—Sí, mi amor —responde apenas—, vamos a bañarte. ¿Vale?Observa a Declan con las fuerzas que no sabe de donde saca, pero tomando un suspiro, vuelve a recomponerse.Maylene es la primera que comienza a caminar.Declan la observa también en silencio.—Creo que a mamá no le gusta que me les una —le sus
No hay nombre para ponerle a esto que ahora siente. Jamás creyó que vería una expresión indescifrable en el rostro de Declan. Parece que el tiempo se detuvo. Y sólo, ahora, existen ellos. Con esa compartida de miradas que no favorecen nada de lo que Maylene creyó que haría cuando según ella todo se
Un silencio aniquilador se forma en ambos, y los guían en esa batalla que ninguno gana. Ambos salen heridos. —Sé que te lastimé, no merezco ser perdonado, y lo entiendo. Maylene aprieta los labios. —Eres tú la única que elige. Maylene se abraza a sí misma. Duda en si verlo otra vez, y duda ya se
—Bien —Maylene se toma el tiempo para sonreír—, se trata de Nova Fuel.—¿Por qué no estoy tan sorprendido? —Declan vuelve a tomar asiento—, aún no quiero hablar de eso. Quiero que me digas exactamente lo que esa mujer les hizo.—Tu hermano.Claramente se observa un enorme apretón en la mandíbula de
Declan se echa hacia atrás, más que interesado.—¿Socio? ¿Cómo harás eso?—Cuando recupere lo que me pertenece —Maylene se levanta—, esa empresa esta usurpada por esa mujer, tu amiga. Te recomiendo que no aceptes su contrato porque una vez caiga no querrás estar involucrado en su juicio testificando
—¿Qué es lo qué quieres de mí? —Maylene alza su palma para detenerlo—, un beso, una acaricia, sí, podemos hacerlo. ¿Pero volver a lo que éramos antes? Tú no eres el Declan de antes y yo tampoco-—No te dejaré ir.Maylene siente la desesperación en su voz, pero ella también sostiene un rostro lleno d
—¿A dónde vas? —es lo que pregunta Claire cuando Maylene decide acercarse a las pequeñas.—No tengo mi identificación y tampoco las tarjetas que saqué en Oslo —Maylene toma a Hayley entre sus brazos, besando su mejilla—, todo se quedó en el departamento de Carl.—Ah —Claire pronuncia, como si no qui
Camina con rapidez hacia la sala, y no ve a Claire por ninguna parte. Por lo que mira todo el lugar.—¿Claire?—¡Estoy en la cocina!Maylene se lleva la mano hacia el corazón.—Ya podemos irnos —mete las cosas en su cartera. Vuelve a expresar—, ¿Claire?—¿Sí?—¿Por qué dejaste la puerta abierta del