DAVID —Quiero que te cases conmigo. —pronuncié. Ella negó con su cabeza. —Insistes con lo mismo. Haces esto por la estúpida venganza hacia tu padre. —No se trata de solo eso, lo hago por ayudarte. —Si me quisieras ayudar, simplemente me llevarías sin ninguna condición. Empezó a nadar hasta llegar al muelle. La alcancé a tomar de la mano y la atraje hacia mí. No se que me pasaba con Dory, pero estos últimos días no había podido sacarla de mi cabeza, me preocupaba por ella, hasta soñaba con Dory y no eran sueños con flores y dulces, eran sueños eróticos. —Dory…yo…En realidad me gustas, me gustas mucho. —expresé. A estas instancias no sabía si eso era mentira. —¿Qué? —Me gustas mucho, sé que todo inició como una venganza a mi padre, pero con el tiempo te conocí mejor, tal vez te parezca una locura, pero para protegerte de mi papá, tienes que casarte conmigo. Ella me miraba incrédula. Al convertir a Dory en mi esposa, mi padre iba a darle por perdida, pero además de eso e
DORY—Es una locura, lo sé, pero le respondí que voy a casarme contigo, porque… porque te amo. Eso fue lo que le dije. Perdona por mentir.Solo quería que Marcos desapareciera de mi vida y me sentía tan desesperada que estaba dispuesta a casarme con David. Me senté a lado de David que se encontraba recostado en el sofá. —¿En qué mentiste? —inquirió. —En que te amo. —¡Ah! —sentí cierta decepción en mi respuesta—. ¿En serio te vas a casar conmigo? —preguntó. —Odio decir estas palabras, pero sí; acepto ser tu esposa. —solté. Haría lo que fuera necesario para alejarme de Marcos. —Te prometo que no vas a arrepentirte, muy pronto estaremos lejos de aquí y Marcos solo será un mal recuerdo. David se recompuso y se acercó. Pasó una de sus manos, por mi cabello, tomó un mechón y lo pasó detrás de mi oreja. No se detuvo en su acercamiento hasta tomar mis labios. No entendía de por qué no detenía a David, cada vez que esto sucedía, ninguno de los dos se detenia y terminábamos teniendo sexo
DavidHola preciosa.¿Qué tal tu día? Necesitamos hablar.Recibí varios mensajes de David, pero no respondí ninguno. No tenía humor para hablar con él, pero no era por las fotos que Marcos me entregó, para nada, estaba enojada conmigo misma por sentirme de esa manera, no tenía porque importarme David, ni lo que hacía, es por eso que ni siquiera me atreví a responder.—¿Ya te vas? —me preguntó Ana.—Sí, me siento supercansada, necesito un baño y mi cama. —Somos dos, amiga.Nuestro turno fue nocturno, por lo regular estos turnos eran los más cansados. Caminamos con Ana hasta la salida, ambas con el mismo deseo de descansar. Justo antes de subir a mi auto, otro carro pitó frente a nosotros. —Hola chicas —Saludó. Se trataba de Sara, la hermana de David.—Hola Sara. —saludé.—Vengo por ti —mencionó. Miré hacia Ana confundida, ya que no recordaba que tuviera una cita con Sara.—No recuerdo que tengamos algún compromiso juntas. —mencioné.—No lo tenemos, pero la fecha se acerca y me com
—¿Está seguro? —pregunté al policía.—Si, llevamos una línea de investigación, sabemos que usted era novia del doctor.—No, era su amiga —intervine—. Teníamos planeado ir juntos a Miami para trabajar, ese día del accidente se supone que íbamos a tomar un avión para irnos… —aún se me quebraba la voz solo de describir los acontecimientos de ese día.—Tranquila —el policía puso su mano sobre mi hombro—. Es difícil, pero vamos a necesitar una declaración.—Entiendo. Estoy dispuesta a brindar la informa que sea necesaria, si es cierto que la muerte de Francis no fue un accidente quiero que atrapen al culpable.—Gracias por su colaboración. Le dejaré una tarjeta y la espero mañana en la estación de policía, pregunté por el agente Franco, es mi nombre.Me entregó una tarjeta que llevaba impreso su nombre y número de teléfono.—La espero mañana en mi oficina. El policía tomó el ascensor y se fue. Además de la noticia de la muerte provocada de Francis, me sorprendí de la belleza del agente, m
DAVID—¡Listo! Ya quedó —indiqué. Me encontraba en el estudio de grabación. Preparábamos sonido para algunos comerciales.—Quedó excelente, eres el mejor. —me agradeció la agencia publicitaria—. Te haremos el depósito por la tarde, por cierto; escuché por ahí que vas a mudarte a Miami.—Sí, en un mes voy a trasladar todo mi estudio a la ciudad mágica. Mi futura esposa y yo hemos decidido residir allá. —¡Felicidades por la boda! Imagino que la chica es muy especial para que tomaras ese paso tan importante. —Es muy especial, te lo puedo asegurar. —Me envías tu nueva dirección, porque no importa a donde te vayas, seguirás siendo nuestro productor musical.Carlo se dirigió a la puerta de salida, Martina se encontraba recostada en el umbral de brazos cruzados.—Hola Martina. —¿Es cierto lo que dijiste? Tal vez había omitido el detalle de que iba a irme de la ciudad con Dory, estaban enteradas de mi boda pero no de la mudanza. —Martina…—Pretendes huir después de destruir a tu madre.
DORYDesperté y me encontré en una habitación desconocida. A los pocos segundos recordé que estaba en el apartamento de David.Recordé lo sucedido anoche y mordí mi labio inferior, sin duda alguna en la cama éramos fuego y pasión.Sentí un aroma delicioso, así me senté. Desde la cama pude visualizar a David en la cocina. Esa era una ventaja de no tener paredes.Me brindó una sonrisa y caminó con una bandeja en las manos, hasta llegar a la cama. —Te ves muy sexi cocinando.—En cambio, tú hasta te ves sexi durmiendo en mi cama.La comida olía muy rico. No hablo recibido este tipo de detalles. Nunca pase una noche completa con Marcos, solo iba a verme por un par de horas y después se iba a su casa. No recibí un desayuno en la cama, ni las atenciones que David me brindaba. Dejó la bandeja a un lado y fue por la suya. Tomé su camisa que estaba en el suelo y aproveché para ponérmela. —Si voy a recibir el desayuno en la cama todas las mañanas, será muy sencillo acostumbrarme a nuestra vid
Todos en la cafetería nos observaban. Sara estaba furiosa, se había enterado de la verdad, de que fui amante de su padre. —¡Dory! ¡Dory! —Ana apareció en la cafetería, venía acompañada de Diario, su novio. —Sara, déjame y te explico. —¿Qué vas a explicarme? La manera en que te acostabas con mi papá y a la vez con mi hermano. —¡Las cosas no son así! —exclamé. Sara tomó el vaso de café que estaba en la mesa y me lo lanzó. Me hice a un lado pero un poco cayó en mi brazo. Por lo que un quejido salió de mi boca. —¡Niña loca, ¿qué haces?! —gritó Ana—Seré una niña loca, pero una zorra como tu amiga. ¡Ni creas que te vas a casar con mi hermano! Ana intentó golpear a Sara, pero intervine antes de que lo lograra. —¡Déjala! —exclamé —¡No pienso permitir que te siga insultando! No tiene ningún derecho de hacerlo. —me defendió Ana—Tú debes ser otra zorra igual que ella. Sara estaba descontrolada, daba insultos a cualquiera sin importarle que estaba en un hospital y siendo observadas
—¿Dónde está? Necesito ver a mi hermana. —David llegó ofuscado y acelerado. Le llamé para indicarle que su hermana estaba en el hospital, aunque no le di razones de su estadía, estaba preocupado.—¡David!—exclamé su nombre para llamar su atención. Me encontraba con Sara, esperando su llegada. Con paso acelerado llegó hasta donde nos encontrábamos.—Sara, mi chiquilla ¿que te pasó? —musitó David, al mismo tiempo que acariciaba su rostro—. Dory ¿qué le pasó a Sara? —preguntó.—Lamentó ser yo quien te de esta noticia. Pero tu hermana fue ingresada por una sobredosis de drogas.—¿Drogas? Pero como, Sara es solo una niña. Eso no puede ser cierto.—Consumió varias drogas, lo que provocó el shock en su cuerpo. Ya hicimos el proceso de desintoxicación.—Mi hermana no puede estar consumiendo esas porquerías.—No te va a agradar esto, pero no es la primera vez.—¿Qué? ¿Cómo es que lo sabes?—Hace unos meses ella estuvo en el hospital por la misma razón. Solo que por una dosis más pequeña. Ella