Desde que Enzo se hizo cargo de las operaciones impuso la regla de no dañar mujeres ni niños y eso fue lo que le recordó William cuando le dijo que tenía a Marilyn y que iba en camino a encontrarse con ella.
–No necesitas recordarme eso William.
–Lo que significa que me vas a ignorar.
–Yo no daño mujeres ni niños en el sentido de que no trafico con ellos, no promuevo prostitución, no atento contra las esposas ni hijos de mis enemigos siempre los busco directamente y los enfrento en persona, sin embargo, no me tembló la mano cuando tenía a Adia Gutiérrez, no he tenido dudas en lo que se refiere a Katia y tampoco voy a retroceder frente a Marilyn, si me colma, si descubro
La mañana siguiente inició muy temprano para Enzo, quien ya llevaba una hora haciendo ejercicio cuando los primeros rayos del sol entraron por las altas ventanas de su gimnasio, luego de prepararse emprendió camino a su empresa.Llevaba un nuevo propósito en mente, trabajaría desde muy temprano en su propia empresa y después del mediodía se dedicaría a la empresa Villalba, para ocuparse en las noches de los casinos y demás negocios entre los cuales contaba financiamiento a clubes, bares y afines; transporte de mercancía que algunas veces era de dudosa procedencia y apuestas clandestinas en varios deportes.Estos últimos constituían su actividad clandestina, en la que algunas veces tenía que usar la fuerza para que los deudores cumplieran con los pagos; para proteger los camiones que utilizaba o para hacer respetar los resultados de las apuestas; dirigía una gran organización a puertas cerradas y gracias a sus puños, acompañados algunas veces de una que otra bala, tenía muy bien ganada
Luego de cerrar la llamada, Enzo quedó un poco desconcertado y se decía: “¿Qué carajos? ¿De dónde sacó ese genio?, me retó, me refutó, seguro que cara a cara no se hubiera atrevido a tanto, hasta me dijo psicópata. Ay nena, no tienes idea de todo lo que puedo ser o hacer por proteger lo que me pertenece.”Luego de otros instantes de reflexión, recibió un mensaje donde le informaban que todo bien con respecto a Richard Alexander porque no había intentado acercarse de nuevo a Patricia; además ella estaba dedicándole toda su atención al señor Ko, quien es uno de los que trabaja con ella en el proyecto.“¿Y se supone que eso debe tranquilizarme? ¿Está dedicándole toda su atención al tipo que trabaja con ella? Carajo, carajo, carajo, no puedo ir en este momento para demostrarle a quién le pertenece, aunque no esté conmigo, es mía y debe entenderlo de una buena vez.”Lo siguiente que hizo fue llamar a William. –Dígame jefe. –Consígueme un avión, debo ir a Tailandia.
En las afueras del restaurante se despidieron, el “hasta mañana” que le dijo el señor Ko a Patricia no le gustó nada a Enzo, de buena gana la hubiera subido al auto para luego tomar el vuelo de regreso a casa y así terminar con las pretensiones de ese asiático, pero lo peor fue la brillante sonrisa que ella le dedicó a ese hombre.La tomó por el codo y la apresuró para que subiera al automóvil que lo había trasladado a él. –Tengo el auto que tú mismo me asignaste. –No importa, el chofer nos seguirá. –De verdad no entiendo qué haces aquí, yo no te hice ninguna consulta.Enzo se limitó a observarla de reojo sin re
Adia Gutiérrez estaba ansiosa esperando noticias de los hombres que había enviado a atacar a Enzo, tenía dos días esperando que él apareciera en ese aeropuerto, su plan era perfecto: Lo seguirían discretamente y en el momento oportuno lo balearían hasta dejarlo como un colador; reía ruidosamente anticipando la confirmación de la muerte de Enzo Villalba.Cuando su teléfono dio alarma de mensaje, lo revisó de inmediato y quedó petrificada, cuando volvió en sí un grito gutural salió de su garganta, él teléfono resbaló de sus manos. –¡MALDITO DESGRACIADO! –exclamó en voz alta–, no puedes haberte atrevido a dispararle a mi hija. –¿Qué pasa señora? ¿Por qué grita así? –preguntó un joven entrando al salón donde se encontraba. –¿Dónde están los hombres que envié por Enzo? –Perdí contacto con ellos hace bastante rato. –¿Y no se te ocurrió informarme? –Pensé que era porque venían hacia acá. –Búscalos, uno de eso
Enzo escuchó a su propio tío tratando de contratarlo para eliminarlo y apretó los puños para contener las ganas de rodear la mampara y descargar su arma tanto en él como en su primo, pero no podía hacerlo, no mientras su abuelo viviera, así que luego de respirar profundamente, respondió: –Se equivocó conmigo y mis hombres, no somos matones de feria. Si tanto desea verlo muerto, hágalo usted mismo, ya pueden irse, tengo otros asuntos qué atender y esos sí son importantes.Pidió que le sirvieran un trago cuando quedó solo en esa oficina, contemplaba el líquido ambarino en el cristal reluciente y recordaba que desde pequeño tuvo que cuidarse la espalda de su tío y de sus primos, tantas caídas y golpes que luego justificaban diciendo que era torpe, por eso apenas creció se apartó de ellos.Su abuelo había visto en él carácter y determinación, así como suficiente fortaleza y habilidad para mantener su legado, por eso lo eligió y eso lo sabía desde el día de su cumpleaños número
Patricia estaba muy angustiada al oír a su hijo quejarse y llorar, sabía que debía ir al hospital, pero se debatía con ella misma ya que no tenía dinero para cubrir su atención, al mismo tiempo sabía que no podía dejarlo así, se armó de valor y salió con el niño envuelto en una manta, lo oprimía contra su pecho para transmitirle una calma que ella misma estaba muy lejos de sentir, iba maquinando las mil y una maneras de lograr que algún médico atendiera a su pequeño tesoro, estaba dispuesta a ofrecer sus servicios como empleada doméstica si era necesario.Caminó unas cuantas cuadras con la criatura sujeta fuertemente con sus brazos, el dinero que tenía en ese momento solo le alcanzaba para un autobús por lo que al fin llegó a la parada donde tomaría el que la dejaba muy cerca de la entrada del hospital, escuchaba el llanto quedo y lastimero que salía de su bebé, su razón de levantarse cada mañana a enfrentar el mundo. –Tranquilo mi pequeño, ya vamos camino al hospital y en
Al día siguiente, apenas llegaron sus padres al hospital ella se fue a trabajar, entró, se colocó el uniforme e inició su labor bajo la lasciva mirada de su jefe, cuando no había clientes aprovechaba de revisar los anuncios y logró resaltar unos cuantos, en la tarde iría a los más cercanos, afortunadamente tuvo algunas buenas propinas y tenía para el traslado.Terminó su turno y esperó un poco hasta que cesara la lluvia que había caído por mucho tiempo ese día, se encontraba en la acera esperando para tomar el autobús cuando un auto pasó a toda velocidad y la salpicó completamente arruinando su ropa, ella le lanzo una mirada asesina al conductor del vehículo, mientras el mismo la observaba por el espejo retrovisor y sonriendo decía: –Mujer, eso te pasa por estar mal ubicada en la calle.No le quedó más alternativa que regresar a la cafetería, el dueño la vio entrar empapada y le ofreció el baño privado de su oficina para que se cambiara, lo cual ella rechazó enfáticamente
Enzo se encontraba con un humor de perros desde que el abuelo le dio fecha límite para cumplir con el dichoso matrimonio que organizó con su antiguo compañero de la armada, de no ser porque es la única persona que merecía su aprecio y respeto, definitivamente mandaba todo a la mierda, bastante tenía con soportar las críticas de todos los que lo consideran un inútil, aunque debía reconocer que eso era muy conveniente, así nadie interferiría en su verdadera vida.Acababa de recibir la orden de su abuelo para casarse y salía del edificio de la empresa familiar porque tenía una importante reunión en otro lado y una chica extremadamente torpe manchó su traje, se había cegado y estuvo a punto de golpearla, aun cuando estaba en el suelo, pero su mirada gris le caló y eso lo detuvo, se había perdido en sus ojos, solo así se salvó de la furia que lo invadía en ese momento.Ahora que los Gutiérrez Zambrano se comunicaron con la familia Villalba Reyes avisando que ya su hija estaba lista para ca