LUCCA ANDREOTTI
Han pasado varios días desde nuestra fiesta y cada momento libre que tenía lo pasaba con Alexandra ya fuera yendo a comer, paseando por la ciudad o simplemente pasando el tiempo en la antigua casa de su madre que se había convertido en nuestro pequeño refugio libre de todos los problemas.
Cuando estaba junto a Alexandra, me sentía en casa y cada segundo a su lado era maravilloso en muchos aspectos, pero no todo era color de rosa ya que cada vez faltaba menos para que la decisión con respecto al negocio de los hoteles Golden fuera tomaba y cualquiera que fuera el resultado, habría problemas.
Había insistido a mi padre para que regresara Roma e intenté de todas las maneras posibles hacerle entender que yo podía ocupar de este negocio, pero era un hombre demasiado testarudo y controlador, así que, a pesar de mis esfuerzos, él segu&iacu
ALEXANDRA PEMBERTON La cena fue maravillosa y la noche fue la mejor de todas; pero el día llegó muy rápido y tuve que regresar a la realidad…Cuando estaba junto a Lucca el tiempo parecía ir más lento, todo adquiría un color más brillante y la vida se sentía inexplicablemente mejor, pero, aunque estar juntos, en nuestra pequeña burbuja era algo fascinante, no era algo permanente y tarde o temprano todo de lo que intentábamos huir nos alcanzaría.Nuestros padres…El odio entre las familias…El negocio de los hoteles Golden que estaba por firmarseY el recordatorio constante que nuestra relación estaba llena de obstáculosAmbos intentábamos olvidar todos los impedimentos y simplemente centrarnos en lo que existía entre los dos, pero cada vez se hacía más dif&iac
LUCCA ANDREOTTIPor fin habíamos enviado la propuesta y ahora solo quedaba esperar, lo cual era peor, pero al menos mi padre ya no tenía porque obligarme a permanecer todo el día junto a él, así que eso me permitía respirar.Como ahora disponía de un poco más de tiempo libre, decidí salir con mi madre a comer a uno de los restaurantes que Alexa me había recomendado y ella no tuvo problema ya que a pesar de que ya no teníamos más que hacer, mi padre se las había arreglado para reunirse con un par de socios de otro negocio que le interesaba y ella se había quedado nuevamente sola en el hotel.Una vez que llegamos al lugar, tomamos asiento en una de las mesas de la terraza y ordenamos un par de platillos que sonaban interesantes; mi madre se veía feliz y eso me alegraba inmensamente, no tuve mucho tiempo para salir con ella los últimos días y aunque sabía que lo entendía, no quería que se sintiera sola.El restaurante es precioso – dijo con una sonrisaSí y la vista es grandiosaLondres
ALEXANDRA PEMBERTON Me levanté muy temprano por la mañana y me preparé para salir a desayunar con Lucca, ya habían pasado un par de días desde que se enviaron las propuestas para el negocio de los hoteles Golden, así que mis preocupaciones habían disminuido, así como mi carga de trabajo por lo que justo ahora me sentía más relajada y feliz.Lucca y yo pasaríamos el día entero juntos, desayunaríamos en un hermoso restaurante, iríamos a una galería de arte que tenía una exposición que nos interesaba ver y por la noche, asistiríamos a la ópera del Royal Ballet para ver una de las obras más emblemáticas de la historia, “El lago de los cisnes”.Estaba emocionada, incluso más que eso; no podía esperar para ver a Lucca y desde que mis ojos se abrieron, una sonrisa hab
ALEXANDRA PEMBERTON Después de salir de la ópera, Lucca me compró uno de esos globos llenos de luces y tomamos asiento en una de las bancas de un parque cercano para conversar un poco más antes de que cada uno tomara un rumbo diferente.Estuve hablando con mi madre… - comenzó a decir con algo de duda – Quería saber exactamente porque mi familia y la tuya se odiaban…¿No te contaron la historia?Sí… bueno… sabes que la relación con mi padre no es muy cordial; siempre me repitió que ustedes eran nuestros enemigos y creo que me contó la historia a grandes rasgos cuando era niño, pero necesitaba saber un poco más¿Y qué te dijo tu madre?Comencé a relatarle lo que mi madre me había contado y aunque al inicio la historia parecía s
LUCCA ANDREOTTI No podía sacar a Alexa de mis pensamientos, era como una droga para mí y cada vez que su imagen aparecía en mi mente, automáticamente sonreía; pasar todo un día con ella fue lo mejor del mundo y renovó todas mis energías.Pero en cuanto el día llegó, también lo hicieron los problemas; nuevamente había rumores sobre Alexa y yo, nuevamente las personas hablaban del romance secreto entre los herederos de las familias que se odiaban, nuevamente se había desatado el caos.¿Qué las personas no tenían nada mejor que hacer que hablar de nosotros?¿Por qué no podían dejarnos en paz?Desde que las noticias empezaron a mencionar mi nombre, mi padre me quitó el celular y me dejó encerrado en el hotel para según él, evitar que siguiera complicándole
LUCCA ANDREOTTIPasaron un par de días y las cosas no mejoraban; nuestros abogados junto a los de la familia Pemberton habían conseguido acallar los rumores y aunque seguíamos en el ojo público, el escándalo y el caos habían disminuido.Mi padre, pues él seguía furioso, aunque ahora no me lo decía de frente y en lugar de eso solo me ignoraba lo cual se sentía mucho peor, pero al mismo tiempo me preocupaba porque sentía que estaba escondiéndome algo y su silencio no ayudaba; mi madre también estaba distante y pensativa, pero igual que mi padre, no decía nada al respecto y eso me estaba volviendo loco, ¿Qué diablos estaba sucediendo?Durante estos días me mantuve alejado de Alexa, pero mi madre me entregó mi celular poco después de mi discusión con mi padre así que habíamos estado c
LUCCA ANDREOTTILas cosas pueden cambiar mucho en tan solo un segundo, como si la primavera simplemente se hubiera convertido en invierno en una noche; hasta hace unas horas yo era feliz y tenía mis decisiones claras, se suponía que buscaría la manera de permanecer en Londres y estar con Alexandra, eso era lo que deseaba hacer, pero ahora había mucho más en juego y mis deseos pasaban a segundo plano.Mi padre estaba enfermoMi padre corría riesgo de morirMi padre me había pedido ayudaTenía que tomar una decisiónMi amor por Alexandra o mi familia y nuestro imperioNo había más opciones, no había salidas fáciles ni tenía mucho tiempo para pensar, necesitaba tomar una decisión pronto porque mi familia lo necesitaba, pero… ¿Qué podía hacer?Amaba a Alexa con todo mi s
ALEXANDRA PEMBERTON Pasó un día, luego otro y otro, pero el dolor no se desvanecía; cada noche el insomnio me atacaba y las lágrimas volvían a empañar mis ojos, no me sentía mejor y era incapaz de sonreír; Noah se quedó a mi lado todo el tiempo, consolándome e intentando que sonriera, pero nada funcionaba, porque no solo tenía el corazón roto, era como si todo mi cuerpo me doliera.Después de una semana, decidí regresar al trabajo en un intento de mantener mi mente ocupada, pero me sentía vacía y todos podían notarlo; casi no comía y lo que llegaba a comer me producía tanto asco que terminaba vomitándolo; estaba agotada tanto física como emocionalmente y ya no podía resistir más, pero cuando me desmayé frente a Noah, eso lo alarmó tanto que inclusive yo comenc&eacut