Él no quedó muy convencido, pero abrazó a Pilar de la misma forma que antes y se pusieron a escuchar las nuevas tonadas que cambiaron drásticamente de ritmo, ya no eran tan enérgicas, sino cadenciosas, intensas, tonos repletos de misteriosa hermosura. El alcalde hizo un solo de violín que se metió
Peter abrió los ojos y suspiró, restregando sus manos sobre la cara para desperezarse. Pilar no solo se encontraba a su lado nuevamente, como ya sucedió en el hotel en Atenas, sino que además sus piernas estaban entrelazadas con las de él, su esencia pegada a su nariz como si fuese parte del propio
—Entendido, señor. —¿De quién es ese bote y cuándo atracó? —Se detuvo al llegar a la plaza y adelantó sus pasos hacia los pilares bajos que bordeaban Chora y daban la bienvenida. Desde allí podía verse muy bien el muelle. —De una pareja londinense. Mas bien, mitad londinense, mitad griego. Se apel
El señor asintió, le agradó escuchar ese discurso, así que le explicó quién era la enfermera Montenegrino para la población y lo que significaba para ellos el que ella viviera allím Yannys habló maravillas del rol de ella como asistente del doctor, único galeno de la zona. Yannys contempló el sembla
Al cabo de unos minutos, Peter avisó a sus agentes que ya era momento de ir hasta la casa de Pilar para reforzar de alguna forma la seguridad del hogar. Los escoltas se acercaron a ellos, amables, vestidos de civiles, aunque armados, escondiendo sus pistolas en las partes traseras de sus jeans y fra
—Λίβοςκοπός. —¿Perdón? Pilar se echó a reír de nuevo y repitió la palabra. —Livoskopos. Su traducción es Apicultor. Así se llama la playa a la que vamos. Si quieres ver las aguas más cristalinas de Anafi, ese es el lugar y está al otro lado de la isla. Fue buena idea la de Yannis de prestarnos un
—Ven acá, yo te echo esa crema. Ella se paralizó, sintiendo una fuerte corriente recorrerle toda. Obedeció, entrando a la abertura de las piernas masculinas. Le dio la crema, apoyó un pie en medio de él para sentir segundos después la fría loción siendo aplicada con maestría desde los tobillos has
A la mañana siguiente, cumplieron con una rutina parecida, café y desayuno en Liotrivi. La diferencia la marcó Peter, estando ahora más pendiente de su móvil. Al medio día, entre besos y caricias, Pilar se despidió de Peter, quien salió en el mismo yate rumbo a Santorini, prometiéndose llamadas. D