tres…dos…uno…—Tengo que irme. —me levanté de la mesa. —Pero sí, la estamos pasando bien. —Tú te la estas pasando bien, a mí me has ignorado toda la noche. —Dony. —No soy Dony, soy Dorothy. Nos acabamos de conocer y ya olvidaste mi nombre. —Soy muy malo con eso de recordar nombres. Pero un cuerpo no puedo olvidarlo y el tuyo se ve muy muy bueno. Se acercó y me acorraló contra la pared. —¡Muévete estúpido! —No vas a dejarme con las ganas. Lo empujé con todas mis fuerzas. Lo alejé por unos segundos, pero me tomó de los brazos y me abalanzó contra la pared. Arrancó los primeros botones de mi camisa. Mis gritos de ayuda no los podía escuchar nadie debido al fuerte sonido de la música. —¡Suéltala imbécil! Ahí estaba mi salvador. Con traje y zapatos elegantes. Era tan guapo que su rostro parecía ser tallado por los mejores escultores. Sus ojos son verdes como las esmeraldas. Cupido, me flecho en ese momento. —Dory, él es mi esposo Marcos. —Habló Adriana. La cara de Marcos era
—¡Dory! ¡Dory! —Si…si ¿qué pasa?—¿Qué te pasa a ti? Has estado distraída toda la mañana —recriminó Ana. Hoy no era mi día. Desde la mañana el turno fue muy complicado y no podía concentrarme debido a lo sucedido anoche. La cena, la presencia de Marcos, el beso con David. Fue mucho para mí en tan poco tiempo y mi mente aún lo procesaba. Sin embargo; ver la cara de Marcos después del beso fue enigmática y no cambiaría ese momento por nada. Después subimos a su auto y el camino fue totalmente callado. Nos despedimos con un “Feliz noche” y eso fue todo. —No estoy bien, Ana. Solo quisiera unas vacaciones de hibernación y dormir como un oso. —Creí que llevabas una buena vida, ¿qué te pasa? ¿Es por tu ex? —inquirió. —Nuestro rompimiento fue algo que me afectó muchísimo. No quiero saber nada de él o del amor en estos momentos. —Amiga, no hay tiempo para lamentaciones. Ya vendrá el hombre correcto para tu vida. Pero mientras eso sucede, comparte con tus amigos. Podrías llevar a tu mej
David A las ocho paso por ti. Dory Está bien.El día de ayer David llegó a mi apartamento para invitarme a la fiesta de cumpleaños de Sara, la cual sería hoy en la noche.Él se dio cuenta de que su papá salió de mi apartamento y le preocupó el hecho de que me hubiera lastimado físicamente, pero había sido mucho peor. Marcos destrozó mi corazón, pero iba a cobrarme cada una de las lágrimas que derramé por su culpa.—Ana, necesito de tu ayuda. —hablé.—Dime, ¿qué necesitas? —Un vestido muy elegante, pero sexi a la vez. —¿Qué estás tramando, amiga? —Tengo una cita especial y quiero verme bella. —Quería demostrarle a Marcos de lo que se había perdido, al despreciarme y engañarme de la peor manera. Estaba decidida a que se arrepintiera de su decisión y que viniera a arrastrarse como la víbora que es. —Mmmm, tengo una fiesta esta noche. Darío me invitó para la fiesta de la hermana de David. ¿Vas a la misma fiesta
—Buenas noches. —pronunció David, para llamar la atención de sus padres.Marcos y su esposa se giraron. Ella estaba vestida con un hermoso vestido azul pavo, sus accesorios a simple vista podían notarse que provenían de joyería fina. Mi vista estaba concentrada en Santana y su impresión. Sus ojos casi saltan de sus cuencas al verme. Sus ojos me escanearon desde mi cabeza hasta los dedos de mis pies. —¡Hijo, Dory! Bienvenidos. —Adriana se acercó. Abrazó primero a David y después lo hizo conmigo—. Estás hermosa Dory ¿qué opinas cariño? —inquirió hacia su esposo. Él siguió con su mirada dirigida a mí. —Sí… está bonita, pero no más que tú, amor. —Marcos abrazó a su esposa por la cintura y besó su mejilla. Trataba de provocarme, pero no iba a lograrlo. —No tienes que mentir, amor. Es evidente que Dory es mucho más hermosa. —Ante los ojos correctos, siempre serás la mujer más hermosaTenía que reconocer que Marcos era muy bueno para los piropos y halagos, podían hacerte sentir especial
—Eres la zorra que se metió con el esposo de mi hermana. Tragué saliva y traté de no perder la cordura.—¿Estás alucinando? No soy la amante de nadie, mi novio es David y nada más.Intenté sonar lo más convincente, pero ella no parecía creer en mis palabras.—No soy tonta, puedes engañar a todos, pero no a mí. David no merece que lo engañes de esa manera.—Puedes pensar lo que quieras, Martina… espera, ¿estás enamorada de David? —¡No! Eso sería un delito. Soy básicamente su tía. —David no es hijo biológico de tu hermana, así que tú y él…—¡Cállate! Ni siquiera lo vuelvas a decir. El punto aquí es que tú…—Ya te dije que escuchaste mal y ahora voy en busca de mi novio. Pasé a su lado, solo quería terminar con eta conversación antes de derrumbarme delante de ella y aceptar que sí había sido amante de Marcos. Pero lo sorprendente es que esta situación me estaba convirtiendo en una mujer mucho más fuerte. Di pasos largos y rápido para llegar a la fiesta y alejarme de Martina. Busqué
DAVID—Estás jugando con fuego y lo sabes muy bien. —reclamó mi amigo.—Soy un pirómano, podré con esto.—Eso es lo que piensas. Solo déjala tranquila, ella no tiene por qué pagar los errores de tu padre. Al menos ya se alejó de él.—No es suficiente para mí. Ella lo abandona y tu padre buscará a alguien más para reemplazarla. No es necesario que hagas todo esto. —Es que esta vez es distinto, Dory no es una más en la lista de mi padre. Él en verdad ama a Dory, pero es demasiado cobarde y ambicioso para abandonar a mi madre. Ella era distinta para mi padre, por esa era la mujer indicada para poder vengarme de él. —Lo que paso con…—No lo digas. —interrumpí—. No tiene nada que ver con eso. —Claro que sí. No trates de ocultar la verdad, solo lo haces para vengarte por la traición de tu prometida. Pero Carly no era una buena mujer. —¡Te dije que no la mencionaras! Tomé mi chaqueta y caminé hacia la puerta de salida. —Esto no va a terminar bien, ¿qué pasa si te enamoras de ella en
DORY—Lo siento, lo siento, lo siento. Les prometí que los acompañaría, pero en verdad me fue imposible alcanzarlos. —se disculpó Ana. Teníamos un plan de amigos anoche, pero nos dejó plantados. Así que Francis y yo tuvimos que ir a nuestra salida sin la presencia de nuestra amiga—¿Cuál es tu excusa?—Darío me invitó a comer con Pablo y perdí la noción del tiempo. Al darme cuenta de la hora ya era demasiado tarde. En verdad lo siento. —No tienes por qué disculparte, si Pablo y tú la pasaron bien es suficiente para mí y me alegra que Dario sea el causante de esa felicidad. —Lo amo Dory —soltó—. Tal vez es muy temprano para decir que lo amo, pero en verdad me tiene locamente enamorada. —Es mejor que vayas despacio…—Me lo dices tú, acabas de conocer a David y ya eres su novia. —Pero no he dicho que lo amo. Nos estamos conociendo. —Además, eso solo era una mentira, una falacia para vengarnos de Marcos Santana. —Hacen una bonita pareja. Me gusta la química entre ustedes dos. ¿Qué ta
La música sonaba de fondo, mientras que David y yo nos devorábamos. Además de Marcos, no había tenido un beso tan intenso como el que tenía en estos momentos con David. Nos separamos a causa de la falta de oxígeno. —Tenemos que irnos. —habló David. Me tomó de la mano y empezamos a caminar hacia la salida. No refuté ante su decisión, ya estaba de acuerdo en que era momento de irnos. Subimos a su auto y condujo hasta mi apartamento. Ninguno de los dos mencionamos alguna palabra y fue lo mejor, ya que no quería pronunciar nada. Mi camisa aún estaba mojada por la cerveza y el olor era innegable. Al llegar a mi edificio, me bajé de su auto, pero no imaginé que él bajaría. —Voy a acompañarte hasta la puerta. Asentí y caminé hasta tomar el ascensor. David me acompañó hasta llegar a la puerta de mi apartamento. —Muchas gracias por el concierto, nunca había disfrutado uno tan cerca y tener acceso a tantos sitios. Tu trabajo también es importante, no siempre es necesario estar sentado de