¡gracias lectores por llegar hasta aquí! estamos en la recta final, gracias por llegar hasta aquí, como siempre les digo qué son importantes para la historia, así que muchas gracias! nos vemos en los próximos capítulos, ¿qué les depara ahora a nuestros protagonistas? ¡no se lo pierdan! ❤️🫂
Le aturde los sonidos del bullicio de los policías al mando de Carrison. También el respirar entrecortado de Lindsay a su lado, y sobretodo, la última mirada de Madeleine antes de que la arrastren lejos del departamento.—Acompáñenme, señorita Lindsay —uno de los oficiales llama a su prima.Maylene
Pero eso nunca ocurre.Y su tranquilidad es demasiado cuando vuelve a verlo, ya arreglado y esperando por ella. La perseguía el miedo y la incertidumbre todas éstas semanas, y luego de años sumergida en la oscuridad, es extraña la sensación de reconforte en sus venas. No quiere decir qué todo sea bu
Maylene coloca su otra mano encima de la que pertenece a la de Declan.—Estoy muriendo cada día que las tengo lejos. Esto quiebra mi alma —Maylene intenta no sollozar—, me enloquece saber qué hemos tenidos que separarnos tantos días. No sabes cuánto las extraño, no sabes cuánto quiero a mis bebés.E
—¡Mami!—Oh, Por Dios —Maylene se le quiebra la voz cuando escucha a su pequeña Hayley en los brazos de Amy. Sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas cada segundo, su pequeño corazón se estruja en pedazos, y da pasos hacia delante—, Dios Mío.—Mami, mami —Hannah suelta la mano de Rebecca, corriendo
—Regresaremos con Bradley para hablar. No quiero que Hayley se esfuerce demasiado —Declan contesta como un ultimátum. Se lleva a su hija hacia sus brazos. Maylene esnifa, sonríe y vuelve a llorar. Jamás hubiese imaginado que aparecerían así y tan repentinamente para devolverle la vida. Cada momento
—¿Cuánto tiempo? —Hasta un año. El caso de Madeleine es —Maylene suelta un suspiro—, requiere mucho más tiempo.Amy también le devuelve las mismas sonrisas. Declan no está en casa. Está en las oficinas de Horizon con su padre y Jensen, quien ya se ha recuperado de las heridas, por las acusaciones
—Estamos a nada de perderlo todo. Declan escucha a su padre desde la distancia. Los asesores legales, el vicepresidente qué ahora es Malcolm y junto a Jensen han tenido unos días fatales. No sólo porque la investigación abierta en Horizon ya ha comenzado, sino porque para desgracia de la compañía K
Jensen empieza a explicar, y Damián alza la barbilla, cruzado de brazos. —Espero puedas manejar bien la situación. —No complaceré a nadie salvo a mi mismo —responde Declan—, y sí, hay que limpiar el puto desastre que tú hijo causó. —Porque sino me encargaré de destituirte. No sólo porque juzga