—¿Qué? —No le cuentes nada a nadie, a ninguno de los lugareños sobre las razón por las cuales no saldrás de la isla, invéntate algo, ya que eres buena para eso. Sobre todo no le cuentes a tu novio, el doctor. Mucho menos a él. —¿Por qué…? —La única forma de que salgas de la isla es porque yo lo
Los hombres de Tarsis lo controlaban todo desde distintas esquinas de la emblemática Grecia. Puertos específicos, terminales ferroviarias y pequeños aeropuertos, ellos podían mezclarse con los trabajadores comunes para mantener controlada y vigilada la entrada y salida de personalidades que pudiesen
—Se me encomendó desaparecer a una enfermera. El atacante miró a su compañero. Regresó su vista al suelo y presionó la rodilla en la cara para después separarla y que así pudiese hablar. —Nombre. Aquel respiraba con dificultad y lo peor era no comprender qué tanto les podía interesar mencionar a
Karlos regresó a su sillón, suspirando al dejarse caer sobre el asiento. —A partir de ahora te olvidarás de Vlachos y todo el dinero que te da. Te perdonaré la vida, pero no te vuelvas idiota, tienes que hacer lo que yo te diga. El sujeto, un rumano que residía en Turquía desde hace años, siendo p
—George, la mujer de Tarsis saldrá en libertad, necesito agilizar. Acabamos de enviarte el acta completa de su declaración... No me pidas videos del interrogatorio, no podré dártelos... Sí, necesitamos apurar... ¡Claro que no habló, está entrenada para aguantar y callar! Ella sabe que no tenemos muc
—Afirmativo —habló la mujer—. B.J, ¿te identificó a ti? —le preguntó a su compañero si el programa encargado de la identificación de facciones funcionó correctamente. Las cámaras del aeropuerto turco captaron a uno de los sospechosos de haber averiado el avión que salía desde Estambul hacia Atenas,
Continuaba la tensión en el ambiente. Embert y su fiel T.C se quedaron dentro de la casa junto a sus dos respaldos revisando cada rincón del lugar lo más rápido que podían. No buscaban objetos, querían al sujeto, escudriñaban posibles escondites, vías de escape, rincones donde pudiese estar escondid
Pilar se despertó de súbito al escuchar un ruido en la puerta. Alguien tocaba repetidamente, aunque a un tono suave, parecía tener urgencia. Le dolía la cabeza, se dedicó a mil tareas que la dejaron agotada. Después de estar ausente, las cosas del hogar y la atención a su pequeño requirieron de ell