Soy arrastrado a través del bosque junto a mis congéneres en dirección a algún lugar desconocido. En el cielo se ven rayos de luz solar moribunda y determino que nuestro destino ya no debe estar muy lejos si estas mujeres quieren pasar la noche a salvo. —Esto es una m****a… Leo se volteó a verme con molestia antes de abrir la boca. —No es el momento. —Siempre es momento para expresar que algo es una m****a. Pese a mis sentimientos decido mantener la boca cerrada para no llamar más la atención. A lo lejos diviso una estructura de concreto que debe ser nuestro destino. Es bastante grande y parece muy defendible, definitivamente nuestro destino. A nuestra llegada al campamento de lo que he decidido llamar “amazonas” somos llevados a una habitación vacía y arrojados sin más. Puedo ver la luz a través de una pequeña ventana abarrotada en la esquina de esta celda improvisada y cada vez se extingue más. — ¿Alguna idea de cómo escapar? —Le pregunto a mi grupo. Pasan alg
Oscuridad, gritos y miedo, esos eran las partes por separado de lo que formaba mi situación. El sudor cubre mi cuerpo mientras corro a través de la oscura penumbra de este bosque maldito, mi corazón se acelera más con cada centímetro recorrido, siento que mis pulmones queman, mis piernas me arden y sólo la adrenalina me mantiene en movimiento pero aun eso no puede durar para siempre. Mi mundo se transforma en sombras tenues brevemente iluminadas por la luz plata de la luna. No pienso en el camino, el tren o mi hogar, simplemente persigo la espalda de Leo y los otros fugitivos frente a mí. Jadeos pesados escapan de mi boca y mis sentidos agudizados por el terror puro escuchan un golpe seco acompañado por gemidos frente a mi posición. Veo a Leo desviándose ligeramente para intentar ayudar al hombre caído, pero corro más rápido y lo tomo por el brazo, sus ojos me miran con miedo y confusión. Un millar de pensamientos pasan por mi mente en el espacio de un latido pero hay uno que se
Hermosa luz del sol, que destierra la oscuridad y los horrores que la habitan, cubre la tierra y baña en etéreo oro luminoso la existencia, quema la niebla cegadora e ilumina nuestros caminos.Mis piernas tiemblan y arden por el cansancio en cada paso, mi boca esta seca como un desierto arenoso, no soy capaz de abrir el ojo derecho sin que estalle en un dolor paralizante.—Creo que veo la estación más adelante—la voz de Cristofer (nuestro anteriormente desconocido acompañante) anunció.Es un sentimiento único y complicado lo que me invade, alegría por estar a punto de volver a la seguridad de los brazos de mis amigas, miedo de sucumbir a la oscuridad estando tan cerca de la meta, tristeza por el juicio que caería sobre mí si se supiera lo que he hecho, y finalmente la ira contra el universo inmisericorde que parece empeñado en dañarme a mi y mis amigos.Un ultimo empujón alimentado por nada más que fuerza de voluntad me mantiene caminando."En caso de duda avance... "El ultimo tramo
El tren no salió el día de nuestra llegada, se retrasó unos días para poder recolectar los cuerpos de los licántropos y hacer un funeral para los perdidos... pero no me presente a la ceremonia. El sonido de la puerta del camarote abriéndose llegó a mis oídos mas no me molesté en voltear a ver a la persona que entró en mis aposentos y continúe con mi lectura del libro tan extraño que había encontrado en esta realidad, en su lugar me conformé con esperar las palabras que seguramente tendría para mí. —Estamos preocupados por ti. —Estoy bien, Leo... —Guárdate las mentiras, claramente no estas bien y ambos lo sabemos. Ya no tenía salida, era momento de dejar a un lado las excusas y hablar con la verdad... al menos no habría más personas para escuchar mis pensamientos. —Dime, Leonardo ¿Cuando cierras los ojos, qué es lo que ves? Él se tomo su tiempo para pensar en una respuesta. —Garras que vienen hacia mi... —Es comprensible... cuando yo cierro los ojos veo la mirada traicionada d
Los días pasaban en nuestro viaje y aunque no puedo dejar de pensar en las cosas que he hecho al menos intento seguir adelante. El tiempo pasa y no hay mucho que hacer en el tren para pasar el tiempo, no hay internet y ver las mismas películas todo el tiempo tampoco es factible, así que los pasajeros hemos hecho algunas mancuernas improvisadas así como uno que otro saco de boxeo para poder mantener a las personas en forma y entretenidas, las acomodamos en el espació liberado por las cosas que se han comerciado en nuestras dos únicas paradas. Junto con el reciente espacio para ejercitarnos el único otro entretenimiento que tengo a la mano son los libros que he conseguido. No sé cómo describir los libros que he encontrado además de "en extremo peligrosos", sólo la guía de hipnosis ya es lo suficientemente preocupante como para no revelársela a nadie, únicamente Leo tiene una idea de cómo fue que obtuve ese conocimiento y ni siquiera estoy dispuesto a compartir el libro con él. El ot
«He visto una mariposa en el azul cielo el otro día, era hermosa, casi parecía una pintura y por un momento pensé en inmortalizar su belleza para siempre en un retrato. A pesar de mis esperanzas y sueños lamentablemente aun no he vuelto a casa y eso aunque todavía ahoga mi corazón en un océano de tristeza no me ha impedido seguir adelante en mi viaje. Me pregunto que será de mi familia, a veces me cuestiono si aun esperan mi regreso o han continuado con sus vidas y esa duda no me deja dormir algunas noches, a través de esta búsqueda desesperada por mi hogar he aprendido muchas cosas, visitado varias tierras, hablado muchas lenguas, conocido mucha gente y demasiados seres… Mientras como sólo en algún restaurante siempre me encuentro perdido en mis propios pensamientos haciéndome la misma pregunta. “ ¿Qué habrá sido de mis amigos, aquellos que he conocido durante mis interminables viajes? “ Me hace sentir una insondable tristeza el saber que todos ellos continúan sus vidas mien
El tiempo siguió transcurriendo, las medidas que sugerí se aplicaron y al inicio todos estaban cautelosos pero mientras más días pasaban la gente empezó a sospechar que de hecho había sido algún tipo de ajuste de cuentas, algo de una sola vez pero a aun así siguieron usando las medidas preventivas, a pesar de todo a nadie se le escapo lo verdaderamente importante del asunto…nunca atrapamos al culpable. Seguí con mi rutina diaria sólo que esta vez acompañado, hice ejercicio, comía, miraba por las ventanas, jugaba a las cartas u otro juego de mesa y en la noche iba al consultorio con Angélica donde hacía lo que era verdaderamente importante para mí en ese momento, leer los libros del ocultista buscando cualquier cosa medianamente útil que debería intentar usar, ya había leído por completo el libro de hipnotismo y puse en marcha los aspectos mas sutiles del mismo con ayuda de Leo así que me enfoqué en el otro pero ese en efecto era una novela que relataba los viajes del hombre…no sabía
Me siento a comer a la mesa una vez más, mis padres están sentados en sus asientos habituales en cada extremo y mi hermano se encuentra justo frente a mí, nos tomamos todos de las manos antes de recitar una oración a dios agradeciendo por los alimentos. Me llevo una cucharada del estofado de res a la boca, remojo el pan en el caldo y lo muerdo con gusto disfrutando inmensamente del sabor familiar. -En serio que te luciste esta vez mamá, la comida te quedo perfecta-Las palabras fluyen desde mi corazón hasta la lengua sin una sola barrera. -Gracias mi amor, la hice especial para ti-La voz de mamá calienta mi alma como una manta reconfortante- ¿Ahora, por qué no nos sigues hablando de tus aventuras en ese tren? Tome su petición al pie de la letra y les conté mis vivencias una por una hasta el final mientras continuamos nuestra comida. Mientras pasa el tiempo instintivamente sé que tengo que irme, hay más cosas esperándome fuera de casa. Camino hacia la entrada y lentamente abro la