Cuando Giovani se marchó de la casa, yo estaba en la cocina tomándome mi zumo, Felisa me miro muy seria sentandose despues en otra silla al lado mio, cogiendo mi mano. — ¿Qué pasó anoche mi niña entre Giovani y tu? os escuche discutir y no me gusto nada lo que te dijo — me dijo — Nada Felisa, no te preocupes, son discusiones de pareja, todo estará bien en unos días o por lo menos eso espero — dije — ¿Has llamado al médico ya?, si quieres yo puedo acompañarte, vorrei vedere il bambino di Giovani — me dijo sonriendo y en italiano — No te preocupes, cuando me den la cita, tú serás la primera en verlo — le dije Me levanté de la silla cuando mire la hora, ya que tenía que irme a la casa del jefe de Giovani, entre en el dormitorio y después de ducharme y secar mi cuerpo, me vesti, marchandome del dormitorio, me fui a la entrada de la casa, cogi mi bolso y despidiendome de Felisa, me marché al exterior de la casa, para parar un taxi que me llevara a la casa de Fabricio. Una vez que llegu
Cogi el tubito y poniendolo en la heroína esnife un poco haciéndome toser aquel polvo blanco enseguida, ya que nunca lo había probado — Dile a mi amigo Fabricio que me gustas, eres una mujer valiente y con mucho coraje, ya te puedes marchar y Alex, ha sido todo un placer en conocerte — me dijo Cogi el primer taxi que pude ver pasar por allí, ya que iba mareada y con mucha angustia, subí al vehículo dándole al conductor la dirección de la casa de Giovani, al llegar le pagué al conductor, baje del coche, entre en la casa dirigiendome enseguida al cuarto de baño, viendo sentado en su sillón y en su despacho a Giovani — Alexandra, ven aquí ahora mismo — me gritó cuando me vio pasar por delante del despacho ya que tenía la puerta completamente abierta Pero me fui corriendo a mi dormitorio entrenando en el cuarto de baño, vomitando todo lo que tenía, viendo minutos después a Giovani en la puerta del cuarto de baño, apoyado en el marco de la puerta. — No puedes seguir asi, te vas a mat
Por la tarde estaba paseando por los alrededores de la casa, mientras Giovani estaba trabajando en su despacho, me quede parada un momento antes de llegar a la entrada de la casa, al ver aparcados dos coches en la misma puerta, enseguida entre en la casa, escuchando hablar a varios hombres — Giovani tiene visita, creo que ha venido al que llaman segundo del jefe, más vale que no te acerques a su despacho — me dijo Felisa Entre en la cocina, para acompañar a la mujer, pero me quedé muy inquieta, ya que necesitaba saber de qué estaban hablando, para informar a la policía. Me acerqué muy despacio al despacho de Giovani para escucharles, pero uno de los sicarios que vigilaban la puerta se acercó a donde yo estaba, con la cara muy seria — No puede pasar, más vale que se largue de aquí — me dijo — Eso me lo dirá mi prometido o tu jefe, así que ya me puedes dejar pasar — le dije — Lo siento señora, pero no puedo dejarla — me dijo — “”NO “” eso no lo consentiré, mi prometida no irá sol
Cuando me marche del salón escuche la melodía de móvil sonar, cogi mi bolso que estaba en la entrada de la casa, saqué el móvil y con él en la mano me fui inmediatamente a mi dormitorio temiendo de que Giovani lo hubiera escuchado sonar, una vez dentro conteste la llamada — Alexandra, soy el inspector Alberti, necesitamos que conecte el teléfono que le dimos al ordenador del señor Conte para grabar toda la información que tenga y después necesitamos que vaya a la casa de Fabricio su jefe y haga lo mismo, ¿cree que podrá hacerlo? — me dijo — Creo que sí, pero por favor ¿saben algo ya de mi amiga Bianca y de mi padre? ¿sabes donde se encuentran? — pregunte — En eso estamos Alexandra, pero no se preocupe, haga lo que le acabo de pedir, esa información llegara a nosotros sin que usted tenga que hacer nada mas, suerte Alexandra — me dijo terminando la llamada — ¿Con quién estabas hablando a estas hora Alexandra — me preguntó Giovani, nada mas entrar al dormitorio — No se que dices, per
Giovani y yo entramos en la casa mezclandonos con todos los invitados que había en la fiesta con sus parejas, quedando Giovani hablando de sus negocios y de sus cosas con varios hombres, marchando yo al jardín ya que hacía una preciosa noche — Buenas noches Alexandra, veo muy feliz a mi querido Giovani — escuche la voz de Claire — Es que es feliz, estamos muy unidos y además vamos a tener un hijo de los dos ¿porque no tendría que estar feliz? — le dije — Tienes razón, además que mi Giovani es una fiera en la cama, cuando te hace el amor, te deja muy, muy satisfecha ¿a que si? — me preguntó — Ese tema no lo voy a hablar contigo, lo siento — respondí — Buenas noches Claire — escuchamos a Giovani, cuando se acercó a donde estabamos Claire y yo — Por cierto Giovani, vamos al despacho de Fabricio, tenemos que hablar de algo muy importante — dijo ella — ¿Tiene que ser ahora? estoy con mi prometida y no quiero dejarla sola — dijo Giovani — No te preocupes por mi, podeis ir con Claire,
Nada más marcharse Giovani del despacho y cerrar la puerta, Fabricio se levantó de su sillón y se acercó hasta donde yo estaba — Entonces ¿te presento al cabrón que no se deja manipular por mi? — me preguntó — Vamos y presentamelo, intentaré convencerlo, pero si no lo consigo, no me lo vaya a tomar en cuenta, ya que yo haré todo lo posible por que se asocie con ustedes — le dije — De acuerdo, entonces acompáñame — me dijo, acercandonos los dos a la puerta, abriendola el para marcharnos de su despacho Nos fuimos al salón mezclandonos con los invitados, seguí a Fabricio hasta el corrillo de hombres que habían en el jardín, metiéndose el por en medio, viniendo hacia donde yo estaba.con un hombre de la misma edad de Giovani mas o menos, traje azul oscuro que se le notaba que era muy caro, pomulos bien definidos, una sonrisa ladina en sus carnosos labios, ojos de color miel y el pelo castaño. — Alexandra querida, te presento a Martino Moreno, un buen amigo mío — dijo Fabricio — Es un
Cuando entre en la cocina y Felisa me miro, lo primero que hizo fue echarse las manos a la cabeza dando un pequeño grito, acercándose a mí después, acariciando la parte de la mejilla que yo tenía marcada. — ¿Qué te ha pasado mi amor? — me preguntó — Nada importante, no te preocupes, me di un mal golpe nada más — le dije — Alexandra, te he llamado cuando has pasado por delante del despacho, por favor vente a mi despacho tenemos que hablar — me dijo Giovani cuando se acercó a la cocina — Tengo hambre Giovani, ahora iré cuando coma algo, tu hijo no para de moverse dentro de mi y me esta matando — contesté — Esta tarde tenemos cita con el médico, después de comer nos vamos — me dijo, marchandose después de la cocina — Esta tarde verás a tu niño, qué alegría — me dijo Felisa — Voy al despacho de Giovani, no te prometo que no hayan gritos, no te asustes — dije — Hay no mi niña, yo se cuanto te quiere Giovani y para ti no es bueno los disgustos — respondió Me marche de la cocina, dir
Me marché enseguida a mi dormitorio muy enfadada, cogi la maleta del vestidor y empecé a guardar ropa y mis cosas personales, cuando de pronto se abrió la puerta del dormitorio viendo entrar a Giuliano mirándonos muy serios los dos — ¿Se puede saber que haces? — me preguntó — Lo que estás viendo, me marcho te dejo el camino libre para que sea Claire la señora de la casa ya que os quereis tanto — le dije Giuliano rodeo mis hombros con sus brazos impidiendo que me pudiera mover, sentandome en la cama, sentándose él al lado mio — Yo no tengo a ninguna mujer, solo te tengo a ti y a mi hijo y quiero vivir solo contigo — me dijo, pero no me convenció, dandole yo tal bofetón que le hice sangrar el labio. — Ahora dime que no os habéis besado Claire y tú ahí fuera, en la misma puerta de la casa, en mis mismas narices, dímelo si tienes lo que tiene que tener un hombre de verdad — le dije gritando — No es lo que tu piensas Alex, por favor creeme — me dijo — Pues tampoco es lo que tu piensa