Mary se cruzó de brazos. —Por supuesto que lo haría—.

Cricket puso los ojos en blanco. —Sí, claro—.

—Está bien, estaría celosa, pero no dejarlo ir me convertiría en una perra muy egoísta.

—Honestamente, según tu fisiología, Lonnie te pertenece—.

—¿No existe cierta etiqueta licántropa sobre no leer las emociones de uno?—

—Lo siento. De todos modos, no importa lo que le haya dicho a Howard. El lobo de Lonnie hará lo que quiera, sin importar lo que el hombre quiera.

—Nunca mencioné a Lonnie cuando visité a Howard. Hablamos principalmente de Stallo y su extraña magia y manipulación transgénica, así como de detalles sobre la sociedad licántropa—.

—Apuesto a que Howard prefiere que elijas vivir separado de nuestra manada—.

—Hipócrita. Mi querido padre no logró evitar que me involucrara con licántropos y ahora que lo estoy, no tiene derecho a protestar si decido quedarme y aparearme con Lonnie.

—Cuando no estoy en una misión de campo, hago trabajo de laboratorio en la investigación de lupono