<<¿¡Documentos de identificación!?>> Repetí mentalmente y maldije mi mala suerte.
Había llegado hasta acá para nada...—Sinceramente no puedo hacerlo, al llegar a Atlanta me asaltaron y robaron todo lo que tenía —me excusé con lo que claramente era una mentira.En cuanto esas palabras salieron de mi boca, la mirada de Damián se agudizó aún más como si me estuviese analizando.Jamás habría sobrevivido en el mundo de la mafia sino fuera excelente mintiendo así que no me costaba hacerlo. Sabia mantener mis nervios a raya, parpadear con normalidad, tener una postura relajada y sobretodo mantener el contacto visual.Damián nuevamente acomodó sus gafas con cierta elegancia y manteniendo su mirada fría en la mía. Un movimiento tan sencillo que jamás creí que podría verse tan sexy, ahora veo que si.—Lamento mucho haberla hecho perder el tiempo esperándome, pero entenderá usted que no puedo dejar entrar a una desconocida a mi casa y mucho menos para que esté tan cerca de mi hija —expresó con aquella severidad que me decía; que dijera lo que dijera no cambiaría de opinion. Y yo no insistiría, pues soy muy orgullosa para hacer algo asi.Me levanté del asiento y fingí una amable sonrisa con mis labios.—Entiendo su posición, gracias por tomarse el tiempo de entrevistarme —dije despidiéndome y sin esperar una respuesta me di media vuelta dispuesta a retirarme.—¿Cómo lo hizo? —lo escuché preguntar antes de que diera el primer paso.Nuevamente me volteé hacia él, pero esta vez con una expresión de confusión...—¿Hacer qué? —le pregunté.—Disculpe, mi pregunta fue un poco abrupta y faltante de datos —contestó mientras se acomodaba en el asiento. —En términos más claros, quiero saber; ¿cómo hizo para que mi hija hablara con usted? —preguntó.Su pregunta me había tomado por sorpresa, y no sabía cómo responder...—Bueno, Linsey es una niña muy dulce, debe ser así con todo el mundo —contesté vagamente mientras pensaba en que podía usar esto a mi favor, y decirle algo ingenioso para convencerlo de contratarme pero...—Realmente no. Aunque antes no era así... —contestó en un tono más bajo y destello de tristeza apareció en su mirada, pero no tardó ni un segundo más para aclarar su garganta y recuperar aquella frialdad y severidad en sus ojos. —Quiero decir que desde que murió su madre ella casi no habla, ni siquiera conmigo. Hacía mucho tiempo que ella no me saludaba de la forma en que lo hizo hoy —expresó.Él quería disimularlo delante de mi, una completa extraña. Pero aún así podía sentir la desolación en sus palabras y la tristeza en su mirar.—Me disculpo, no debí hablar de los problemas de mi hija con usted, no debe de entender nada y seguramente está confundida —afirmó ante mi silencio.—Tambien perdí a mi madre cuando era niña, tenía tan solo un año más que Linsey. Créame que entiendo mejor que nadie —solté sin pensar y Damián me miró algo sorprendido.—Si no le molesta señorita King, creo que deberíamos continuar con la entrevista —dijo señalando el asiento en el que me encontraba anteriormente. Decidí no preguntar, solo asentí y tomé asiento. —Bueno volviendo al tema de sus documentos de identificación, creo que no le molestará que yo utilice mis medios para saber quién es usted y así poder corroborar su identidad, ¿Cierto? —preguntó.Mi padre siempre me protegió de todo, sobretodo de las autoridades. Jamás permitió que vieran mi rostro o tuvieran pista alguna sobre mi y mucho menos que estaba involucrada con la mafia.La Reina era una reconocida mafiosa, pero Daphne King estaba limpia, era una ciudadana ordinaria. Ella jamás ha tenido ni siquiera una multa por estacionamiento.—Por supuesto, le daré todos los datos que necesite —contesté con seguridad.—Ok dicho eso podemos continuar.—Me parece bien —agregué con una sonrisa cerrada.Damián continuó preguntándome una serie de cosas sobre mi, tanto a nivel personal, educativo y laboral. Muchas de sus preguntas las respondí con más mentiras y otras con verdades a medias.—¿Así que sabe italiano y ruso? —me preguntó para rectificar lo que ya le había dicho.Asentí, —Asi es, como le decía, mi familia no era rica pero eso no limitaba mi mente, así que iba seguido a la biblioteca, y la bibliotecaria era rusa así que me interesó mucho su idioma, luego me interesé por el italiano y al crecer tuve la oportunidad de conocer a un amigo de Italia, así que perfeccioné el idioma —expliqué.A decir verdad, la única cosa sincera en mis palabras era que si sabía ambos idiomas, pero jamás hubo un amigo italiano o una bibliotecaria rusa. En realidad tuve una buena educación, ya que para mamá y papá era importante; además de que querían darme una oportunidad en el mundo si al crecer decidía alejarme de la mafia. Aunque cuando crecí use mis conocimientos para hacer negocios con la Bratva o mafia rusa.—Me gustaría que Linsey aprendiera esos idiomas —mencionó.—Yo estaría encantada de enseñarle —contesté.—Bueno después de todo lo que me ha dicho creo que es la candidata perfecta, tiene amplios conocimientos, es educada, sabe de modales y lo más importante, le agrada a mi hija —argumentó y continuó —Señorita King, como le había dicho tendrá unas semanas de prueba. Si corroboro su identidad y aprueba esas semanas, oficialmente será la niñera e institutriz de Linsey, además que aumentaré su sueldo. Tómelo como una bonificación por enseñarle ambos idiomas a mi hija.No pude evitar sonreír y no por el dinero sino porque creo que a medida que iba avanzando todo esto, conseguir este trabajo se había vuelto mi mejor opción y un objetivo; así que estaba feliz.—Muchísimas gracias por la oportunidad —expresé emocionada. —Y si no es mucha molestia preguntarle, ¿Cuándo puedo empezar?—Como le dije el trabajo es interno, casi 24/7 con sus debidos días de descanso, así que necesito que empiece mañana mismo —explicó.—Bueno si no es molestia para usted me gustaría empezar ahora mismo —mencioné llamando la atención de Damián, el cual me miró extrañado.—¿No tiene dónde quedarse esta noche señorita King? —preguntó.Lo miré un poco nerviosa, había cometido un error de cálculos al hablar de más, ahora debía explicarme.—Bueno me estoy quedando en casa de una amiga y su esposo, pero al parecer tienen fuertes problemas maritales, no quiero estar en medio —mentí.No quería ir a fuera a buscar un motel así que debía hacer el intento.—Bueno realmente no tengo problema, usted parece ser una persona decente. ¿Pero y sus cosas no las debe traer primero? —preguntó—No se preocupe, iré por ellas el día de mañana, claro si usted lo permite —aclaré.—Ok perfecto —mencionó para luego levantarse y extender su mano hacia mi. —Bienvenida señorita King.Sonreí emocionada, me levanté y tomé su mano con firmeza.—Muchas gracias, estoy a sus órdenes —aseguré.Quería ignorarlo pero era imposible. Sentía corrientes en todo mi cuerpo y mi mirada estaba condenada a perderse en la suya.Vi su manzana de adan subir y bajar, mientras trataba de mantenerse serio, ¿Acaso su corazón también latía tan fuerte como el mío?Tiempo después Olivia me llevo a la que sería mi habitación, la cual según lo que ella me informó se encuentra cerca a la de Linsey.Me siento aliviada de por fin tener un lugar donde ocultarme, así que no podía echarlo a perder. Haría el perfecto papel de la inocente y obediente niñera.Mientras me familiarizaba con mi entorno, Olivia volvió para ofrecerme algo de cenar y tomarme unas medidas para el uniforme...—Mañana le entregaré el uniforme —avisó con formalidad.—No tienes que traerme con tanto formalismo, me sentiría más cómoda si me dices tú en vez de usted —le pedí amablemente.—Bueno suelo ser muy formal, es parte de mi trabajo —contestó.—Pero ahora seremos compañeras de trabajo, además de que usted es mi superior, después del señor Damián —argumenté. Olivia pareció analizar un poco mis palabras y luego asintió.—Está bien —cedió y yo le sonreí agradecida. —Me alegro mucho que te hayas quedado con el empleo, se que a mi niña le hará muy bien tú compañía. Tal parece que ella vio algo especial en ti —agregó mientras anotaba las medidas en su cuaderno.Sonreí un poco abrumada, preguntándome ¿Por que Linsey se siente tan bien conmigo? ¿Qué habrá visto en mi?—Listo, como te había dicho creo que mañana podré entregarte los uniformes, no es seguro ya que tendré que mandarlos ajustar; tus medidas son más pequeñas de lo que pensé —mencionó Olivia.Corriendo de un lado a otro siendo perseguida por tus enemigos hace bajar de peso a cualquiera ¿No?—Muchas gracias señora Olivia —expresé.—Ya que yo te trataré con menos formalismo, tú deberías hacer lo mismo, es lo justo —mencionó.Sonreí, —Me parece bien.—Bueno descansa, mañana será tu primer día y debes estar muy despierta. Buenas noches Daphne —dijo dirigiéndose hacia la puerta.Miré la hora en el reloj, aún daban las 7:18 PM...—Olivia, ¿No necesitas ayuda con algo? ¿O con Linsey? —le pregunté.—Bueno, en pocos minutos serviremos la cena, pero debido a que aún no tienes el uniforme...—Puedo ayudarte en la cocina —dije interrumpiéndola.Olivia pareció meditarlo unos segundos y asintió.—Ok, me parece bien, hoy tenemos visitas así que un par de manos más no estaría mal, además que así podrás encargarte de la señorita Linsey cuando terminen de cenar, esa pequeña a veces me da muchas batallas para dormirse —expresó saliendo de la habitación.Sonreí y me apresuré a seguirla.Olivia y yo bajamos las escaleras y en primera veo a Linsey salir de la biblioteca acompañada de una linda y joven chica.Al verla de inmediato en mi mente surgió una pregunta, la cual no entendía porque me la había hecho en primer lugar, pero ahí estaba.<<¿Acaso podría ser ella la novia de Damián?>>> pensé amonestandome a mi misma.—Buenas noches señorita Jennifer —le saludó Olivia deteniéndose mientras mantenía su postura rigida de siempre. Sin saber que hacer me limité a imitarla sin decir nada, pero de repente Linsey se apresura hacia mí y no me queda más opción que cargarla.Ella sonreía de oreja a oreja y yo sin poder evitarlo estaba contenta de verla.—Buenas noches Olivia, creí que ya te había dicho que no me trates con tanto formalismo; desde que regrese llevo diciéndotelo —le reprochó mirando seriamente a Olivia.—Discúlpe se... —dejó la frase en el aire al ver a la joven entrecerrar los ojos. —Disculpa Jennifer —corrigió.—Así está mejor —mencionó mientras sonreía para luego mirarme con algo de curiosidad —Tú debes ser Daphne, la nueva niñera de ese angelito —afirmó.—Así es señorita —contesté.—¡Por dios, no me digas que tienes la misma enfermedad de modestia de Olivia! —exclamó exhausta. —Los formalismos e
Jennifer parecía estar muy molesta con Damián; y con temor a ser contraproducente, él tenía la misma expresión seria, fria y hasta amargada que le he vistos desde que le vi por primera vez.—Continuemos cenando —indicó Damián rompiendo el silencio.—A sus órdenes señor —contestó Jennifer en tono sarcástico.Damián respira profundo mientras la mira fijamente.—Si no quieres estar aquí, puedes retirarte —le dijo enojado.—Eso quisiera pero tal parece que soy prisionera en mi propia casa. ¡Tengo 23 años y aún así quieres mandar en mi vida! —expresó Jennifer aún más enojada.—La edad no define madurez. Debería darte vergüenza que a tus 23 años todavía tomes decisiones inmaduras como dejar la universidad o cambiar de carrera cada vez que se te antoja —replicó él.Jennifer se levanta abruptamente de la mesa dándole un golpe con la palma de sus manos.—¡Jennifer te ordeno que te comportes! —le exigió.—¡Tú a mi no me das órdenes! —exclamó con enojo y se fue rápidamente.—Papi por favor no pe
Entre más cerca estábamos, más dificultad tenía para respirar, mi pulso estaba acelerado y mi capacidad de razonamiento había desaparecido.Sus labios se veían mejor a esta distancia. Son tan rosados, apetecibles, carnosos y con una figura en forma de corazón perfecta.Estábamos tan cerca que podía sentir su respiración cayendo sobre mi boca...Pero de repente Damián bajó su cabeza y aclaró su garganta cortando abruptamente con cualquier tensión. De inmediato volví en sí, solté sus gafas y él se levantó para luego colocárselas. También me puse en pie y al mirarlo vi nuevamente esa expresión seria, fría y severa en su rostro. No iba a quedarme atrás y le devolví aquella mirada frivola.—Que descanse señorita King, con permiso —se despidió y salió de la habitación sin esperar una respuesta.Cerré mi puerta rápidamente y solté una fuerte y acelerada respiración. No entendía que había pasado, me sentía confundida y tampoco entendía porqué mi corazón latía como loco.Escuché a Lindsey mov
————UN MES DESPUÉS————Siento que el tiempo ha pasado en un abrir y cerrar de ojos. Actualmente ya no estoy en periodo de prueba; Damián después de comprobar "mi identidad" decidió dejarme fija en el empleo como niñera de Linsey y hasta ahora ha sido una experiencia sorpresivamente agradable y a la vez preocupante.Aún no entendía porqué sentía tanta paz, ¿Era porqué ya no tenía que correr de un lado a otro? ¿O era porqué me gustaba esta vida?, ¿Podría gustarme algo que nunca deseé tener?Esas preguntas habían noches que no me dejan dormir, me repetía la primera semana que esto pronto se acabaría, que era solo una parada en el camino y que pronto volvería a la acción, a mi mundo. Pero dejé de decírmelo porque empezó a molestarme por alguna razón.Ahora solo deseaba que las horas que Linsey pasaba fuera de casa pasarán rápido y así estar con ella. Esa pequeña se ha convertido en la razón de mis risas y siento que de alguna manera se ha adueñado de mi corazón.Gracias a ella todo ha sid
Mis pensamientos estaban nublados por la ira e indignación que sentía.Damián Sanders se ha convertido en el hombre más irracional e irritante que he conocido en mi vida. Nunca alguien me había hecho perder tanto el control de mi misma y sacarme de mis casillas, y él lo consiguió en unos pocos segundos.Quería encerrarme en mi habitación e intentar calmar la ira que sentía pero al llegar a esta ni siquiera alcancé a cerrar la puerta cuando Damián llegó para evitarlo.Su mano derecha esta sobre el marco y la izquierda sobre la puerta deteniéndola. Yo estoy en medio de sus brazos mirándolo completamente furiosa mientras él me ve de la misma forma.Su respiración estaba tan acelerada como la mía, tal vez por la prisa con la cual subimos las escaleras. Y debido a eso puedo ver su fornido pecho subir y bajar más rápido de lo normal—Usted y yo no hemos terminado de hablar señorita King —espetó enojado.—Ya ha dicho usted suficiente, ¿No le parece? —le pregunté con desdén.—No quiero malent
Después de celebrar el recital de Linsey en su heladería favorita, nos vinimos directamente a la mansión.Linsey se quedó dormida en el auto, así que Damián la lleva en sus brazos a la habitación de ella mientras lo sigo.Al llegar Damián la acuesta con cuidado sobre la cama y yo la cubro con las sábanas para después darle un beso en la frente. Damián hace lo mismo y luego ambos salimos de la habitación.En cuanto él cerró la puerta nuestras miradas se cruzaron. Podía sentirlo, sé que él por alguna razón estaba tan nervioso como yo.El silencio era abrumador, no sabía que decir o que debía hacer y él parecía tener el mismo conflicto.—Señorita King...—Señor Damián...Dijimos los dos al mismo tiempo.—Usted primero —me pidió.—Bueno, solo le quería dar las gracias por ir al recital de Linsey —expresé mientras le brindaba una sonrisa nerviosa.—Es mi hija, me importa cada cosa que tenga que ver con ella, aunque usted no lo crea —dijo en tono bajo, cómo si lamentara que yo no creyese qu
Aceleré un poco el paso con la intención de confirmar que si me estuvieran siguiendo y aquellas personas detrás de mí empezaron a caminar más rapido. Ya no podía seguir engañándome, era claro que me seguían y no era para asaltarme, querían algo más y seguramente ese algo era matarme.> me dije a mi misma mientras miraba a todos lados buscando respuestas.De repente un auto que reconozco a la perfección frena en seco cerca de mi, justo a mi lado.Me detengo mientras veo a Damián bajar rápidamente del vehículo, mira detrás de mi con ojos desafiantes frunciendo el ceño con enojo. Yo aún sin atreverme a voltear escucho pasos de personas corriendo que se alejan de nosotros.Damián termina de acercarse a mi y me toma delicadamente de los hombros. —¿Está bien señorita King? —me preguntó. Sin embargo no conseguía articular palabra alguna. —Está temblando —señaló mientras frotaba sus manos sobre mis hombros tratando de reconfortarme.—Creí que me habían encont
————FIN DE SEMANA————Creo que temía tanto que este día llegara, que más se apresuró en hacerlo.Ya no había vuelta atrás, nos encontramos en Vancouver después de 6 horas de vuelo.Linsey no ha dejado de sonreír ni un solo segundo y Damián y yo estamos felices por ello.—Cariño lleva tú maleta a la habitación que está al fondo del pasillo —le pidió.—Si papá —contestó y empezó a rodar su pequeña maleta hasta el lugar que le había indicado Damián.Desde la sala de estar se puede ver el pasillo del que hablaba. Al fondo hay una habitación con la puerta abierta y también hay una de cada lado, por lo que deduzco que una de ellas será mi habitación y la que está frente a la mía será la de Damián.—Es mejor que vaya con Linsey para evitar que haga cualquier desastre con las cosas que le empaqué —pronuncié tratando de no quedarme a solas con él.—Espere un momento —me pidió deteniéndome.Respiré profundo y nuevamente volteé hacia él.—Dígame, señor.—Bueno, como le dije tengo que ir a una jun