AMALIA.—¡Me gustas! —le confieso.Huxley se sorprende, pero después sonríe muy feliz.—¡Me gustas mucho y...! ¡Al carajo!—¿Qué...?Entrelazo mis manos por detrás de su nuca y posteriormente, uno mis labios con los suyos.Al principio, ambos nos quedamos quietos sin movernos, pero poco segundos después, empezamos a mover los labios y besarnos correctamente.Sé que probablemente después de esto, no voy a poder mirarlo sin ponerme roja, pero no me arrepiento.Siento como Huxley pone sus manos en mi cintura y me acerca más a él y yo aprovecho eso para entrelazar mis brazos detrás de su nuca para así profundizar el beso.Días después...El auto se estaciona delante de la universidad y yo me quito el cinturón de seguridad.—Gracias por traerme —le digo mientras agarro mi mochila—. Nos vemos luego.—Nos vemos luego.Me estiró un poco y le doy un corto beso, pero él no parece conformarse con eso, así que lo que hace es que cuando me alejo un poco, me agarra del brazo y me jala hacia él para
HUXLEY.—Una costilla y brazo fracturados, pierna izquierda esguinzada, herida por arma blanca en el cuello que, afortunadamente, no provoco daños mayores, hematomas en varias partes del cuerpo, pulmones débiles por la cantidad de humo inhalada y se le tuvo que practicar una reanimación —me informa—. Actualmente, se encuentra inconsciente y tiene una máscara que la está ayudando a respirar, dado que todavía no lo puede hacer correctamente por ella misma, además de lo anterior, la estamos monitoreando por la herida que recibió en el cuello, ya que puede presentar problemas.—¿Pero estará bien, verdad? —pregunto.—Eso es difícil de contestar —me cubro el rostro con las manos y gruño frustrado—. Por el momento, lo único que puedo asegurarle es que haremos todo lo posible para que ella mejore.—Entiendo —le digo al enfermero mientras controlo mis ganas de gritar y destrozar todo—. Quiero estar con ella.—Lamentablemente, eso no será posible —me informa—. Se encuentra en terapia intensiva
HUXLEY.Veo como el doctor pasa una luz por los ojos de mi chocolatina —Sus signos se encuentran estables —dice después de un rato mientras se aleja de mi chocolatina—. Está mejor de lo que pensaba.Mis suegros suspiran aliviados al igual que yo.—Me...Mi chocolatina no termina la frase y en ves de eso, se queja de dolor.—Le recomiendo que no hable por ahora, reina —le dice el doctor—. O por lo menos, no tanto, tiene una costilla rota y recibió una apuñalada en una parte del cuello, le va a doler por un tiempo.—¿Cuánto tiempo durará así? —le cuestiono.—Unos meses —me responde—. Si le suministramos medicamentos mágicos, va a durar menos tiempo.—¿Cuánto es eso? —pregunto.—Un mes o un poco más de un mes —me responde—. Eso depende de cómo reaccione su cuerpo.—Entonces suministreselos —le digo al doctor.—Para eso, se tiene que llenar un formato y firmar un acuerdo —me dice el doctor—. Además de que se le hará un pequeño examen de examen para ver qué medicamentos le convienen.—Ent
HUXLEY.—¿Cómo te sientes?[Un poco mejor] —me contesta por sus pensamientos— [Me sigue doliendo todo]Le sonrió y dejo un beso en su mano "sana".[En serio siento que voy a morir]Le lanzó una mirada seria.[No me veas así, que es verdad, además, dije que siento, no que quiero morir]—El dolor va a ir disminuyendo —le digo—. Y, algún día, vas a estar completamente bien y cuando recuerdes esto vas a decir "de solo recordarlo me empezó a doler todo".Mi chocolatina suelta una pequeña risa que se convierte en un quejido de dolor.Acaricio su cabeza con cuidado y lentamente.Ojalá yo estuviera en su lugar.La puerta de la habitación es abierta y por ella entra mi papá.—Oh, está despierta —comenta en cuanto ve a mi chocolatina—. Pensé que estaría dormida.—Pues ya viste que no es así —le digo— ¿Tienes toda la información de mi chocolatina?—Sí, sobre eso, les tengo buenas y malas noticias.[¿Cuál es la mala?]—¿Cuál es la mala? —le inquiero a mi padre.—Mi nuera — [¿¡Dijo nuera!?] — tend
AMALIA.—A la cuenta de tres, ¿ok? —[ok]—. Uno, dos y... Tres.Huxley y su papá me trasladan a la silla de ruedas.Hoy, después de lo que parecieron ser tres muy largas semanas, por fin salgo del hospital.Me gustaría decir que ya estoy completamente bien, pero la verdad, todavía no puedo moverme o por lo menos, no mucho.El lado bueno es que puedo hablar, aunque tampoco es mucho porque me duele todo por el más mínimo esfuerzo todavía.Suelto un quejido de dolor e intento regular mi respiración para que el dolor agudo pase.—¿Estás bien? —me inquiere Huxley preocupado.—Due... —tomo aire para completar la frase—...le.Huxley se pone a mi estatura y agarra mi mano no lastimada.—Regula tu respiración para que duela menos, ¿ok?No digo nada e intento hacer lo que él me dijo.—Tenemos que acomodarla bien —comenta el padre de Huxley—. Se puede caer.—Esta bien —dice Huxley.Ambos me acomodan correctamente en la silla y yo suelto un quejido de dolor.—Mucho mejor —comenta el padre de Huxle
AMALIA.—Ah... —volteo a ver a Huxley asustada—. Dime qué eso no es lo que creo que es, por favor.En vez de una respuesta, lo que obtengo es que él me cargue y vea a Henry y Hugo para decirles:—¡Al refugio, ahora!Ambos mellizos se levantan rápidamente y empiezan a seguir a su tío.—¿¡Nos están atacando!? —pregunta Henry.—¡Sí! —le responde Huxley abriendo una puerta— ¡Entren rápido!Henry y Hugo entran y empiezan a bajar las escaleras que parecen llevar a una especie de sótano, en dónde ya se encuentra Chispa.—Escúchenme bien —me deja en una silla—. Se van a quedar aquí hasta que regrese por ustedes, aquí van a estar a salvo, no intenten salir que no lo lograrán —empieza a retroceder—. Chispa, vigílalos.De un segundo a otro, él empieza a subir las escaleras rápidamente al mismo tiempo que una luz blanca se ve por todos lados antes de que el lugar cambie por completo.🍋🍋🍋🍋🍋Respiro lo más normal y tranquilamente posible mientras siento como si me fuera a morir.—Tía, no te ve
AMALIA.—¿Qué te sucede?Volteo a ver a Valeria.—Nada —le respondo.—Es el "nada" más falso que he escuchado —me dice—. Anda, ya dime que tienes, te juro que no le voy a decir a nadie.Lo pienso bien antes de volver a verla.Supongo que estaria bien platicarlo con alguien mientras espero que Amy y Pato tengan tiempo para hablar.Hablar con Huxley no es una opción debido a que está ocupado, además, el tema es él.—Es sobre Huxley —le comento.—¿Qué hizo mi hijo? —Bueno... en realidad, es algo que no hizo —Valeria me ve confundida a lo que suspiro—. Tengo dos primos de mi misma edad y los tres encontramos a nuestros soulmates al mismo tiempo y bueno, a ellos ya han...—Ah, ya —me dice con cara de "ya entendí" y con una sonrisa juguetona en el rostro—. Quieres tener sexo con mi hijo.Siento como me pongo toda roja.—¡No, no! ¡Yo no...! —se cruza de brazos y su sonrisa crece más— ¡No es eso!—No tienes nada de que avergonzarte, —me dice mientras mi vergüenza crece y estoy segura de que
HUXLEY.—Esta limpia.Deja caer sobre mi escritorio varias carpetas, las cuales, empiezo a revisar.—Odiara a tu mate y estará obsesionada contigo, pero no fue capaz de intentar asesinar a tu mate.—Que mal —digo—. Era mi única sospechosa.—¿Acaso querias que ella fuera culpable para matarla? —me inquiere—. No sabía que la odiaras.—No la odio —le digo—. Pero si me molesta demasiado que siempre que ha visto a mi chocolatina la haya agredido.—Hablando de tu mate, solo la conozco en fotografías —toma asiento delante mío— ¿Cuándo tendre el honor de...?—Luego la conocerás personalmente —la interrumpo—. Por ahora, solo sigue investigando quién está detrás de todo esto, ¿entendido?—Entendido —me dice— ¿Recuerdas que habia un pequeño grupo que estaban encontrá tuyo?—Sí, lo recuerdo —le contesto—. La gran mayoría de los ellos está ahora mismo en prisión, otra parte decidió ya no formar parte del grupo y los que quedaron fueron olvidándose de la absurda idea de querer tomar mi lugar.—Buen