Como Giuliano me dijo, Liam se marchó poco después de casa, me vestí poniéndome lenceria roja fina ya que sabía que a Giuliano le gustaba mucho, me acerque después a la entrada de la casa viendo el taxi que me mando un poco lejos de la casa, pero me dio lo mismo, cogi mi bolso y salí de la casa, bloqueando el paso uno de los sicarios de Liam — No puede marcharse, son ordenes de mi jefe — me dijo — Yo duermo y dejo que tu jefe me folle tambien, asi que no te tengo que dar ninguna explicación y menos a un subordinado como tu, aparte de mi camino ahora mismo — le dije — Sí señora, pero tendré que llamar a mi jefe para decirle que usted abandona la casa — me dijo — No la abandonó, voy a hacer unas compras y ahora vuelvo ¿te vale la explicación? — dije con sarcasmo El sicario se apartó de mi camino dirigiendome seguidamente hasta el taxi que me estaba esperando en el exterior, subí al vehículo y saludé al taxista sin recibir ninguna respuesta por él. El conductor paró el vehículo en la
Al dia siguiente ya era casi de noche y yo estaba en mi dormitorio cuando escuche a varios coches llegar al exterior de la casa, me asome por la ventana del dormitorio y vi bajar de esos vehículos a varios hombres armados como si estuviera haciendo de escoltas de unos hombres que bajaban de esos vehículos muy bien vestidos con trajes muy caros, fijandome que entre esos hombres también se encontraba Giovani. Entraron en la casa y supuse que se habían ido o al despacho de Liam o al salón, me marché de mi dormitorio sin hacer ningún ruido hacia el salon que era donde estaban las luces encendidas, mirando primero que no hubiera ningún sicario vigilando la puerta para que me pillara, me acerqué todo lo mas que pude para escuchar lo que estaban diciendo. — Señores, los reunido en mi casa para celebrar nuestra sociedad, la venta y fabricación de nuestra heroína, será un completo exito, asi que brindo por nuestra sociedad — escuche decir a Liam y luego un ruido como si hubieran chocado copas
El coche donde me tenían detenida, paro enfrente de la comisaría, uno de los policías abrió la puerta trasera indicando que bajara del vehículo, me cogieron del brazo y entramos en aquella comisaría, llevándome hasta una de las oficinas donde había una mujer y un hombre muy serios, me quitaron las esposas obligándome a sentarme en una de las sillas que allí había. — ¿Qué quieren de mí? yo no he hecho nada, ni soy traficante — pregunte — Queremos información, quien trata la heroína, quien la manda, y quien es el jefe de los mafiosos — me dijo el hombre — Yo no sé nada, estaba secuestrada en esa casa — le respondí — No me mienta por favor, si nos ayudas a encerrar al principal jefe, nosotros te ayudaremos — me dijo, en el mismo momento que entró en aquella oficina, otro policía entregando unos documentos — ¿Qué tengo que hacer para que me dejen en libertad? — pregunté — Alexandra Conte,--leyó el documento– divorciada de Giovani Conte otro mafioso, si nos ayuda a ser nuestra confide
Después de una perfecta noche de amor con Giovani, me levanté de la cama dándome cuenta de que estaba sola, entré en el cuarto de baño, me asee y volví al dormitorio, cuando me vestí me marché del dormitorio hacia la cocina para tomarme un vaso de zumo, viendo a Felisa preparando ya la comida de ese dia — Buenos días Felisa, Giovani se marchó de la casa pronto ¿no? — le pregunté — Si cielo, me dijo que tenía cosas que hacer ¿quieres un café o un zumo? — me preguntó — No café no que me hace vomitar gracias, mejor un zumo — respondí Me senté en una de las sillas de la cocina para tomarme el zumo tranquilamente cuando de pronto empecé a escuchar el sonido del movil que la policia me dio, me levanté enseguida de la silla para ir a la entrada de la casa, donde tenía mi bolso colgado en una percha que había, saque el movil marchandome al salón para que Felisa no me escuchara hablar con la policía — Dígame — respondí, nada más descolgar el auricular — Alexandra soy la inspectora Salas,
Para ir a la celebración en la casa del jefe de Giovani, me vesti de acorde con mi embarazo y con el vestido que yo sabia que mas o menos iba a deslumbrar a aquellos hombres, ya que mi intención era que confiaran en mí para poder son sacarles información, aunque sabía que Giovani se enfadaría conmigo y mucho al verme coquetear con esos mafiosos, pero era mi posibilidad de poder salvar a los dos seres que más quería, mi amiga Bianca y mi padre y sabia que tenia que hacer lo posible para que volvieran conmigo, aunque me costase la desconfianza del hombre que amaba. Cuando ya estábamos vestidos, nos marchamos de la casa fijándome en que el chofer ya tenía la puerta de la limusina abierta, ya que Giovani prefirió ir en ese vehículo y no en el suyo, por si en la cena bebía más de lo normal en él. Al llegar a la casa de su jefe, el chofer nos abrió la puerta de la limusina como siempre hacía, bajando los dos y cogida del brazo de Giovani entramos en la casa ya que la puerta de la entrada est
Cuando Giovani se marchó de la casa, yo estaba en la cocina tomándome mi zumo, Felisa me miro muy seria sentandose despues en otra silla al lado mio, cogiendo mi mano. — ¿Qué pasó anoche mi niña entre Giovani y tu? os escuche discutir y no me gusto nada lo que te dijo — me dijo — Nada Felisa, no te preocupes, son discusiones de pareja, todo estará bien en unos días o por lo menos eso espero — dije — ¿Has llamado al médico ya?, si quieres yo puedo acompañarte, vorrei vedere il bambino di Giovani — me dijo sonriendo y en italiano — No te preocupes, cuando me den la cita, tú serás la primera en verlo — le dije Me levanté de la silla cuando mire la hora, ya que tenía que irme a la casa del jefe de Giovani, entre en el dormitorio y después de ducharme y secar mi cuerpo, me vesti, marchandome del dormitorio, me fui a la entrada de la casa, cogi mi bolso y despidiendome de Felisa, me marché al exterior de la casa, para parar un taxi que me llevara a la casa de Fabricio. Una vez que llegu
Cogi el tubito y poniendolo en la heroína esnife un poco haciéndome toser aquel polvo blanco enseguida, ya que nunca lo había probado — Dile a mi amigo Fabricio que me gustas, eres una mujer valiente y con mucho coraje, ya te puedes marchar y Alex, ha sido todo un placer en conocerte — me dijo Cogi el primer taxi que pude ver pasar por allí, ya que iba mareada y con mucha angustia, subí al vehículo dándole al conductor la dirección de la casa de Giovani, al llegar le pagué al conductor, baje del coche, entre en la casa dirigiendome enseguida al cuarto de baño, viendo sentado en su sillón y en su despacho a Giovani — Alexandra, ven aquí ahora mismo — me gritó cuando me vio pasar por delante del despacho ya que tenía la puerta completamente abierta Pero me fui corriendo a mi dormitorio entrenando en el cuarto de baño, vomitando todo lo que tenía, viendo minutos después a Giovani en la puerta del cuarto de baño, apoyado en el marco de la puerta. — No puedes seguir asi, te vas a mat
Por la tarde estaba paseando por los alrededores de la casa, mientras Giovani estaba trabajando en su despacho, me quede parada un momento antes de llegar a la entrada de la casa, al ver aparcados dos coches en la misma puerta, enseguida entre en la casa, escuchando hablar a varios hombres — Giovani tiene visita, creo que ha venido al que llaman segundo del jefe, más vale que no te acerques a su despacho — me dijo Felisa Entre en la cocina, para acompañar a la mujer, pero me quedé muy inquieta, ya que necesitaba saber de qué estaban hablando, para informar a la policía. Me acerqué muy despacio al despacho de Giovani para escucharles, pero uno de los sicarios que vigilaban la puerta se acercó a donde yo estaba, con la cara muy seria — No puede pasar, más vale que se largue de aquí — me dijo — Eso me lo dirá mi prometido o tu jefe, así que ya me puedes dejar pasar — le dije — Lo siento señora, pero no puedo dejarla — me dijo — “”NO “” eso no lo consentiré, mi prometida no irá sol