IVANA

Papa me lleva al restaurante de siempre, sabe que me encanta el pescado y como lo hacen aquí. Mamá se ve de muy mal humor y no entiendo porque, sin embargo, comemos tranquilos después de la fiesta de ayer por mi cumpleaños número 18.

No pude dormir bien recordando al jefe de mi papa, es un hombre muy extraño y al verlo, sentí una corriente eléctrica en todo mi cuerpo, y al mirar sus ojos, sentí como si fuera alguien muy familiar.

Tiene unos ojos muy hermosos, y una figura bastante imponente, nunca lo había visto, y eso debe ser porque estuve en el internado.

—¿Y ese collar mi amor?

Pregunta mamá. 

—El señor Iskander, el jefe de papá me lo dio ayer como regalo —Recuerdo sus ojos —es un hombre bastante extraño mamá. 

—Ya que tocas ese tema, necesito hablar contigo sobre el señor Iskander.

Bebo mi jugo de vainilla con banana como tanto me gusta. Siento que hoy están complaciéndome demasiado. Mama esta muy seria y ayer al ingresar del paseo con el jefe de papa, estaba espiándonos.

—¿Pasa algo?

Mamá gruñe cruzándose de brazos y cuando hace eso es porque algo no le gusta. 

—Bueno hija—es papá —como sabemos que quieres estudiar en esta universidad y me trasladaron para manejar la empresa en otra ciudad, hemos decidió que vivas con el señor Iskander. 

La noticia me cae como un balde de agua fría, porque ese hombre tras extraño, es un desconocido para mí. 

No se, segura de aceptar no estoy, como tampoco tengo idea porque mis padres quieren que haga algo semejante.

—Papi sabes bien que deseo estudiar arte, y que esa universidad es una de las mejores, pero puedo estudiar en cualquier otra, yo a ese hombre no lo conozco y no me sentiría bien estar en su mansión o vivir con él. 

—Vez la niña no quiere —dice mama—no puedes obligarla. 

Papá la mira negando con la cabeza y siento que me están ocultando algo. 

—Sabes bien que las cosas no son tan fáciles mi amor –le dice papá a mama—que más quisiera yo, pero sabes bien que no podemos hacer nada.

Hablan como si yo lo estuviera aquí y carraspeo para que me vuelva notar. 

—Me pueden decir que pasa y ser sinceros conmigo, no soy una niña. 

—Es verdad ya no eres una niña y debemos decirte que... 

–Te amamos mi amor —interrumpen papa —y por eso, porque queremos que seas fácil y cumplas tus sueños vas a quedarte con Iskander, confío en él y sé que va a cuidarte muy bien. ¿Verdad mi amor?

Presiona papá a mamá que apenas asiente cuando él toma su mano. 

—No estoy muy segura papá de vivir con ese hombre sabes muy bien que soy una mujer independiente y no me gusta que estén controlándome a cada instante yo prefiero irme con ustedes y no estar bajo el mando de un desconocido. 

Por más ojos bonitos que tenga. 

—Hagamos algo mi amor quédate con él estudia lo que deseas hacer y si ves que la relación entre los dos es complicada juro que vendremos por ti te parece. 

—No la manipules que ella no quiere. 

Mama está muy extraña, ella nunca había estado tan en desacuerdo con mi papa. Y siento que es por ese hombre que comienza a caerme muy mal.

—¿Porque tu no quieres que viva con ese señor¿

Le preguntó a nana que bebe ahora de la copa de vino. 

—Tu papá confía en él, pero yo no ese hombre tiene una vida demasiado difícil y no quiero que estés involucrada en ese mundo, quiero que tengas una vida normal. 

—Ella es normal mujer por Dios—se queja mi padre— y no está a discusión, solo quería que tomaras la decisión por ti misma, pero vas a vivir con Iskander, te quedaras en esta ciudad y estudiarlas en esa universidad. 

—No puedes obligarme papá Recuerda que ya soy mayor de edad y puedo tomar mis propias decisiones. 

Me impongo porque tampoco soy un ser al que ellos pueden poner y quitar de algún lugar. 

—Lo sé, pero aún nosotros somos tus padres y nos debes respeto, solamente queremos lo mejor para ti y lo mejor es que te quedes en esta ciudad no está a discusión Ivana. 

—Se que te debo respeto, pero tampoco quiero que me obligues hacer algo que no quiero. 

Suspira cuando bajó mi cabeza, amo demasiados a mis padres, los respeto como no tienen idea, pero no me siento bien con la decisión que el acaba de tomar. 

—¿Confías en nosotros mi amor?—me toma de las manos y asiento—esto que hago es por tu bien, sé que nada te pasara y estarás a salvo con Iskander. 

Miro a mamá que asiente, aunque no de buena manera. Te romanos de comer cambiando de platica y al salir del restaurante le escribo a mis tres amigas que lleguen a casa ya que quiero platicar con ellas de algo impórtate. 

Organizó la sala dejando los cojines en el piso y a la empleada le pido hacer algo ligero de comer para mis amigas. 

—Saldremos Ivana—llega papa —si vas a salir con tus amigas, no olvides escribirme. 

—De acuerdo te amo papi. 

—Nosotros a ti cariño—se despide mama—te amo.

Mis amigas llegan y comemos galletas con leche mientras pienso como decirles la noticia ya que les dije que la fiesta de ayer era una despedida. 

Las tres... Mina, Cara y Ramona gritan de alegría cuando les digo que ya no me voy. 

—Enserio te quedaras con ese hombre tan guapo, es muy atractivo. 

—Es un hombre muy raro, realmente no me gusta para nada, pero papá confía en el. 

Mis amigas tienen razón, es un hombre atractivo, con un aspecto altivo, además de tener un cuerpo imponente, aún recuerdo lo que sentí ayer cuando lo vi, no se, algo dentro de me azotó con fuerza restándome fuerza en las piernas. 

—Supongo que debe ser así—habla Cara—tu padre es un hombre muy noble y responsables, pero sobretodo te ama con su vida, no va a dejarte con un desconocido para que te hagan daño. 

Miro a Mina y a Ramona cuando Cara baja la cabeza. La situación con ella es difícil porque sus padres la abandonaron con su tía donde sufrió abuso por parte del marido de ella y para que no interfiriera en nada la internó. 

Fue lo mejor que le pudo pasar a mi amiga ya que donde estábamos nos cuidaban bien. Pero, aun así, ella creció falta de amor y cariño, ya que ni en las festividades iban por ella, muchas veces pasaba navidades conmigo o con mis amigas.

Quedamos en ir al cine, por ello se van para arreglarse y me quedo unos minutos en la sala pensando en ese hombre, mientras parada en la ventana, observo el collar que me regalo.

No me lo quiero quitar, eso es lo más extraño, sin embargo, me da miedo vivir con el y al mismo tiempo quiero hacerlo. Yo no me entiendo, es algo como más poderoso que yo.

Camino en dirección a las escaleras, estoy descalza, en chores y con un crotop. Voy arreglarme y tocan a la puerta cuando subo el primer escalón.

Abro la puerta impactándome con la presencia del hombre que ahora tiene ojos verdes y me sonríe ampliamente.