Nueva York, Brooklyn, abril 2022.Elle—Entonces ¿tu padre no ha dicho nada? —me preguntó Solei mientras se colocaba el labial, mirándose en el retrovisor.—Él aun piensa que soy una “niña” a quien tiene que proteger.—Eso hacen los padres—la miré a medias lunas por sobre mis lentes—, bueno, algunos… ¿crees que sea cierto?—¿Qué no soy su hija?—Aja.—No lo se—murmuré—, todo este tiempo creí que había heredado solo el color de su cabello, lamentablemente me parezco más a Josephine que a él.—¿Qué pasara si no lo eres?—No lo sé—hice una mueca—, por ahora mi padre no ha hecho nada, ya ha pasado una semana desde que recibió los resultados y no ha cambiado en nada, sigue siendo el mismo.—Aw, te ama tanto que no le importa quién eres.—Sol, eres un ser sin corazón.Ella se soltó a reír.De pronto su celular comenzó a sonar, sabíamos quién era por el tono de llamada.—Si—contestó ella.—¿Estás con Elle? —preguntó Tommy.—Eh, si, ¿Qué pasa?—Tengo una mala noticia—dijo con pesadumbre—, alg
Nueva York, Brooklyn, abril 2022. Vivian—Cass, te traje para que me ayudaras, no para que vieras los aretes.—Es que están preciosos, ¿no lo ves? —se colocó los aretes se vio en el espejo—, son encantadores.Solté un bufido.Esta mañana me había despertado con la actitud de encontrar el mejor regalo de compromiso para Edward, es poco convencional, pero sé que él no va a dar el primer paso, y tampoco pienso pasar más años en la incertidumbre.—Si sabes que Eddy puede comprarse toda la tienda si quiere, ¿verdad?—Cass, ¿puedes dejar de ser tan pesimista? —gruñí—, yo sé que Edward puede comprarse todo el centro comercial, pero esto está dentro de mi presupuesto—me coloqué el cabello tras las orejas—, que grosera.—Está bien, ya no diré nada, es solo que es algo poco común que tú te le propongas, digo, ¿él quiere casarse contigo?Me llevé una mano al pecho imitando estar ofendida.—Tengo muy presente que tuvo una terrible experiencia matrimonial, pero, sé que él me ama.—Es una idea dem
Nueva York, Brooklyn, abril 2022. Edward—¿Quién fue el imbécil que la dejó libre? —grité.Javier, se encogió un poco.—No fue el juez, al parecer solo se arregló internamente.—¿Por quién?De su maletín sacó una documentación.—Antes de seguir hablando sobre la señora Lovelace, creo que es mejor hablar del pasado—abrió la carpeta y mostró una fotografía de Josephine cuando la conocí—¿Usted conoce a la familia la señora Lovelace?Negué con la cabeza.—Solo conocí a sus padres.Asintió.—Sus padres se declararon en banca rota cuando Josephine cumplió los diecisiete, para ese entonces, ella salía con un chico—mostró una fotografía—. Emmanuel Vollero ¿le suena?Intenté recordar.—Estaba en el equipo de futbol americano—continuó.Fruncí el ceño.—¿Estaba en mi equipo?—Solía ser el Ala cerrada—contestó.Estaba tan cerca de mi…—Emvol—murmuré—Emmanuel Vollero es Emvol.—Así es, al parecer tenía una relación con Josephine a escondidas, ya que los padres de Lovelace eran demasiado estrictos
—Señor Decksheimer—sonreí coqueta mientras subíamos al elevador como dos adolescentes calientes.No había nadie más, Edward estaba tan sonriente que contagiaba, me colgué de su cuello.—¿Quién diría? escapándome en un hotel de lujo con mi jefe, que escandalo—dramaticé la voz—Usted tiene la culpa, señorita Chadburn—me replegó contra la fría pared del elevador, me estremecí—, se la ha pasado coqueteándome todo este tiempo.Me mordí el labio, este jueguito me estaba gustando y calentando, espera, ¿no tengo un fetiche con los personajes o sí?—Yo no soy coqueta, señor Decksheimer—pegué mis pechos al suyo—, es usted quien malinterpreta mi amabilidad.—¿Malinterpreta? —sonrió seductoramente, las mejillas me picaron, me tomó por el mentón y con el pulgar acarició mis labios—esa es una mentira muy cruel.Lo tomé por la corbata acercándolo a mí.—Deja de ser tan cruel y bésame—tiré de él hacia mí.Nuestros labios comenzaron una danza sensual y hambrienta, ¿Cuánto tiempo llevábamos conteniéndo
Nueva York, Brooklyn, abril 2022. Vivian—Tengo algo que decirte—me dijo, acarició mi brazo, me removí en las sabanas.—¿Sobre qué?Dejó caer el mentón en mi cuello, llevé mi mano hasta su barbilla y la acaricié.—Hay, un problema—detuve mi toque—, debemos irnos a Alemania por un tiempo.Me quedé quieta, sentí como todo mi cuerpo se estremecía.—¿Por qué de repente?—Alguien pagó la fianza de Josephine—me giré para mirarlo a la cara—, ella está libre.—¿Qué?, se supone que debería esperar hasta el juicio, ¿Por qué tenía fianza?—Básicamente no cometió un delito grave—soltó—, pero, quiero ponerlos a todos a salvo, solo hasta que las cosas se tranquilicen.—Es… es una decisión bastante apresurada, no creo que esa mujer…—pero no pude terminar, recordé sus palabras, amenazándome, lamentablemente vio a mi hijo, esa mujer puede cometer un grave delito y yo con ella si se atreve a acercarse a mi hijo—, olvídalo, si creo que pueda hacer algo.Me acarició la mejilla.—Eso no es todo.Trague e
Nueva York, Brooklyn, abril 2022. VivianJack estuvo rebosante de felicidad por que viajaríamos, pero él pensaba que serían vacaciones, así pretendí dejarlo hasta que estuviésemos lejos, unas largas vacaciones.Elle… en este tiempo que llevo conociéndola sé que es muy expresiva, de cierta manera me recuerda a Jack, pero, estos años de vida la sabiduría nadie me lo quita, se cuando alguien miente, digo, he tratado con muchísimas personas.Ella fingió sorpresa, ¿Cómo podría saber que estábamos a punto de irnos? ¿Y después de eso parecer calmada?Cualquier adolescente hubiese explotado, por que separarlo de su habitad social es lo peor que puedes hacer (después de quitarle el celular, claro), yo también fui adolescente y rebelde, pero ella me desconcierta por que no está reaccionando de una manera esperada, y creo que también Edward lo piensa.Dejé que Edward ayudara a Jack a bañarse y luego arroparlo.Por mi parte decidí hablar con Elle, cruzando los dedos con que esa actitud pasiva, f
Nueva York, Brooklyn, abril 2022. VivianUna maleta, para mí y para Jack, Edward apenas una maleta colgante y Elle una mochila, la señora Baley traía una maleta.Con solo eso nos fuimos al aeropuerto.El día anterior me había despedido de Cass.hubo muchas lágrimas.—¿Por qué tienes que irte?—Será poco tiempo.—Y eso qué—chilló—, no tenerte por aquí es como un café sin azúcar.—¿Un expreso o un américa?—Hay, sabes a que me refiero—me golpeó la espalda—, ¿estás segura de que solo será poco tiempo?—Si, hasta que Edward arregle los asuntos de la herencia—mentí—, después regresaremos.—¿Por qué tienen que ir ustedes?—No quiere dejarnos, además, serán como unas vacaciones—lo excusé.—Asegúrate de traerme algo.—¿Una vajilla nueva?—Uf, sería genial.—Hecho.Así fue nuestra despedida.En mi bolso de mano, provisiones para pasar ocho terribles horas de vuelo, no era la primera vez en un vuelo para Jack, ya habíamos hecho uno cuando viajamos de Kentucky a Nueva York, pero, era muy poco t
—Ya deja de suspirar Romeo—le palmee el hombro a Chad—, ellos volverán, son vacaciones.—¡Ni siquiera pude tener su Instagram! —chilló—, o su Snap, nada de ella—se quejó con drama.—Oh, estos jóvenes—ahora se quejó Félix con un bufido—, creen que el amor va a encontrarse en esas simples redes sociales, cuando hay todo un modo allí afuera.—Lo dice porque usted ya es anciano y su única comunicación eran las cartas.Félix le lanzó una barra de mantequilla.—Ten más respeto, niño.—Ya, ya, basta de pelear—los separé—, ella volverá, Chad, solo tranquilo—me volví hacia Félix—, compréndelo, el pobre sufre por su primer amor.—Yo solo digo que, si la chica le gusta, debería hacer algo, nada es imposible.—Oh, ese es un excelente mantra para hoy—les dije.Salí de la cocina y fui hacia afuera donde estaba nuestro menú de hoy en el letrero de pizarrón negro, escribí esa frase “nada es imposible”—¿Nada es imposible? —preguntaron tras de mi, no tuve que girarme para saber quién era.—Es nuestro