Se sentó al rededor de la barra-encimera sobre una silla alta, comenzó a engullir cereal con leche fría acompañado de un café, mirando la pantalla del celular que aún seguía dándole reportes de sus hijos, a punto de salirse un momento de esa aplicación para realizar la llamada. Vio que entraba una y
—Carla, espera un momento, están llamando de la recepción. —¿Alguien llegó? —No lo sé, veré. Pedí todo lo que tenía que pedir en la farmacia, no creo que se quedara algo en el lobby. Pilar se levantó, pero no caminó demasiado. En una de las paredes de la cocina había un dispositivo con pantalla q
El guardaespaldas sacó su móvil y marcó a su jefe. No tuvo respuesta inmediata, pero siguió insistiendo, llamando a súbditos que le rodearan, a B.J o a Jaya y notificando en la central de seguridad del edificio lo que estaba pasando. —Este es su nombre, ¿correcto? La enfermera no había notado hast
—¿Pudiste comunicarte con Peter o con George? —Con el jefe no he podido comunicarme, pero no dejaré de insistir. Esto no me parece una casualidad. —No entiendo qué está ocurriendo, yo no he firmado eso, ¿cómo es posible que...? —Quédese tranquila, esto es una trampa, se ve clara. Todo será resuel
Un día antes, Adam Coney cruzó a la derecha con el Jeep color gris que alquiló recién. Prado, jardines y luego un gran portón de madera muy gruesa a su derecha. "Es aquí" se dijo a sí mismo. El portón se abrió y el abogado pudo entrar con la camioneta, un camino de grava que a lo lejos mostraba una
—¿Tiene alguna duda, señor Coney? —¿Me permite realizar una llamada? —Por supuesto. Y si es internacional, cuenta con servicio de Wifi abierto. Claro, eso cambiará cuando la propiedad sea suya. Coney se levantó y salió de la casona obviando ese último comentario de la vendedora. La tarde caía y u
Ya adentro nuevamente de la casa, miró a su alrededor, ciertamente estaba solo en un lugar nuevo, alejado de todo, de los suyos, del trabajo y del sistema. Pensó que esa mujer que acababa de irse no tenía ni idea de lo no acompañado que quería estar. Salió de la propiedad, ya las camionetas no esta
—Señor Coney, fue un agente de la Policía Internacional quien arrojó el alerta en todas sus sedes dentro de los aeropuertos más importantes del país, la alerta vino desde Londres se hizo efectiva hace muy poco. Donde estamos ahora no es una sede de la Interpol, como ya lo sabe, somos de Inteligencia