CAPITULO 2
No voy a decir mentiras porque en ese momento la verdad es que ese beso me gustó, nunca había sentido un beso tan pasional y me di cuenta que mis besos con mi novio eran sencillamente insipidos.
Javier el muchacho magnífico y la verdad es que todo el mundo lo apreciaba en la alta sociedad, pero no era nada pasional ni mucho menos sensual, nunca me había sentido bien con él En ningún aspecto de la intimidad.
Le dio una fuerte cachetada a Jorge
—¡Déjeme ir!, Le repito que lo único que me interesa es el bienestar de su hermano, el ya está bien y lo puede cuidar una enfermera — estaba muy nerviosa después de ese beso.
Jorge sonrío y se alejó de inmediato de mi
— mi hermano es lo más importante para mí y no voy a correr ningún riesgo, además de cierta manera también me lo debes —.
—¿De qué está hablando? Yo no le digo nada usted porque ni siquiera lo conozco, es la primera vez en mi vida que tengo el infortuno de tener que verlo — la verdad es que no sabía porque me decía esto.
— Quizás cómo Jorge no sabes, Pero si te digo que soy Pablo Manson, quizás por ese nombre te acuerdas de todo — sonrío.
Obviamente nunca iba a olvidar el nombre de Pablo Manson, él estaba en la secundaria conmigo, la verdad es que fue una pequeña broma que se salió de control, mis amigos y yo habíamos decidido jugarle una broma a otro amigo.
Lo encerramos en el baño de la escuela pensando qué las personas del aseo de la escuela lo iban a sacar muy temprano, pero la verdad es que medio de la adolescencia nos dimos cuenta que era fin de semana.
Los empleados no fueron este viernes a trabajar y ese chico se había quedado ahí durante todo el fin de semana, obviamente cuando lo encontraron el lunes estaba muy deshidratado y enfermo.
La única manera de poder salir librados de todo esta situación fue inventar un chisme, le dejemos a la rectora de la escuela qué Pablo Manson el hijo de un criminal, nos había obligado hacer todo esto.
Todo era una mentira, pero Pablo en ese momento era lo único que nos quedaba para salir librados, obviamente nos creyeron porque no tenía grandes antecedentes.
La verdad es que yo recordaba a Pablo como muchacho gordo, con mucho acné, y unos guantes lentes de nerd.
Quedé sorprendida darme cuenta que el mafioso que me había secuestrado era precisamente el.
— Fueron cosas de niños y creo que los dos ya somos personas grandes, para qué hagas esta venganza tonta — quería demostrarle que no tenía un solo centímetros de miedo por lo que me estaba diciendo.
— Quizás, la verdad es que nunca podía olvidar que gracias a ustedes me mandaron a un colegio militar, pero la verdad es que no me interesa nada, solamente sé que eres la mejor residente del hospital y por eso quiero que cuides a mi hermano — en ese momento Pablo de nuevo volvió con la excusa de cuidar a su hermano.
— Lo único que quieres es vengarte de mi y de Javier, repito que sé perfectamente que los dos somos unos tontos de secundaria, Y te pido perdón por lo que sucedió — la verdad es que siempre me había sentido culpable de eso.
— Mi mamá se murió mientras yo estaba en el colegio militar, creo que eso es algo que no vas a poder salvar con un perdón, pero te perdono sí ayudas a que mi hermano vuelva a caminar — Pablo se sirve una copa de whisky Y la verdad es que yo le pedí una.
Toda esta situación no había sido una coincidencia, el esperaba que yo limpiara todas mis culpas salvando a su hermano.
— Esta bien, me voy a quedar para ayudar a tu hermano, pero necesito avisarle a mi familia que no voy a regresar durante un tiempo, me imagino que ellos deben de estar muy preocupados en especial Javier — quería que Pablo me permitirá hacer una llamada.
— Javier creo que nunca ha sido más feliz en su vida, me imagino que sabías que ayer era la despedida de soltero — Pablo tenía una sonrisa maquiavélica, prácticamente me estaba diciendo que conocía todo de mi vida.
— Si, Pero me imagino que se canceló por mí desaparición, créeme que para ellos soy la persona más importante de su vida — tenía una cierta arrogancia dentro de mí por la seguridad que tenía del supuesto gran amor que tenía Javier por mí.
— Ellos si hicieron la despedida de soltero, es más, creo que estaban celebrando que Javier ya no se iba a casar — Pablo empezó a sacarme muchas fotografías.
En ellas se veía Javier disfrutando de la fiesta con una hermosa mujer, sus amigos estaban felices porque él ya no se iba a casar.
La verdad es que me derrumbe en ese momento y caí sentada en la silla de cuero de su oficina, Javier era alguien muy importante para mí aunque no sabía si lo que sentía por él era amor.
Definitivamente casarme con él hubiera sido el peor error de mi vida, nunca estuvo seguro de los sentimientos que tenía por mí, y realmente no se quería casar, el solo cayo bajó mi presión en la de su familia.
— Esto tienen que ser una mentira, Javier no me puede hacer eso porque él me quiere mucho — sentía como las lágrimas caían por mis mejillas.
— Lo siento, de verdad me hubiera gustado decirte que todo esto era diferente, pero la verdad es que para Javier tú solamente eres un compromiso que tiene que resolver — Pablo de inmediato me pidió que me fuera para mi habitación.
Al llegar allí me quedé completamente congelada y empecé a llorar, fue de esos momentos en los que uno empieza a recapacitar todo lo que ha hecho en su vida.
A la final quizás yo no tenía la vida feliz que durante todo este tiempo había pensado, en realidad todo era una mentira que habían construido todas las personas importantes de mi vida y en la que yo prácticamente era su peon.
Mario, él era el hombre encargado de la seguridad, demasiado brusco y sobre todo grosero para hablar, fue el hombre que prácticamente intento pegarme cuando yo llegué a aquella casa e intenté oponerme.
— Aquí le manda Pablo — me lanzo un celular satelital a la cama, Por pocos centímetros casi me golpea.
Me amenazó con matarme a mi o mi familia si llegaba a avisarle a la policía, el hombre me daba mucho miedo, se veía que era ese tipo de personas que puede mandar y hacer lo que se le dé la gana, además me advirtió que no podía decirles que estaba secuestrada.
Llame con mucho miedo a mis padres, sabía que ellos necesitaban escuchar mi voz.
—¿Donde estas?— preguntó mi padre desesperado.
— Estoy bien, solo Puedo decirte eso, que estoy tranquila — tenía miedo de decir algo que me costará la vida.
— Regresa de inmediato, no puedo creer que nos hagas pasar esta vergüenza con la familia de Javier, el ya nos contó que tenías un amante en el hospital y que quizas escaparate con el — Mi mamá me quitó el teléfono diciendo estás incoherencias.
— No, por supuesto que no — estaba escuchando como Javier daño mi imagen para justificar mi supuesto abandono.
Mario me quitó el teléfono y colgó.
Estaba mi vida en la ciudad volviéndose una porquería y yo encerrada sin poder defenderme de las acusaciones de Javier.
Empecé a concentrarme en ayudar a Esteban, estaba muy deprimido.
—¡Maldita sea!— gritaba con rabia.
— Tienes que intentarlo, no va a hacer fácil, y la recuperación va a ser dolorosa pero tienes que poder — empecé a decirle eso.
Pablo logro que le tomara algunas imágenes diagnósticas, Esteban se podía recuperar con fisioterapia, pero Pablo no quería a nadie más en casa que yo, así que empecé a hacer ejercicios con el, gracias a la ayuda de Luisa, la prima de Pablo y Esteban
Pablo cada día insistía para que yo cenara con el, pero yo lo quería verlo a la cara, gracias a él mi vida y mi reputación estaban en el suelo, así que siempre tomaba un poco de pan de la mesa y me encerraba en mi cuarto a comer solo eso.
Así que al día siguiente el me lleno la habitación de todo tipo de snacks, además de ropa, bebidas, todo lo necesario para subsistir.
No sabía cómo sentirme con la manera de ser de Pablo, pero no podía sacarme un solo segundo de la cabeza que él me tenía secuestrada, que yo no estaba viendo ningún tipo de cuento rosa y que podía estar en un gran peligro, aunque debo aceptar que me sentía muy atraída por el.
Ese día fue diferente, Esteban me abrazo y me dio un beso en la mejilla — Se que voy a vivir en silla de ruedas , pero tú compañía me hace feliz — suspiro mientras me miraba con ternura a los ojos.
Esteban era un buen muchacho, no entendia que hacía metido en este mundo cruel.
Subí a la habitación después de un largo día de cuidados, ya llevaba dos meses de encierro, me rete como profesional y como mujer, era un reto lo que estaba viviendo y me gustaba.
Había un hermoso vestido rojo de brillantes en mi cama, no entendia nada pero había un sobre con una carta a mano.
" Hoy es mi cumpleaños, sería genial si puedo pasarlo contigo, por lo menos que aceptes una cena de tu secuestrador ".
Era una nota de Pablo, así que accedí, quizás necesitaba hablar con él para convencerlo de salir de esa casa, Esteban ya estaba seguro de su invalidez, las fisioterapias no tenían mucho efecto, creo que era una buena opción.
— Este es el mejor regalo de cumpleaños que puedo tener, Esteban está muy deprimido con lo de su condición así que no quiero molestarlo con esto — explicó mientras partía un pequeño pastel para los dos — Te ves hermosa, recordé que así era tu vestido de graduación —.
— ¿Cuando me vas a dejar ir? Yo no quiero seguir aquí — le dejé en claro.
— Ya te dije, quiero que cuides de Esteban, el se merece el mejor trato — repitió de nuevo lo mismo.
— No, sabes que no es por eso, quiero que me digas ¿Porque no me dejas libre?— repetí frunciendo el ceño.
— Ese es el motivo, si quieres que te diga que es porque estoy enamorado de ti y te quiero conquistar, es una ilusión en tu cabeza, solo quiero que seas la nana de mi hermano, pero si te quedó grande ayudarle con su rehabilitación voy a contratar a alguien más capacitado — Pablo se levantó de la mesa enojado por mis palabras.
— ¡Yo soy capaz!— grité con rabia, odiaba que pusieran en duda mis capacidades como médico, era la mejor residente de mi generación y nadie me iba a quitar eso.
— Entonces quédate, créeme que eres demasiado fea y poco sensual para provocar algún deseo en un hombre, quizás por eso Javier y tu eran perfecto, su intimidad tenía que ser fría y opaca — Pablo se burló de mi.
—¿Porque me besaste entonces?— le cuestione de inmediato.
— Por gusto, pero me arrepentí enseguida, definitivamente no eres el tipo de mujer que busco, alguien con cara de angel y mentalidad de diabla, solo eres frígida — me volvió a insultar.
Odiaba que me dijera esto, porque había una posibilidad que fuera verdad, me subí en sus piernas y lo bese con pasión, como nunca lo había hecho antes, el me tomo de
la cintura y siguió con el primer beso de la perdición
CAPITULO 3De nuevo le di una fuerte cachetada, la verdad es que tenía una relación de amor odio con Pablo.Pablo se ha convertido en un verdadero arrogante que sentía que por tener todo el poder que le ofrecía el dinero era capaz de conquistar a cualquier persona y me imagino que en su cabeza pensaba que yo iba a ser una mujer muy fácil de conquistar pero estaba equivocado.— Nunca vas a volver a sentir mis labios en tus labios — le dije mientras me levantaba muy enojada de la mesa.—¿No vas a comer pastel conmigo? — me preguntó mientras me jaló un poco del brazo.Se que estaba muy enojada y que cuando estuve en ese tipo de situaciones no pienso muy bien en lo que voy a hacer.De inmediato agarré el pastel de la mesa y se lo puse en la cara, sabía que sido bastante extremo, pero tenía tanta rabia en ese momento qué no pensé en una consecuencia futura.Lo único que necesitaba en ese momento era pude seguir adelante con mi vida, aunque la verdad es que no sabía si en mi liberación iba
CAPITULO 4El beso de la noche anterior había sido una especie de venganza, una manera de bajarle su orgullo y subir mi ego, pero ahora este beso fue mucho más de mi parte.Quería tenerlo en mi, sentir como nuestra pasión se unía para los dos.— No puedo creer que te esté dando un beso, se supone que te tengo que odiar — Tenía muchas dudas en mi cabeza.— ¿Y si siempre me quisiste?— me dio un beso en el cuello.Aceptar eso era ir contra mi ego y orgullo, cuando estábamos en la secundaria, el me ayudó con algunas tareas y trabajos, pero no me aprovechaba de el, muy por el contrario estaba agradecida, y creo que fue la única persona que me trató con respeto y me dio un lugar de mujer y no de trofeo.— No, esto no va a pasar de ser un sentimiento que no va a crecer — me alejé de el de inmediato — Además con lo de Esteban sentir esto es prohibido.Me dirigí a mi habitación, no podía sentir esto, tenía que arrancarme este sentimiento de la cabeza, él era mi secuestrador, el me tenía aquí a
CAPITULO 5La fiesta iba a ser algo pequeño, obviamente no sería un evento como los que yo estaba acostumbrada de la alta clase social, y los amigos que teníamos no eran en común.Creo que por eso Mario me dejaba ir a la fiesta, pero yo pensaba que era mi oportunidad de encontrar una ruta de escape.Pensé que quizás al llegar tanta gente podía camuflarme, entrar a algún vehículo, hacer un intento para dejar atrás esta casa, y sobretodo la pasión que tenía metida en el pecho.No era una mujer de tomar riesgos, era más bien el típico ratón de biblioteca pero no hacía falta entender que está era una gran oportunidad para mí.Luego de terminar la terapia, Luisa llegó y me llevó a su habitación — Estos son los vestidos que compre para las dos, creo que eres de mi misma talla — sonrio.— Quiero escapar esta noche Luisa — sabía que era un riesgo decirle esto a la prima de mi secuestrador, pero me daba cuenta que Luisa era diferente a todos.—¿Estas loca? No puedes, a pesar que es una fiesta
CAPITULO 6 Obviamente para todos los presentes que sabían mi condición de secuestrada, yo había querido escapar. Sí era verdad que había intentado hacerlo pero en el fondo de mi corazón es por el miedo a todo lo que estaba sintiendo. Tenía mucho miedo dentro de mi cabeza que al enamorarme de mi propio secuestrador estuviera cayendo en un pozo sin fin. Temblaba con mucho nerviosismo mientras intentaba suspirar un poco, lo único que necesitaba en ese momento era tener un poco de paz. Pablo llegó muy temprano para traerme el desayuno, obviamente había estado encerrado en mi habitación desde el momento en que pasó todo esto. — Yo te juro qué me arrepentí de escaparme después de lo que sucedió entre los dos, tienes que entender que todo esto es muy difícil para mí — mi voz temblaba solamente con hablarlo. Pablo me miró fijamente a los ojos, él tenía dentro de su corazón una terrible angustia por lo que yo había hecho y me imagino que supuso que solo lo seduce para poder llegar a la
CAPITULO 7Obviamente nos preocupamos mucho por la situación de Esteban, la verdad es que no podía entender que estaba sucediendo en su cuerpo pues hasta donde yo había dejado todo el se encontraba en excelente estado de salud.Tenía que aceptar que no había podido hacerle muchos de los exámenes necesarios porque Pablo y Mario se negaban a sacarlo de la casa.Efectivamente él se encontraba en el suelo y con la mucha sangre saliendo de su nariz por lo que primero decidí controlar esta hemorragia y les pedí que la ingresarán a la casa.Tenía mucha fiebre lo que se me hacía muy extraño, el accidente había ocurrido hace mucho tiempo y la verdad es que no había ningún motivo para que después de casi tres meses existiera una infección.— Tengo que llevarlo a un hospital para hacerle exámenes, o por lo menos que me permitas conseguir a una persona que le tome las muestras aquí después nos envían los resultados — quise desplegar de inmediato a Pablo lo delicado del asunto.— No podemos hacer
CAPITULO 8Esteban era una persona muy importante en mi vida, a pesar de todo lo que había sucedido en estos días yo seguía considerándolo como una persona fundamental en mi crecimiento personal y sobre todo porque me hacía muy feliz como persona.Tenía mucho miedo de lo que podía llegar a suceder en el futuro entre Pablo y yo pero la verdad es que no podía dejar que Esteban terminara con esta enfermedad.—¿Qué tengo que hacer para salvarlo?— se puede escuchar el desespero en La voz de Pablo en ese momento.— tenemos que llevarlo algún hospital la verdad es que todo lo que yo te estoy diciendo son con exámenes muy mínimos, tiene que ser sometido a muchos estudios para saber cuánto tiempo avanza la enfermedad y sobre todo qué tratamiento sería mejor para el — quería que Pablo se diera cuenta que esta situación se estaba saliendo de las manos.Inmediato Pablo llama Mario le pidió que consiguiera una clínica donde no pudiéramos pasar ningún tipo de peligro en especial Esteban y que no tu
CAPITULO 9 Esto tenía que ser una verdadera broma, Mario me detestaba con todas las fuerzas de su corazón, quería entender porque parecía odiarme cada vez más pero la respuesta creo que no era lo que yo esperaba. —¿Porque tienes esta foto de mi mamá?— el cuestióne de prácticamente de inmediato mientras le entregaba la billetera que se le había caído. — Eso es un asunto verdaderamente privado del que tú no tienes ningún tipo de información — se enojó demasiado y me quitó la billetera de las manos prácticamente rapandomela. — Yo sé qué clase de hombre eres tú pero lo único que quiero es que te alejes de mi familia para siempre, es más que claro que la historia que acabas de contar es sobre mi mamá — la única cuestión que se me había metido en la cabeza. — Si, no sabía que tu mamá era Carolina, itdt este es el primer momento solamente porque te pareces demasiado a ella lo que significa que me traes malos recuerdos ¿Contenta? — me preguntó en ese tono completamente irónico. La verdad
CAPITULO 10 Lo primero que teníamos que hacer en ese momento era preocuparnos por Esteban, recuperación iba a hacer tardia y la verdad es que en el fondo de mi corazón lo único que yo quería era que él se sintiera tranquilo. Pablo estaba muy angustiado con todo lo que estaba sucediendo y me pidió hablar durante unos segundos conmigo. — Creo que lo que dijo Mario de cierta manera puede ser verdad, sabes perfectamente que mi hermano está muy enamorado de ti y considero que sería un hermoso último deseo poder casarse contigo — Pablo me estaba pidiendo que me casara con su hermano, a pesar de que hace tan solo unos minutos nos estábamos diciendo lo mucho que nos queríamos . — Entiendo perfectamente que estás muy angustiado por Esteban, pero yo no me puedo casar con un hombre que no amo sencillamente por eso, y mucho menos cuando el hombre que hagamos precisamente a su hermano la verdad en el fondo de mi corazón Yo no podría con tanta presión — quería dejarle muy en claro que estaría pa