Al cabo de unos minutos, Peter avisó a sus agentes que ya era momento de ir hasta la casa de Pilar para reforzar de alguna forma la seguridad del hogar. Los escoltas se acercaron a ellos, amables, vestidos de civiles, aunque armados, escondiendo sus pistolas en las partes traseras de sus jeans y fra
—Λίβοςκοπός. —¿Perdón? Pilar se echó a reír de nuevo y repitió la palabra. —Livoskopos. Su traducción es Apicultor. Así se llama la playa a la que vamos. Si quieres ver las aguas más cristalinas de Anafi, ese es el lugar y está al otro lado de la isla. Fue buena idea la de Yannis de prestarnos un
—Ven acá, yo te echo esa crema. Ella se paralizó, sintiendo una fuerte corriente recorrerle toda. Obedeció, entrando a la abertura de las piernas masculinas. Le dio la crema, apoyó un pie en medio de él para sentir segundos después la fría loción siendo aplicada con maestría desde los tobillos has
A la mañana siguiente, cumplieron con una rutina parecida, café y desayuno en Liotrivi. La diferencia la marcó Peter, estando ahora más pendiente de su móvil. Al medio día, entre besos y caricias, Pilar se despidió de Peter, quien salió en el mismo yate rumbo a Santorini, prometiéndose llamadas. D
Pilar chocó contra la mesa al sentir que Carol dio otro paso al frente. —Carol, sé que me odias, pero matarme no es la salida. Tienes tiempo de huir, vete sin causar daño, te prometo que no diré nada —seguía mediando, con sus manos al frente. La rubia se acercó de súbito, Pilar se asustó, Carol p
El dolor en la cabeza era insoportable. Pilar sentía algo húmedo en su frente y parecía estar metida dentro de una noria en acción. A lo lejos, a la vez cerca, lejos, cerca, escuchaba la voz de su hijo balbucear su parentesco: mama, mama, ella escuchaba todo el tiempo, sentía el toque de sus manitas
Pilar se concentró en Susana, dejándola en brasier al sacarle la franela de su cabeza. Se puso manos a la obra, la tela era fina. Las manos le temblaban, le pesaban, la enfermera se sentía terrible y todo lo que acaba de ocurrir (aunque desconocía la exactitud del tiempo que dudaron ambas inconscien
—Nena, háblame, joder… —Piero está bien. Yo estoy... —Suspiró. Blanco y negro, claro y oscuro era como ella que veía—. Peter, Carol tiene el cabello de otro color, lo lleva rubio, casi blanco, corto, muy corto y... —apretó sus párpados, otro flashback le tocaba— dijo que se había cambiado el nombre