BARCLAY
Estoy a punto de irme y buscar a mi hermana con mis propios méritos, cuando el imbécil de Preppy sale cargando a Corban Smith como si fuera un puto costal de papas, en su rostro puedo ver que parece más relajado, como si fuera un pobre que acababa de ganarse la jodida lotería.
—Andando, esperaremos a Enzo en la fortaleza secreta —me ordena el hijo de puta.
Me quedo estático esperando a Ariel, y cuando la veo siento más deseos de matar a Preppy, su cuello está marcado por chupetones que antes no estaban, su vestido parece arrugado y puesto de la manera correcta, su cabello morado alborotado, las mejillas rosadas y soy consiente de sus ojos rojos. Ha estado llorando, pero lo que más me pone es la
LEAIntento abrir mis ojos, pero me resulta inquietante el hecho de sentir la pesadez impidiendo que lo haga, mi cuerpo sufre de un ligero nerviosismo hacia el cosquilleo que lo recorra todo, desde la punta de los dedos de mis pies, hasta mi cabeza, las pulsaciones que bombardean mi cerebro, solo logran alterar mi corazón, haciendo que entre en una frenética carrera imposible de ganar.Poco a poco recobro la conciencia, obligo a mis párpados a abrirse de golpe y lo primero que aparece dentro de mi campo de visión, es una enorme puerta roja, giro los ojos y reúno todas las fuerzas que me quedan, en tratar de armar el enorme rompecabezas que es mi cabeza ahora. Estoy claramente sola, atada de manos y pies en una silla, observo con detenimiento a mi alrededor llegando a la conclusió
ENZO¡PUTA MADRE!Ver a Lea en ese estado, hace que me hierva la sangre, tengo muchas teorías de lo que le pudieron haber hecho, y en todas ellas solo tengo una solución; acabar con todos los Smith, incendiar el mundo entero y ponerlo a los pies de ella. No tardé en encontrarla, Preppy es el mejor y en combinación con el Boss, pudimos dar con ella en menos del tiempo estimado.Ahora todos saben que estoy vivo, ahora me he convertido en el enemigo más buscado de cada jodida mafia, mi cabeza si antes tenía un precio, esta vez está bañada en oro y representa la gloria y el liderazgo por encima de todos. Quien me mate, gana ¿el problema? Que ahora tenía a alguien por quien vivir, Lea. Me i
Lea se queda callada, juro que su mente esta en otro sitio y sin decir nada más, asiente y salimos. Intento entrar con ella pero me detiene. —Quiero hacer esto sola. —No —mi respuesta es rotunda. —No te estoy pidiendo permiso, espera con mi hermano. —No —doy un paso adelante. —Lo harás, no me hagas tener que escapar otra vez de ti —frunzo el ceño. Pensar en que ella es capaz de alejarse de mi, me enferma, por lo que decido darle su espacio. Y de mala gana asiento. Ella me regala una ligera sonrisa que no sé explicar y luego entra al consultorio. —No estoy de acuerdo en la re
LEA La hostilidad con la que me mira Enzo, comienza a borrar la sonrisa que iluminaba mi rostro, no se ha movido desde que ha visto los resultados y le confirmé que estaba embarazada de él. Conforme pasan los minutos, mi corazón comienza a quebrarse y el miedo se apodera de mi. Me desilusiono al instante como a un niño pequeño que le rompen el globo de un pinchazo. Esperaba otra reacción por su parte, tal vez... Una distinta a la que tuvo Corban cuando le anuncié mi primer embarazo. —¿No me dirás nada? —intento hacer un nuevo contacto visual con él pero es imposible, es como si yo hubiera desaparecido de su mundo—. Enzo... Acerco mi mano para tocar la suya, pero reacciona de un modo que me resulta atemorizante. —¡
ENZO—¡Pero qué mierda es todo esto!La voz al fondo de mi cabeza, hace que me de más jaqueca. Abro los ojos y observo todo a mi alrededor, hay varias botellas de vino vacías, condones regados sin usar y una puta a la que no pude follar anoche porque pareciera que Lea me castró de por vida. Por lo que tuve que recurrir a masturbarme mientras la zorra se quedaba dormida de tanto tomar.—No grites —trago duro y me arremango la camisa.—¿Peleaste con la peque? —abre las cortinas y las ventanas.—No me la menciones, no quiero saber nada de ella.
ENZO—No me toques los huevos y dime en dónde mierda está mi mujer —comienzo a perder la paciencia.—No lo sé, ya te lo he dicho, fui por ella, estuvimos hablando y cuando le pedí que me esperara, al regresar ya no estaba, es todo lo que sé.—Mientes.—No miento, ahora largo de mi local.El hijo de mil putas miente, lo sé, de no ser así, se atrevería a verme.—No me iré hasta que me digas lo que quiero saber.Brandon me desafía con la mirada, comienza a pensar
NARRADOR OMNISCIENTEBajo el manto nocturno, la lluvia impedía que pudiera seguir andando, escondido bajo una especie de cueva en medio del bosque, le echaba un vistazo a su alrededor, sus enemigos estaban cerca, y tenía que ser muy cuidadoso. En este trabajo, un error podía causarle la muerte, y no estaba listo para morir.—En...Dio un respingo al escuchar el débil susurro de la chica a la que habían enviado matar, Lea Davis era una mujer guapa, le habían mostrado fotografías de ella, pero en persona resultaba ser sexy y...«Joder, deja de pensar en eso»No pudo matarla, mientras hablaba con ella se
PREPPYSUCESO OCURRIDO ANTES DEL ACCIDENTE DE LEA.Inspiro una línea de cocaína y espero a que surta efecto, es la tercera que llevo, intento olvidarme de la perra con cabello morado y ojos grises abismales, que son el complemento perfecto para su rostro ligeramente adornado por un par de pecas. La puta que me realiza una mamada no sirve para que borre su recuerdo de mi memoria, desciendo la mirada y anclo mis fríos ojos sobre su cuerpo desnudo.—No eres ella —susurro al tiempo que enredo mi mano entre las hebras de sus cabellos oscuros y la obligo a tragarse toda mi verga.Frunzo el ceño al ver que no puede hacerlo, sus labios no rodean ni la mitad de