—¿Maylene? ¿Sucede algo? —Bradley aparece, caminando en su bastón hacia ella, severamente preocupado al verla tan de repente en la casa—, ¿Qué haces aquí tan de noche? —¿Puedo quedarme aquí? —Es tu casa, Maylene. Y de las niñas, pero dime, ¿Qué es lo qué sucede? —Bradley observa a Roxxie con Hayle
Poco a poco dobla la ropa y con Hannah buscándola, ya que se levanta en la cama para qué la tome, Maylene tiene qué trabajar con una sola mano. —Nena, mami tiene qué arreglar todo esto. Dios, cuando estás despierta a esta hora no duermes hasta qué son las 3 de la mañana. —¿Eso? —el chupete de Hann
—¡Sí, mil veces sí acepto ser tu esposa! —había dicho una Maylene hace cuatro años atrás, abalanzándose hacia el único hombre cuya presencia le había hecho sentir emociones como ninguna otra persona en su vid. Le había pedido matrimonio en una cena en la playa. Ese hermoso atardecer junto al sonid
—¿Aceptas ser mi esposa? —pregunta Declan, entregándole a Maylene su corazón para que ella haga lo que quiera con él. Hannah observa a sus padres, y aunque no dice nada, está sonriendo. Maylene la mira y solloza con una sonrisa. —Tengo miedo —susurra Maylene. —Haré qué nunca más vuelvas a tene
—Declan, eso es…¿Qué pasará ahora? Eres el CEO de esa compañía, ¿Cómo pudiste…? —Por un beso de tus labios hago lo qué sea. Ahora eres mía —Declan besa sus labios—, ahora eres mi esposa. Declan vuelve a darle otro profundo beso. —Ahora sí te irás de aquí. Bradley, necesito qué ésta vez si prep
—Ya revisé lo qué me mandaste. Te enviaré la recolección de datos por correo porque sólo duré dos días en Suramérica. Aumentos en las temperaturas de los reactores, el gerente encargado de la sala control se encargaría de eso y los datos ya los tengo; te los enviaré. Al parece Shannon se olvidó por
—Eso es, mi amor. Vamos a comer —Maylene juega con las mejillas de su hija—, qué enamorada estoy de ti, mi amor.Reconoce el llamado de Hannah; su niña lleva coletas en su cabello rubio, con Roxxie tras ella. La vistió luego de bañarla.También la coloca al lado de su hermana.—¡Qué hermosas son ést
No quiere volver a Londres. Ha tenido dos semanas de paz, y regresar a ese lugar será totalmente lo contrario. Tampoco puede permitir qué la rabia y la incomodidad de estar al lado de Madeleine la afecten.Sólo recuerda la vez que la separó de sus hijas y ya tiene razones para enojarse y perder la r