Entro en la mansión sin hacer ningún tipo de ruido, camino hacia mi habitación con los tacones en la mano, tropiezo en el último escalón, recupero el equilibrio antes de caer.

No vuelvo dejar que Nat me influencie para ir al bar de la manada siempre vuelvo mareada, llego a mi habitación pensado que me he librado de un regaño o aun peor un castigo.

Enciendo la luz y veo a mi padre de pie en el centro de mi habitación, a la próxima creo que será mejor poner mis sentidos a trabajar pero lo malo de los tequilas duende es que hacen que pierdas los sentidos por unas horas y son mi bebida favorita.

— Estas no son horas aptas para que una chica de tu edad este llegando y menos en el estado que vienes— gruñe, suspiro resignada.

— Eso me importaría si tú me hubieras criado pero como tú no fuiste quien me crio pues solo diré que tengo sueño y que no quiero discutir para no despertar a tu esposa e hijo— puedo ver que mis palabras le afectan tal y como esperaba.

— Hablaremos de esto en la mañana— pasa por mi lado —Que descanses hija— gruño y él sale de la habitación, cierro la puerta fuertemente, me quito la ropa para ponerme mi pijama, me desmaquillo voy al baño de mi habitación para lavarme la cara y los dientes.

Ahora quieren actuar como mi familia cuando de bebé y hasta mi transformación me dejo al cuidado de su Delta, no me mal interpreten me dieron una muy buena vida, pero para mí, mi verdadera familia son ellos y su hijo Ansel, él es mi verdadero hermano mayor.

Les cuento un poco de mi historia cuando nací había una gran guerra con los vampiros, lanzaron una amenaza contra los hijos del Alfa de Killer Moon así que en cuanto nací me entregaron a la pareja del Delta de mi padre, ellos me criaron como si de verdad fuera su hija.

Me dieron amor, me educaron, me enseñaron como ser una buena guerrera, cosa que mi padre biológico no me hubiera enseñado, mientras yo era criada por una familia diferente, mi hermano fue criado por nuestros padres biológicos, tuvo la vida que a mí me negaron y sé que realmente no lo hicieron por protegerme porque poco después mi nacimiento los vampiros firmaron un tratado de paz con mi padre.

Realmente no me querían, mi hermano me dice que fui un milagro que mamá realmente no quería y aun que ahora mi madre biológica trata de llevarse bien conmigo yo no le permito acercarse mucho, no fue hasta mi transformación que mi padre me dijo quien era realmente.

En fin esa es mi triste historia, la única de mi familia biológica que siempre estuvo presente en mi vida fue mi abuela paterna, ella me contaba muchas historias de cómo antes existían los mates, parejas asignadas a nosotros por la Diosa Luna pero que al ver que miles de lobos no valoraban a sus mates nos quito el privilegio de tenerlos.

Decía que un día nacería una niña loba a la que la Diosa Luna le daría la oportunidad de tener un mate nuevamente y que si ella lo aceptaba le daría la misma oportunidad a su generación, pero solo es una historia, por desgracia un año después de mi transformación mi abuela falleció de vejez pero se fue con una sonrisa en su rostro.

Al día siguiente me desperté por la alarma, aquí en la mansión del Alfa siempre nos tenemos que levantar temprano para desayunar en "familia" antes que el Alfa y su Luna se pongan a hacer sus deberes de líderes.

Me meto a bañar después de bañarme voy a mi armario para elegir lo que me pondré, me decido por una blusa roja que deja al descubierto mi abdomen, un pantalón de mezclilla pegado y unos tenis rojos, no me maquillo por que hoy es domingo así que no planeo salir por último me cepillo el cabello.

Una vez lista salgo de mi habitación para bajar al comedor, donde ya están sirviendo el desayuno, mi padre mira a mi madre completamente enamorado, ellos dicen que se aman desde el día de su boda de solo pensar que yo estoy a un año de poder contraer matrimonio me estremezco.

Mi madre también lo mira enamorada, he visto muchas parejas que se enamoran y otras que se odian hasta el punto de divorciarse, pero no puedes divorciarte si ya tienes hijos, entonces no te queda más que aguantar o suicidarte engañando a tu pareja esto sería más fácil si las historias que me contaba la abuela fueran ciertas.

— Citlali ¿Me quieres decir a donde fuiste anoche?— rodé los ojos, no se para que pregunta si ya lo sabe.

— Fui a un bar con Nat— Natalia es mi mejor amiga es una Beta de hecho es la hija menor del Beta de mi padre.

— ¿Por qué llegaste tan tarde?— en ese momento llego mi hermano y me miro burlón.

— Porque se me pego la gana— rete a mi padre con la mirada, mi padre Alfa se llama Arun, mi madre llama Alhena y mi hermano se llama Lorcán.

— ¡No me contestes de esa manera jovencita, soy tu padre!— me reí, mi madre con la mirada me suplicaba que me callara, mientras que sostenía la mano de mi padre con fuerza.

— Pues vaya padres, me abandonaron por 16 años y ahora quieren que los trate como si siempre hubiéramos sido una familia feliz—

— Ya cállate el lobo de nuestro padre está perdiendo la paciencia— me regaño Ulfa mi loba.

— Que rencorosa eres manita— dijo Lorcán.

— Tu cállate— no vi el momento en que mi padre se levanto solo sentí su mano azotando mi mejilla izquierda, mamá ahogo un grito de horror, Lorcán estaba sorprendido y yo me enfurecí.

— Bien eso era lo único que te faltaba hacer para que pudiera odiarte por completo— me levanto sin haber tocado mi desayuno — Buen provecho— mi padre me mira con arrepentimiento pero ya es muy tarde.

No tenía planeado salir hoy pero no quiero estar en la mansión y a pesar de que no llevo ni un poco de maquillaje me han dicho que mi belleza es natural como se esperaría de una Alfa.

Las Alfas somos hermosas, inteligentes, fuertes, agiles y astutas, las Betas son lindas e inteligentes, las Deltas también son lindas y muy fuertes, las Omegas tienen una belleza tierna tanto física como en carácter, son muy débiles, lo que si son muy buscadas por los chicos Alfas para casarse por que son muy fértiles.

— ¿Está perdida señorita?—pregunta una voz conocida, tengo que levantar un poco la mirada para ver a mi hermanito del alma Ansel, rápidamente me tiro en sus fuertes brazos.

Él me abraza y juro que puedo escucharlo ronronear, después de un minuto nos separamos, él me quita el cabello de la cara y se detiene en mi mejilla izquierda que seguramente esta roja, no me detuve a pensar en eso antes de salir.

— ¿Quién te hizo esto?— gruñe y yo no hago más que suspirar.

— El Alfa Arun, se enojo porque le dije verdades a la cara— quito su mano de mi mejilla ya que las personas nos miran raro —¿Qué andas haciendo por aquí?— pregunte para cambiar de tema.

— Iba de camino a una reunión con tu hermano pero te vi muy perdida en tus pensamientos así que decidí acercarme— asentí no es raro que mi hermano lo cite a él y a su futuro Beta a reuniones deben verse constantemente para afianzar el vinculo que los unirá.

— Bueno pues será mejor que vayas si no quieres enfrentarte a su furia—

—¿Qué harás tú?— me pregunto curioso.

— Iré al lago un rato necesito calmarme antes de volverá la mansión— asintió.

— En cuanto termine de hablar con Lorcán iré contigo, espérame en la casa del árbol, tengo algo muy importante que contarte— asentí y ambos tomamos nuestros caminos.