Cuando termino de empacar todo lo que me llevare, meto las cajas al armario, deje una maleta con ropa para llevarme a la playa y otra para la ropa que voy a ocupar en mi estancia aquí, veo que está anocheciendo, supongo que es un buen momento para ir a casa de Ansel y de paso estar un rato con los padres que me criaron.

Salgo de mi habitación, miro la casa en la que he vivido desde mi transformación como si fuera la primera vez que la viera, bajo las escaleras tranquilamente, mi madre me mira con extrañeza.

— ¿A donde vas?— la mire con una ceja alzada por el tono de voz exigente que uso.

— La verdad no creo que te incumba, ya no te debo explicaciones a ti— termine de bajar las escaleras, me encamine a la puerta con ella siguiéndome.

— Soy tu madre siempre me deberás explicaciones— suspire.

— Te equivocas, en el momento en el que me comprometí según la ley al único al que le debo explicaciones es a mi prometido y eso solo si yo quiero dárselas, yo solo estoy aquí para despedirme de qui