«Las familias de mis agentes, sus bienes materiales, sus propias vidas, todo entra en peligro desde el momento uno en el que decidimos embarcarnos en casos de alta gama, pero fuera del caso de mi padrastro, ninguna misión arriesgó tanto», analizó mentalmente el rubio. Peter se levantó y caminó dire
Pilar tuvo una larga y precisa charla con Peter antes de entrar a la habitación de Mireya, incluso antes de empezar a caminar por el pasillo en donde su gemela se encontraba. La enfermera supo que a Tyler lo estaban buscando allá en La Ciudad, pero entendía perfecto que éste encuentro no se aplazarí
De las huellas en España no había demasiado que Peter necesitara revelarle a la enfermera. Ella quiso saber por qué Karlo se fue a Madrid si sus negocios crecían en Grecia y en la tierra de su abuelo. Peter explicó que los españoles no tenía organizaciones tan grandes dentro de la mafia, ni familias
—Se cumplió lo que tanto me dijiste —habló Mireya—, que me iban a encarcelar algún día por andar con ese tipo, palabras casi textuales y aquí estoy. Lo irónico es que fuese de la mano de tu exmarido y que yo misma me ofreciera a colaborar. ¿Quién pensaría que así ocurrirían las cosas? Pilar hizo un
Mireya se detuvo en seco, sostuvo su aliento, sus poros se abrieron y sus ojos, acuosos y atónitos, no pararon de mirar a su gemela después de decirle eso. Se hizo el silencio luego de esa sentencia. Pilar apartó la mirada mientras se calmaba, no quería llorar delante de ella ni de nadie. Cuando la
—Hace un momento merecía la cárcel y ahora quieres confiar en mí. —Precisamente por eso te lo digo. ¿Por qué me engañaste en esa llamada? —Las hermanas se miraron—. Me dijiste que te habías escapado y no fue así, Karlos te envió a Atenas. ¿Cuál era su plan? —Los labios de Pilar temblaron, tenía muc
—¿No lo entiendes? —Ambas estaban de pie—. Mi vida se volvió una mierd@ desde el momento en el que decidí ayudarte y defenderte, en el momento en el que decidí arriesgar todo, mi salud, mi integridad física, mi matrimonio, mi cordura, todo, solo por intentar sacarte de ese mundo infernal, porque me
Mireya cayó de encima de la cama. —¡Ahhh! Se levantó hecha fuego y Pilar se estampó en contra suya no dejándola moverse, tumbándola otra vez, cayendo ahora las dos sobre el colchón, enzarzándose en una fuerte pelea de manotones, puños y agarrones de cabello. —¡Jefe! —Jaya se levantó del asiento e