RECUPERARLO POR ELLA.
RECUPERARLO POR ELLA.
La oficina del presidente Nathaniel contemplaba los contratos sobre su escritorio, de repente su teléfono comenzó a vibrar. Al ver el nombre en la pantalla, una sonrisa torcida se dibujó en su rostro.
―Daniel…
― ¡Felicidades por tu boda! ―exclamo el hombre del otro lado ―Ahora entiendo muchas cosas, pero al menos pudiste decírmelo, ¿no crees?
Nathaniel suspiró, sabiendo que la conversación iba a tardar.
―Iba a decírtelo, solo que…
―Pero no te preocupes, finalmente tomaste las riendas de tu vida. Ya iba a darte cristiana sepultura cuando te casarás con Victoria.
Nathaniel se apretó el puente de la nariz y se llenó de paciencia.
―Daniel, ¿llamaste solo para eso?
―No, pero no me pidas que no me sienta dolido. Joder, somos como hermanos, y me lo ocultaste. Pero te perdono cuando me pongas de padrino.
El otro hizo una mueca y esperó a que su amigo terminara.
― ¿Ya podemos ir al grano?
Daniel dejó de reír y su tono se volvió serio.
―Sí, te tengo buenas noti