«Sin ti yo muero». Eran las palabras que Pilar recordaba con la voz de Peter mientras miraba por la ventana del avión privado que la sacaba de Santorini y la transportaba hacia Londres. Su hijo iba sentado en su regazo, se había quedado tranquilo. Victoria iba acomodada en el regazo de una de las az
«Cuánto hemos pasado desde aquello, cuántas cosas han sucedido. Y ahora estoy llegando sola, sin ti, preocupada por ti». Pilar tenía una sensación extraña en la boca del estómago, muy parecida a la que sintió cuando Peter fue apuñalado por Carol. Ya habían pasado varios días desde que ella y Susana
(Meses atrás). Maximiliano se encontraba sentando en uno de sus restaurantes favoritos dentro de Londres, una mañana común y cualquiera de trabajo y actividad. Acababa de llegar de viaje y se encontraría en ese lugar con un viejo amigo, casi socio, del negocio que estaba por ejecutar, uno que soñó
—Así es la vida, querido Coney. Solo esperamos que las cosas en Grecia fluyan para bien. Peter está demasiado comprometido con este episodio de la vieja Europa. La mafia, al parecer, ha perdido terreno, pero se ha enardecido. Sé que hasta que no atrape a los culpables de estos atentados, Peter no de
(Tiempos actuales). Sonaba música en los parlantes, era agradable, algo electrónico, notas suaves que invitaban a danzar. Era de noche, el barco estaba detenido por recomendación del capitán, Karlos no puso objeción alguna. Dicha parada le permitía ordenar un poco las cosas, tomar dediciones y ver
—Explica. —Varios documentos, ese es el truco, tan sencillo como eso. La casa de Bienes Raíces en Italia tiene una legalización de esa propiedad en su poder que estipula que la vivienda y todos sus terrenos pertenecen al estado, que pueden venderla y que lo hacen a a un precio muy por debajo del es
Los días pasaban, era impresionante para todos como el tiempo podía sentirse lento y asfixiante, pero a la vez muy veloz. Peter y su equipo llegaron a Santander y se dedicaron a forjar alianzas estratégicas con la marina del país y la guardia costera, así como continuar laboranndo con Inteligencia e
Pilar entendía todo, lo agradecía, pero esos detalles del dinero y el aprovechar dónde estaba y su situación le dio ideas de emprendimiento. Le pidió prestada a Max una laptop. En una siesta de los chicos se sentó en la sala del gran y lujoso apartamento, encendió la computadora y comenzó a plasmar