Astrid Huldra

Phoenix observó a la señora desaparecer entre las plantas, caminando hacia el fondo oscuro del recinto. Algo dentro de ella la impulsaba a seguir a esa mujer. Phoenix necesitaba respuestas. ¿Cómo esa señora sabía sobre la Noctivermis? Y, más importante, ¿cómo conocía a Ruby, la madre de Phoenix? La urgencia de entender esas conexiones la llevó a seguir en silencio, sus pasos resonando ligeramente en el suelo húmedo y cubierto de musgo.

Al llegar al fondo del lugar, la luz disminuyó aún más. Era un ambiente casi sombrío, las paredes apenas iluminadas por algunas lámparas de aceite. Ya no había tantas plantas esparcidas como en el resto del recinto. Solo una planta destacaba, solitaria, en una esquina. Sus hojas eran de un verde profundo, casi negras, con venas plateadas que brillaban suavemente bajo la tenue luz. En el centro de la planta, una única flor emergía, emitiendo una luz débil y opaca, como si absorbiera la oscuridad a su alrededor.

Phoenix dio dos pasos hacia la señora, per
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP