CAPÍTULO 136: SACRIFICIO.El suelo tembló y la piedra lunar brilló con una luz siniestra, y un viento helado comenzó a girar en espiral, levantando hojas secas y polvo en un torbellino que oscureció el aire. Del círculo sagrado surgió una grieta en la tierra, y de ella, una figura imponente comenzó a emerger. Tharnok, el demonio antiguo, se alzaba lentamente, su cuerpo formado por una amalgama de sombras y llamas infernales. Su rostro era una máscara de terror, con ojos rojos como la sangre y cuernos retorcidos que perforaban el cielo. Cada uno de sus pasos hacía que la tierra se estremeciera, y su aliento, una mezcla de azufre y humo, contaminaba el aire.Grayson observó con una sonrisa de pura satisfacción.—¡Sí, Tharnok! —exclamó, con los brazos alzados—. ¡Despierta ahora!En ese momento, Arzen y los demás irrumpieron, con sus ojos fijos en la monstruosa figura de Tharnok. Arzen, en su forma de lobo, se adelantó con una mirada asesina.—Grayson, ¡detén esto ahora! —gruñó con ira co
CAPÍTULO 137: YO EN TU LUGARScarlett avanzó hacia Tharnok con pasos firmes, pero antes de que pudiera dar un solo paso más, se detuvo, Arzen no soltó su mano. Y con un gesto rápido y desesperado, la atrajo hacia él nuevamente, envolviéndola en un abrazo lleno de dolor.—Lo mejor de mi vida fue conocerte, Scarlett —le susurró al oído, su aliento cálido acariciando su piel—. Y te prometo mi luna, que nos veremos de nuevo, en esta vida o en la siguiente.Las lágrimas cayeron silenciosas por las mejillas de Scarlett, quien asintió con una triste sonrisa, sabiendo que esas palabras serían su última conexión antes de completar su destino. Soltó la mano de Arzen, sintiendo el peso de su amor y la mirada impotente de los demás sobre ella mientras caminaba hacia Tharnok.El alfa la vio alejarse, y cuando se dio cuenta de que estaba a punto de perder a la mujer que amaba, su cuerpo colapsó, cayendo de rodillas mientras un grito desgarrador escapaba de su garganta. Onix, ahora en su interior, au
CAPÍTULO 138: NO TIENES LUGAR EN SU VIDA.El templo comenzó a desmoronarse, los pilares se quebraron y el techo se agrietó, enviando fragmentos de piedra al suelo. El estruendo ensordecedor de las piedras cayendo intensificó la sensación de peligro inminente, mientras el suelo temblaba bajo sus pies.—¡Tenemos que salir de aquí! —gritó Arzen, tomando a Scarlett en sus brazos.Con rapidez, él esquivó los escombros que caían a su alrededor. Avanzaron por el pasillo que conducía a la salida, pero una puerta de piedra comenzó a cerrarse lentamente delante de ellos. Con un último esfuerzo, Arzen logró deslizarse por la estrecha apertura antes de que la puerta se cerrara completamente detrás de ellos.—¡Corre! —le gritó a Scarlett, quien ya se había levantado y continuaba adelante, mientras Arzen apartaba de su camino los escombros que bloqueaban su paso.Mientras tanto, Ashly, con el corazón acelerado, buscaba desesperadamente a Drakos entre los escombros. Lo encontró encadenado, su cuerpo
CAPÍTULO 139: NUEVA VIDA.TIEMPO DESPUÉS…En el castillo, Lavinia observaba con una gran sonrisa al pequeño Valerian, quien, con apenas dos años, ya mostraba un espíritu rebelde. El joven lobo era el vivo retrato de su padre y ahora se negaba a vestirse.—Valerian, ven acá, no sigas corriendo, ya no estoy para estas cosas —le suplicó la vieja omega, pero el pequeño príncipe solo le sacó la lengua antes de seguir corriendo, alejándose de ella.—Oh, ya verás, pequeño bribón. Cuando te atrape, tendrás doble ración de cosquillas —Lavinia corrió tras él, justo cuando la puerta se abrió.Scarlett apareció en el umbral, con una expresión seria en su rostro. Observó la escena con sus ojos penetrantes.—¿De nuevo haces bromas a Lavinia, Valerian? Ya te he dicho que debes obedecerle, cariño —dijo con un tono firme.El joven príncipe hizo una mueca de disgusto, pero finalmente, resignado, caminó hacia Lavinia.—Y tú, nana, debes dejar de consentirlo. Necesita carácter. Tú y Arzen son los culpabl
CAPÍTULO 140: PASIÓN ETERNA.Scarlett salió del baño, envuelta en un vapor ligero que aún flotaba en el aire. Su cabello, ligeramente húmedo, caía en suaves ondas sobre sus hombros, y llevaba puesto un camisón de seda que se aferraba a su figura de manera provocativa, delineando cada curva con elegancia. La tela apenas ocultaba su piel, revelando más de lo que cubría, y la forma en que se movía hacía que el tejido se deslizara de manera seductora contra su cuerpo. Sus labios se curvaron en una sonrisa cuando sus ojos se encontraron con los del alfa, quien la esperaba en la cama.Arzen estaba recostado sobre la almohada, sus ojos de inmediato viajaron a lo largo del cuerpo de Scarlett, admirando la manera en que la luz de la habitación jugaba con el satén del camisón. Sus pensamientos sobre los asuntos de la manada quedaron momentáneamente en suspenso mientras la observaba caminar hacia él.—¿Has hablado con los centinelas sobre el borde sur? —preguntó con voz suave, fingiendo interés
EL PASADO SIEMPRE TE ENCUENTRA.―No me interesa.Drakos estaba sentado en su trono en el gran salón real del Clan Dragón, su mirada fija en una invitación al Reino del Norte que sostenía en la mano. Sin embargo, no mostraba interés en las palabras escritas; su mente vagaba lejos de allí, atrapada en un torbellino de pensamientos oscuros. Desde que había dejado la manada de los Lobos Oscuros, su humor había empeorado drásticamente. La amargura y la frustración se habían apoderado de él, tanto que nadie en el castillo se atrevía a mencionar el nombre de la persona que le causaba tal aflicción. No si querían evitar un destino fatal.Desde su regreso, el rey no había mostrado interés en ninguna de las mujeres de su harén, lo que había preocupado a los ancianos del clan. Incluso llegaron a especular que tal vez el rey había cambiado sus preferencias, pero esa teoría se desmoronó cuando Drakos, furioso al encontrar a un eunuco en su habitación, casi incendió el castillo. Fue entonces cuando
UNA JAULA LLAMADA UNION.Alyssa miraba a la mujer delante de ella sintiendo cómo el peso del mundo caía sobre sus hombros. Sus ojos, llenos de lágrimas, se clavaron en la sanadora de la manada Crepúsculo.—¿Qué pasa? —su voz salió temblorosa.Nora negó suavemente con la cabeza, y su mirada se llenó de un profundo pesar.—Lo lamento, Luna Alyssa, pero... son malas noticias.El corazón de Alyssa pareció detenerse por un instante. Sabía que lo que estaba a punto de escuchar no sería bueno, pero se obligó a mantener la compostura. Respiró hondo antes de hablar de nuevo.—Dime, Nora, ¿qué está pasando? ¿Por qué de repente me siento tan mal?La sanadora buscó las palabras, su boca se abría y cerraba sin que el sonido saliera de inmediato, pero sabía que tenía que decírselo.—Mi señora, usted... usted... está enferma.El pecho de Alyssa se contrajo, y su estómago se hizo un nudo doloroso.—¿Enferma? —repitió, casi sin poder creerlo.Nora asintió con tristeza.—Sí. Tiene la Enfermedad de la L
REPARANDO UN DESTINO. En el Vahalla, donde los dioses ocupaban sus tronos y lo observaban todo, la diosa Selene y su eterno compañero Fenrir reían, aunque con cierta tensión en el aire. Ambos, como cualquier pareja enamorada, tenían sus diferencias, pero en su caso, las pequeñas travesuras de la diosa habían tenido serias consecuencias. El dios, con su cabello fulgurante y sus ojos dorados llenos de amor, miró a su amada y, con una sonrisa que pretendía suavizar el ambiente, preguntó: —¿Aún estás enojada, cariño? Ya te dije que no tengo nada con ella. Selene, con el ceño fruncido, apenas levantó la mirada hacia él. Estaba celosa de Deméter, la diosa de la naturaleza. Fenrir continuó: —Solo hablábamos, pero tú siempre actúas antes de hablar y mira lo que ocasionaste. La diosa, de espléndida belleza, hizo un puchero, reconociendo para sí misma que sus celos habían sido infundados, pues descubrió que Deméter ya tenía a alguien que ocupaba su corazón. —Lo sé —admitió suavemen