Las niñas emocionadas abrían las cajas de zapatos y de los tenis¡Mamá! mis tenis huelen rico – dijo Gely –¡No mami! Los míos huelen más rico – dijo Rossane –No peleen, por favor, los dos huelen rico, sus tenis están hermosos. Yo no tuve tenis a su edad. – dijo Marian –¡Mami! ¿podemos usarlos hoy? – preguntó Gely –¡No!, los tenis y los zapatos son para la escuela, les compraremos otros para salir a fiestas ya en unos días. – comentó Marian –¡Mamá! yo me los quiero poner ya, ¡mamá! ¡pónmelos! – lloró Rossane –¡He dicho que no! Así que no llores hija – en modo serio hablo Marian –¿iremos a una fiesta? – preguntó Gely –¡Si hija!, viene la fiesta de 15 años de tu prima Georgina. – contenta hablo Marian –¿y nos van a comprar otros zapatos? – volvió a preguntar la niña –¡Así es! Y no solo zapatos, vestidos también – siguió diciendo Marian –¡mamita! Yo quiero uno esponjado, como una princesa de verdad – dijo Rossane sollozando todavía –¡No mamá! ¡Yo no! A mi me pican mucho esos
Después de un rato ya habían desayunado, Lupita llevó sus juguetes: tacitas de té, platos y todo lo que era para una comida, entonces alguien llegó y les ofreció un petate que tendieron en el suelo sobre el pasto que parecía podado y se pusieron a jugar a la comidita.¡Gely! ¿podemos jugar con ustedes? – preguntó Yesenia –¡Mira! Nosotros tenemos ollitas para cocinar – dijo Silvia –¡Juguemos! – habló lupita –Y así las niñas estuvieron un buen rato jugando cerca del canalito de agua, a donde no dudaban ir a buscar agua llenando la tetera y la jarrita para beber en verdad en los vasos y tazas de té.|En la otra parte del patio|¡A mí! ¡A mí! – gritaba Esteban –¡pásamela! ¡ahora! – gritaba Gael –Los chicos se encontraban aparte jugando Futbol y las sobrinas de Josué, se encontraban jugando voleibol, todos estuvieron entretenidos, los adultos se encargaban de la comida y platicar entre ellosEse día fue un día Genial para todos, y así muy contentos y cansados todos regresaron a casa.
Marian solo se quedó mirando con enojo a Josué y les dijo a las niñas:¡Vengan en un rato a tomar pozol! ¡Gely hija! ¡Ten!, les traje unos churros, extendió la mano y le entregó la bolsita a la niña, quien estaba en los brazos de su papá, apenas los tomó se dio la vuelta y se fue.Al llegar a la cocina miró que Lupita su hermana había lavado los trastes y todo estaba limpio, entonces se dispuso a buscar la ropa sucia para lavar, pero al llegar al cuarto, se puso a llorar en silencio.¿Por qué Josué? ¿para que me trajiste aquí? Me hiciste darte hijas, ¿para que nos quieras abandonar?, yo estaba bien con mis papás y ahora esto. No puede ser, tu me quieres, se que esto va a pasar, es solo la locura que le da a los hombres, mis hijas deben estar bien, esto será pasajero, así debe ser¿Pero lo voy a soportar? ¿tendré que? (snif, snif); seguía llorando en silencio mientras su cabeza daba vueltas con todas esas preguntas de lo que debía hacer y lo que estaba sintiendo, pues ella a sus 22 a
¿Mami? – le habló Gely –¡mamá! – vamos con papá dijo Rossane –¡hijas! ¡díganle que estoy ocupada! ¡Que el venga o se los entregue a ustedes!¡si mami! – y salieron corriendo las niñas parando en el callejón –¡Gely! Es divertido este juego jajajaj¿Qué juego? – preguntó Gely confundida –¡Ay Gely!, somos carteros, como el señor que pasa en la bicicleta, pero estamos corriendo. ¡vamos por los triciclos!; jijiji – con su vocecita dulce reía Rossane mientras le decía a su hermana –¡Es cierto! Jijiji ¡Vamos! – dijo Gely riendo de igual manera mientras corrían adentro de la casa por sus transportes, para jugar al cartero –De regreso ya montadas las dos en sus triciclos iban dando vueltas en el patio, para hacer su camino más largo y tocaban según ellas la campana donde avisaban que el cartero llegaba, sonido que solo hacían con su voz –¡Papito! – llamo Gely –¡pit pit! ¡pit pit! – hacía como sonido de clatson Rossane –¿Qué sucede Princesa? – preguntó Josué –¡pit pit! ¡pit pit! ¡pit
La Fiesta estaba super Genial, Marian se encontraba dentro de la casa de Georgina la Quinceañera, platicaba con Lucy, la mamá de la chica, mientras organizaban el servir de la comida.¡Que bonito quedó todo! – alabo Marian –¡Uy manita! Todo lo que nos ha costado, no hemos dormido con hoy serán 3 días, pero honestamente estamos felices de que Georgina ya sea toda una señorita. Ella está encantada con la fiesta, imagínate a el papá y a mi nerviosos cuando ya se acercaba esta fecha y ella ya quería que llegara. – contaba Lucy –¡Vaya! Pero ha valido la pena todo, quedó más bonita de lo que es, que preciosa con su vestido rosa esponjado, realmente una princesa. – maravillada hablaba Marian, que de pronto anheló haberse vestido así y tener una fiesta de quince años lo cual la hizo sentir triste, pero sin dejarlo notar –¡apurémonos! Que tienes que estar allá afuera con los invitados y con tu hija que pronto comenzará el vals – le recordó Marian –¡Si! ¡Vamos! – apresurada respondió Lucy –
¡Ya hija! ¡ya estoy aquí! ¡anda! Ve por tu hermana que les voy asear y cambiar esa ropa y después podrán jugar. – dijo Marian –¡si mamá! – y se fue la niña a llamar a su hermana que se encontraba en el patio de a lado jugando con Viridiana y Silvia –¡Rossane! Dice mi mamá que vayas para cambiarnos la ropa – llamaba Gely a su hermanita –¡Ahorita regreso! Me llama mi mamá – parándose de donde estaba jugando con sus primas a la comidita se fue a su casa con su hermana que la esperaba –¡Aquí estamos mamá! – dijeron las niñas –¡Vengan rápido! Que ya les calenté el agua para bañarse, están muy sudadas y Rossane mira esa ropa, esta toda sucia, ve a tu hermanita esta a como la vestí hace horas peinada y limpia su ropa.Así se las llevo Marian al baño que se encontraba a fuera de su casa, para cuando terminó de bañarlas ya comenzaba a meterse el sol.Las niñas se fueron a jugar esta vez con las hijas de la vecina que les alquilaban a sus papás, estaban disfrutando de un rico postre de fru
Las niñas vieron como tomaron a su papá entre cuatro personas y lo llevaron a un Volkswagen color rojo, Marian subió primero para sostener su cabeza entre sus piernas, no paraba de llorar, cabe mencionar que el auto pertenecía al doctor, que resultó ser vecino a dos casas de ellos.Y todos ahí preguntándose que le había pasado, preguntándose que lo había hecho llegar a ese extremo.¿Qué paso? Si él es bien buena gente, es alegre¿Cómo pudo atreverse hacer algo así?¡Dios! ¡Qué valor para hacerlo!¿Qué le paso a Josuecito? ¡Dios sus niñas!Y más preguntas y comentarios que murmuraban los vecinos y las niñas ahí llorando, confundidas, se habían quedado de pronto solas ahí paradas, ya que su madre se había ido al hospital, Andrea la hermana de Josué y su esposo que igual era tío de Marian también se habían marchado tras de ellos.¡Papito! ¡papito! Buuu Buuu Buuu - lloraban Rossane y Gely –Rossane y Gely se quedaron juntas tomadas de la mano llorando al mirar que se habían llevado a Josu
Cuando abrieron el portón del garaje donde guardaban el coche, Gely se impresionó y al mismo tiempo tenía miedo, pues no conocía realmente a nadie de ahí, al menos ella creía eso.¡mami! Aquí traje a la niña, estaba buscando a Rossane – dijo el muchacho –¡Si Gordito! ¡Gracias! – dijo la señora Aurora –¡Gely! ¡Ven! ¿quieres cenar algo? – pregunto la señora Aurora –¡No quiero! ¿Dónde esta mi hermanita? – preguntó la niña –¡no te asustes!, ella esta con mi hija en su cuarto, ¡pasa! – dijo Aurora –¡Gely! ¡Ven! ¡mira! – salió Rossane del cuarto –¡Rossane te perdiste! – dijo Gely –¡No! Me trajo su hijo, se llama licaldo – dijo Rossane, ya que no podía pronunciar bien la letra r todavía –¡Ricardo! Es mi hermano y yo soy Aurora igual que mi mamá – dijo la muchacha, que parecía tener la edad de su tía Lupita –¡Mira Gely, tiene muchas muñecas! – entrando al cuarto dijo Rossane –Al entrar al cuarto Gely se sorprendió ya que efectivamente en las paredes había casitas colgadas con muñeca