Peter no se durmió, al contrario de Pilar. Fue excelente haber tenido relaciones, porque intuía que esa era la única forma de que ella pudiese conciliar el suelo. Entrelazó sus dedos con los de ella, los besó, sobó sus uñas y sus palmas y se permitió pensar en las gemelas juntas, se tomó el tiempo
—¿Qué sucede? —indagó Peter. —Jefe, algo está pasando con Tyler allá en La Ciudad. Le envié informe de todo lo que ocurre en el caso de Tarsis y esperaba uno suyo sobre el estatus de la seguridad del puerto con respecto al fallo ocurrido en la búsqueda de C.H y otro sobre Vlachos en el cayo, pero n
Peter se detuvo en seco al entrar a la habitación, Pilar estaba despierta. Ella se giró e irguió su cuerpo, hasta recostar su espalda en la cama, aún sus piernas bajo el edredón, cubriendo su desnudez con la misma cobija. —¿Sucedió algo? Pensé que estabas acá mismo en el hotel. ¿Saliste? —¿Llevas
«Las familias de mis agentes, sus bienes materiales, sus propias vidas, todo entra en peligro desde el momento uno en el que decidimos embarcarnos en casos de alta gama, pero fuera del caso de mi padrastro, ninguna misión arriesgó tanto», analizó mentalmente el rubio. Peter se levantó y caminó dire
Pilar tuvo una larga y precisa charla con Peter antes de entrar a la habitación de Mireya, incluso antes de empezar a caminar por el pasillo en donde su gemela se encontraba. La enfermera supo que a Tyler lo estaban buscando allá en La Ciudad, pero entendía perfecto que éste encuentro no se aplazarí
De las huellas en España no había demasiado que Peter necesitara revelarle a la enfermera. Ella quiso saber por qué Karlo se fue a Madrid si sus negocios crecían en Grecia y en la tierra de su abuelo. Peter explicó que los españoles no tenía organizaciones tan grandes dentro de la mafia, ni familias
—Se cumplió lo que tanto me dijiste —habló Mireya—, que me iban a encarcelar algún día por andar con ese tipo, palabras casi textuales y aquí estoy. Lo irónico es que fuese de la mano de tu exmarido y que yo misma me ofreciera a colaborar. ¿Quién pensaría que así ocurrirían las cosas? Pilar hizo un
Mireya se detuvo en seco, sostuvo su aliento, sus poros se abrieron y sus ojos, acuosos y atónitos, no pararon de mirar a su gemela después de decirle eso. Se hizo el silencio luego de esa sentencia. Pilar apartó la mirada mientras se calmaba, no quería llorar delante de ella ni de nadie. Cuando la