Salgo de la casa y las familias cargan a sus hijos, huyen, todos vienen de la plaza central, comienzo a caminar esquivando a las personas.
—¡Niña huye!—grita una anciana mientras corre.
Hago caso omiso y sigo caminando, al llegar me asqueo, quiero salir de aquí, ¿Dónde está la guardia real? ¿Los reyes? ¿Los próximos reyes? Porque no impidieron algo así.
Tres caballeros de la guardia real decapitados, con sus cuerpos colgando, la escena es perturbadora y escalofriante.
La plaza central arde en fuego y cuelga una manta, la cual en letras rojas hace claro el mensaje:
EL LEGADO PREVALECERÁ y DOMINARÁ, CON EL LA GUERRA VENDRÁ.
No entiendo que pasa, solo salgo corriendo rumbo a mi hogar para proteger a mamá y Lucrecia, tenemos que huir de aquí, no quiero estar presente cuando esto se vuelva una guerra y nos masacre a todos.
Annie.Es increíble la poca empatía que tienen las personas cuando no se trata de sí mismo, si fueran ellos la buscarían hasta debajo de las piedras.Después de aquel ataque, dónde en la plaza central del pueblo se mostraron tres guardias decapitados y comenzará un caos, las personas comenzaron a empacar e irse del pueblo, dejando nuestra pequeña nación.Los nuevos reyes, los cuales fueron coronados horas después de lo sucedido, no han salido del palacio a tranquilizar al pueblo, simplemente optaron por aumentar su protección, toda la nobleza está trasladándose al palacio, los sirvientes no pueden salir y aparte de la nobleza y guardia real nadie puede entrar.Es tan triste ver que
AnnieMi corazón sigue destrozado, ver cómo se la llevaban quebró cada parte de mi corazón, en Anali triunfante de siempre llevarse la victoria y ganar a cualquier costa.Han pasado dos semanas dónde mamá ha estado absorta en el mercado, no come como debería y no duerme, en las noches de escucha sollozar, gritar y reclamar el porque está viviendo todo lo que está pasando.Estás dos semanas sin duda se han hecho un martirio, las personas siguen huyendo, Stontalin está quedando sin la gran población, Thirwall aumenta el poder, en las noches el pueblo tiene peleas, grandes disputas, hay marchas fuera del palacio exigiendo que los reyes salgan hablar con el pueblo.Somos la burla local,
AnnieNunca imaginé que un príncipe y un rey me escoltarian a mi hogar, en mi vida pasada tuve que haber hecho algo bien, para que esto suceda.No voy a negar que sus majestades el príncipe Gerard y el rey Robb son atractivos, esa belleza que hace que gires a verlos cuando pasan.Giro un poco para detallarlos y veo que murmuran algo, mientras el príncipe gira hacia atrás, hago lo mismo y me percato que cinco hombres nos siguen.—No quiero alterar, pero cinco hombres nos están siguiendo y realmente aprecio mucho seguir con vida.Ambos me miran y ríen.—Son soldados reales, nos acompañan cuando queremos salir del pal
Annie.Mi niña, uno de mis amores más grandes, mi compañera, mi mejor amiga, mi confidente, quien estuvo conmigo al pie del cañón.Annie Elizabeth Lewistter aún recuerdo tú nacimiento, tu padre se desmayó al ver que mi fuente se había roto.Llenaste de luz y alegría nuestro pequeño hogar, años después nuestra luz brillante andante Lucrecia.Son mis amores más grandes, quienes sin comprender muchas cosas me abrazaban y con sus pequeños te amo, llenaban de amor mi corazón.De Anali solo ví cómo se convirtió en lo que
Hola queridos lectores, aquí de nuevo su Lady favorita, Lady Edwards.Cómo muchos saben hace días se vivió un horrible atentado hacia nuestra nación algo totalmente horrible y perturbador para el poblado.Nos dejaron un mensaje muy claro bañado en sangre y ejecuciones en nuestra plaza central.El legado prevalecerá y dominará con él la guerra vendrá. Todos nos preguntamos ¿Qué legado? ¿que nos ocultan nuestros jerarcas nuestros maximos monarcas?Como bien se sabe la nación tenía dudas del príncipe Robb subiendo al trono, como de la princesa Biancolé, quien si no leyeron mis palabras anteriormente publicadas de los menciono aquí.La princesa Biancolé se conoce como alguien; soberbia, busca problemas, prepotente y grosera. Hace unos pequeño
Annie.Mi mundo se sacude y cae poco a poco, la poca estabilidad y paz que tenía se fue a la tumba junto con mamá.Estoy sola, esas dos palabras retumban en mi cabeza repetidamente.Solo trato de procesar, que todo en tan poco tiempo se fue hacia abajo y caigo en cuenta que, así es la vida de injusta, nos quita y arrebata, pero se tiene que demostrar que somos mejores y con cabeza en alto y aun sufriendo tengo que avanzar, no soy débil, papá y mamá no me criaron débil, no criaron a una débil.Soy consciente, siempre supe que algún día pasaría, las personas no son eternas por más que quisiéramos. Mamá y papá, dos personas humildes que dieron todo por sus hijas, murieron.Lucrecia no me habla y eso parte mi corazón, me abandonó por completo ya que Analí le tiene el prohibido hablarme ahora m&
Annie. —Ajá si claro—habla el hombre. —Bueno, mi cosecha como dije brindó el banquete real, por el cual nunca fuimos reconocidos por ello, mi hermana mayor es parte de la nobleza por estar unida a un capitán de la guardia, nos humilló y llevo a mi hermana pequeña con ella, dejando a mi madre y a mi solas. »Mamá no soportó y—un nudo se hace en mi garganta y mis ojos se empañan de lágrimas—se quitó la vida para poder cobrar un pequeño dinero el cual me fue denegado. —Oh pequeña—dice Ter cubriéndome en un abrazo. —El rey Robb y príncipe Gerard se compadecieron de mí así que brindaron un entierro decente a mamá. En cambio, la reina Biancolé me humilló. »Ahora me dirijo a Thirwall, sé que son días caminando, pero quiero comenzar de cero, tengo la esperanza que, con el gobierno del rey, todo en mi vida pueda mejorar. —¿Thirwall? No tienes miedo con el mandato del rey bestia, dicen que es alguien sin
Príncipe Gerard.Me paseo por el pueblo de Stontalin con la guardia real que me escolta, semanas sin venir, sin ver qué sucede, pero, sobre todo, sin saber qué ha pasado con Annie, sin querer me perdí en su esencia, en lo que transmitía. Ella sin importar quien fuera me siguió hablando con fluidez y normalidad, se quiso apartar, pero se quedó aquí, todo aquel avance que di dio mil pasos de retroceso, gracias a la inoportuna e imprudente de mi hermana.El compromiso de Rebeca con Robb es un gran paso para ambas naciones. El rey Thirwall se está convirtiendo en nuestra peor pesadilla, es una bestia sanguinaria que no teme a quien aplasta con tal de tener poder.Solo que aún no se sabe exactamente porqué, el Antiguo Rey Thirwall, Adam Thirwall, era aliado de Biancolé, llegué a creer que su hijo y Rebeca contrarían nupcias, pero mi sor