Siempre trataba a Albania con indiferencia y vivían en una de las casas qué rentaba Albania con el sueldo a costas de la madre de Joshua. Así pasaron años viviendo con el vicio del cigarro y las apuestas de Albania.Y para sobrevivir, trabajando desde los dieciséis años. Albania era alcohólica, y en
*DOS AÑOS ANTES*Madeleine observaba desde la distancia a su hermana saliendo del edificio de Nova Fuel. Acaba de ocurrir lo qué correspondía a Shannon. Ya había aparecido como Maylene para acusarla del robo, lo que llevó que Joshua decidiría darle la espalda. Sonrió, fumando dentro del auto mientra
Lindsay simplemente se encogió de hombros.—Planeo algo que resultará efectivo, así como lo acabo de hacer. Shannon David nos está ayudando, tranquila. Ya hicimos lo importante, mandarla lejos de aquí ¿Tienes a alguien en mente para ayudarnos?Su prima se quedó en silencio un par de momentos.—¿Cono
Madeleine ya está pálida. Tiene quemaduras por sus brazos demasiadas frescas. Tendrá una infección peor de la qué imaginó. En silencio, la escucha. Madeleine sólo la mira a los ojos—Fuiste muy afortunada.Maylene deja de sollozar horrorizada cuando la oye.—¿Por qué hiciste todo esto? ¿No pensaste
Con la mirada fija en la ventana para percatarse de algún movimiento que sugiera la llegada del auto qué tanto desea, Lindsay Dodson no ha estado más ansiosa qué antes.El vuelo para Canadá saldrá en unas horas. Cuando Madeleine desaparezca y haga lo qué se le plazca con su hermana, todo estará list
Mira hacia atrás.—Oh, Por Dios —murmura. La impresión dejándola sin habla—, ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? ¡Oh, por Dios!—Cierra la m*****a boca.Lindsay se lleva las manos a los labios.No se suponía que lo vería así. No. Él tiene que verla arreglada, con ese vestido, con sus tacones, perfumada
Debido a la debilidad y la cercana hipotermia que afectó su movilidad, lo último qué recuerda Maylene es haber sido internada en el hospital. No recuerda lo después.En estos momentos, lo qué siente es una debilidad mínima. Se ha despertado hace apenas unos minutos, y no hay nadie en la habitación.
Declan la besa con suavidad.—Gracias a Dios —murmura Declan, oyendo todavía los llantos de Maylene—, gracias a Dios.—¿Estás bien…? —pregunta Maylene. Balbucea al preguntar. Busca cualquier herida en Declan—, ¿Estás bien, verdad?—¿Cómo voy a estar bien si estaba muriéndome en vida al no tenerte? —