Dominic iba delante, encabezando la comitiva con paso firme y ceremonioso; tras él Lara caminaba con actitud decidida, con Maxwell y Garth a sus costados, y Rianna los seguía, cargando los pesados volúmenes de la Memoria Histórica. Boogs y Lionel, por su parte, medio arrastraban al Tercer Descendiente que al fin parecía despertar. Y por último el resto de los cazadores penetraron en la estancia en perfecta formación, ataviados todos con regios uniformes.
Lara se asombró por las dimensiones y la concurrencia del salón. Frente al semicírculo de asientos, casi todos ocupados, había sido colocado un pequeño estrado destinado al descanso de los libros durante la lectura; y entre el Concejo y ella se mantenían de pie cerca de doscientas criaturas de la noche, convocadas por sus líderes para el concilio.
Paseó la vista por los asientos principales, intentando reconoc
Su voz sonaba desesperada y autoritaria y Dominic dio un paso adelante lleno de odio, dispuesto a corregir en un segundo el grave error de no haberlo matado antes; pero Rianna y Maxwell se lo impidieron colocándose a ambos lados frente a él. No era prudente demostrar una sola emoción frente al Concejo, especialmente cuando Siena ya se estaba haciendo cargo, golpeando varias veces a Evan hasta silenciarlo.Un pequeño destello de duda invadió a Lara. A punto de morir tantas veces y por tan poco y Swels aún tenía fuerzas para rebelarse contra cualquier cosa que ayudara a Craig. Sin embargo aquello no se trataba de Evan y de su misión como criatura de la noche, se trataba de ella, que había sido convertida contra su voluntad y que debía usar cualquier recurso a su disposición para no ser vista como un fenómeno por una corte de criaturas ya extrañas de por sí. Se obligó a no pe
— ¡Lara! ¿Lara puedes escucharme? ¿Estás conmigo? — la voz en su cabeza paralizó la gama de sonidos, colores y cuerpos que se movían a su alrededor — ¡Ahora estoy contigo, he estado contigo desde hace mucho! Necesito que recuerdes. ”No te asustes, lo que verás es antiguo, muy antiguo, de cuando las Razas de la Noche eran jóvenes aún y los humanos las reverenciaban y las obedecían como a dioses, porque ellas imponían el orden con justicia. ”Nada de lo que veas te lastimará, pero debes buscar, debes comprender. El mundo en el que estás ahora no siempre fue así. Fue vasto, sabio y constituido sobre la necesidad y la rectitud. Necesitas recordar eso.”Debes encontrar los orígenes del desastre porque en ellos está la salvación de las Razas. Has sido llama
La Casa de las RazasLara ni siquiera sintió cuando Siena la arrastraba con vehemencia hasta una de las columnas que rodeaban el salón del Concejo, atándole las manos a la espalda a su alrededor.Ius ordenó que todos excepto los líderes, el destacamento de sorian y su propia guardia de craig, salieran de la estancia: no era necesario que nadie más contemplara lo que iba a suceder. Ya era vergüenza suficiente que al brazo de poder de las Razas de la Noche y al propio jerarca, le hicieran la jugarreta de profanar la reliquia más antigua de la sociedad de la noche sin que se enteraran más que por casualidad.Por un segundo el regente la miró intrigado. Lara se había quedado paralizada, con los ojos muy abiertos, perdidos en el vacío. Para todos, incluyendo Dominic, era como si su pensamiento y su capacidad de reacci&
Dominic sintió que los últimos trescientos años de su existencia cobraban un sentido diferente. ¿Y si esto era a lo que se refería Moyra? ¿Y si esta era la muerte de la que podía haberla salvado de haber tomado la decisión correcta?No podía permitir que algo le pasara, tenía que protegerla aunque fuera a costa de su propia insubordinación, pero Maxwell notó sus intenciones antes de que pudiera llevarlas a cabo. La sala estaba llena de craig y ellos eran solo dieciséis sorian. Cualquier indicio de rebeldía sería severamente castigado, en especial cuando Ius estaba demasiado obcecado como para ponerse a medir a quién condenaría en ese instante.— No te atrevas a moverte. — le advirtió Max de nuevo — Cualquier criatura de las razas cazadoras puede vivir sin colmillos, Craig lo ha hecho por quinientos años… Tú
— Necesitamos… necesitamos el libro… — Evan parecía delirar mientras Lara lo metía en una de las enormes Maserati Kubang estacionadas a menos de doscientos metros de la mansión.— ¿Qué libro? — inquirió la muchacha, abriendo las puertas traseras y arrancando los asientos para que los tigres treparan de un salto.La enorme camioneta crujió bajo el peso de los felinos y Lara se puso al volante de prisa, aunque estaba segura de que nadie la seguiría por los próximos minutos. Había dejado el salón demasiado lleno de preguntas, de expectación, de miedo.Les tomaría unas horas recuperarse y organizar una persecución, pero aun así el tiempo era un amigo precioso que no quería perder.— El último. El último volumen de la Memoria Histórica. — contestó el Tercer Descendiente con
Villa de las MercedesLa casona era apenas una sombra silenciosa cuando Lara descargó a Evan sobre la cama de la habitación principal. Se hallaba en un estado deplorable y bastante débil a pesar de su corpulencia natural, una que Lara jamás habría adivinado debajo de los trajes finos que solía ponerse siempre.Lo volteó boca abajo sobre el lecho y le examinó la espalda, surcada por más de sesenta latigazos de los que aún manaba una sangre negra y espesa. Las heridas estaban más próximas a la infección que a la cicatrización y la conciencia de Evan iba y venía en dependencia de cuánto le dolieran.— ¡Por Dios! ¿Cómo es que no se ha quejado? — se asombró — Quien hizo esto debió estar bastante enfadado con él.— ¡Yo estoy bastante enfadado co
Lara no contestó de inmediato. No había tenido tiempo suficiente como para deliberar con Khan y Silver Moon la próxima ruta que tomarían, y no estaba muy segura de que a los tigres les hiciera gracia cargar con Evan.— Tengo dinero, mucho dinero. — se apresuró a decir — Al menos en eso puedo serte útil… y sé algunas cosas sobre Craig, cosas actuales, que te servirían.— Voy a estar escapando a partir de ahora de un destacamento de asesinos naturales. ¿Estás seguro de que esa es la vida que quieres llevar?Swels la miró directamente a los ojos, era la primera vez que le descubría sus sentimientos tal cual eran y debía tener fe en que ella valoraría su honestidad.— Cometí atrocidades contigo para restaurar nuestras razas, para comenzar una batalla necesaria que debe terminar para siempre con la masacre de stark
La Casa de las Razas— ¡Esto no puede permitirse! — la rabia de Ius retumbó en la habitación azul donde había estado Lara antes de enfrentarse al Concejo.Cada libro seguía sobre la mesa en el mismo orden en que ella lo había dejado, aunque para Craig aquello no significaba mucho porque no había nadie que los leyera.El final abrupto y totalmente inesperado del concilio lo había puesto en una delicada situación frente al Concejo. La guardia de craig en la sala no era más que una medida de contención, pero se había visto obligado a dejar marchar a los líderes una vez que la reunión había finalizado. No podía retenerlos cuando muchos de sus castas estaban en los pasillos exteriores, haciendo preguntas y esparciendo murmuraciones.Era obvio que los líderes no se habían llevado una muy buena opini&oacu