—¿Por qué estoy en este lugar? — dijo tan pronto me tuvo cara a cara—. Esto es secuestro, por si no lo sabías, imbécil.
—¿Acaso mis hombres te trajeron a la fuerza? — preguntó mi padre socarrón.
—¿Quién demonios eres? Suéltenme inmediatamente o llamaré a la policía— ordenó.
—Eso no se va a poder, mi querido Ethan — le propiné un sólido puño en el estómago que lo dobló de dolor al instante—. Primero, no estás en condiciones de llamar, por si no te has dado cuenta; segundo, porque hasta no hacerte vivir lo mismo que vivió mi mujer por tu culpa, no quedaré satisfecho.
—¡Jamás haría algo para lastimar a Carol! Ella ha sido una gran amiga por años; lo menos que haría es dañar a quien tanto quiero con el coraz&o
—En algo si tienes cien por ciento de razón — presioné la cuchilla en su piel y un fino hilo de sangre brota de sí—. Ella nunca será tuya. De eso no lo dudes —dejé ir su cuello y regresé al maletín, sacando de su interior un tipo hacha, pero más pequeña y de fácil manejo.El recuerdo de su llanto y la forma desesperada en la que pedía ayuda se reprodujo en mi mente una y otra vez. Estaba listo para avanzar de tortura y darle el merecido que corresponde por poco hombre. Ahora solo quería que sufriera en carne viva una a una de las lágrimas que ella derramó.Habiendo cortado toda su ropa con la misma hacha, propiné cortes pocos superficiales a propósito mientras estaba en el proceso. No estamos hechos de nada; en realidad, nuestro cuero no es suficiente para protegernos de ningún tipo de dolor. Con tan solo un simple roce la piel
CAROLDesperté con la suave caricia en mi mejilla; Kilian esbozó esa sonrisa tan dulce y atractiva que hace siempre a mi corazón latir desmesurado. Se ve muy cansado, pensativo y hasta preocupado, sus ojos lo delatan con gran facilidad. El dolor en mi pierna es manifiesto, pero no voy a negar que el medicamento hace su buen efecto en mi cuerpo. Me quejé al tratar de sentarme un poco en la cama y notar que una de mis piernas aún estaba colgada.—No te muevas, conejita — me tomó por los hombros y volvió a acostarme con suavidad—. ¿Cómo estás?—Me siento mucho mejor — traté de sonreír, pero su expresión me decía que no me creía absolutamente nada.No sé cuántas veces soñé que el fuego me consumía en segundos y por completo. Parecía tan real que, ni siquiera pude descansar como se debía, pero entonces ahí estaba su suave y segura voz dándome calma y cuidándome hasta de mi propio subconsciente. Est
Esa confesión detonó en mi ser un sentimiento que jamás en la vida había experimentado. El dolor, la traición, la tristeza, la desilusión, el puñal afilado y puntiagudo desgarrando mi piel hasta atravesar mi corazón lentamente fue mucho más doloroso que las mismas quemaduras que sufrí en la piel. El hecho de que se haya atrevido a matarme; porque de algo sí estoy segura y, es que, Ethan lo hizo con esa intención de dejarme sin vida, acabó con el poco cariño que aún guardaba en mi corazón hacia él. Todo lo habría imaginado, menos que fuera él el culpable de lo que ese día, aún y con todo lo que le supliqué ayuda, sucedió.Él, que por años se dedicó a ser la única persona en el mundo en quien yo confiara. Años de una falsa amistad se ha ido al mismísimo infierno. Años en los que fuimos inseparables y me permití llorar entre sus brazos cada noche por la soledad y mis inseguridades. Años en los que juró quererme más que a nada en este mundo. Años en los que prometió est
Hubo un prolongado silencio en el que ni siquiera me miró a los ojos. Mi mayor miedo se estaba haciendo presente, aún sabiendo que no soy un hombre temeroso, su silencio se sentía como un fuerte odio y rechazo. El hecho que rechazara mis intentos de tomarla entre mis brazos me estaba enloqueciendo, incluso más de lo que ya me encontraba. Traté de calmar mi acelerado corazón y organizar mis pensamientos para hablar de nuevo. Sabía a lo que me enfrentaría una vez le dijera la verdad, pero no quiere decir que me encontrara listo.—Conejita... — sujeté su mano, y de un rápido movimiento se liberó de mi agarre como si le diera asco que la tocara.—No puedo creer lo que estoy escuchando. ¿Te das cuenta lo grave de matar a una persona, Kilian? Pierdes esa única humanidad que nos hace buena persona — limpió sus lágrimas, aún evitando mirarme a los ojos—. ¿Quieres ser como Ethan? Él no logró lo que quería, ¿tu sí? ¿Tu sí lo harás? ¡Existe la justicia! ¡Qué p
CAROLTodo cayó a mis pies después de escuchar sus descaradas palabras. No tiene remordimiento alguno. No le pesa haberme hecho lo que me hizo. No le importa ni en lo más mínimo los años de nuestra supuesta "amistad". Le vale mierda el daño causado. La decepción es enorme, todo lo me imaginé en la vida, menos que me enterraran el puñal una y otra vez a mi espalda. Y duele, porque había decidido perdonar para cerrar ese recuerdo que solo me causa terror. Mi terapeuta tenía razón, liberar el dolor y el miedo te dará paz; sin embargo, saber que el causante es una persona a la quien le tenía mucho aprecio, es mucho más difícil de olvidar. Porque el perdón ya se lo he dado. Ahora no queda nada de cariño en mi corazón hacia él; es como si
—Y, recuerden — Kilian y yo nos detuvimos tras escuchar la voz de June—, el sexo va después de que aclaren su situación.Su comentario me sacó una risita estúpida. Ella mejor que nadie sabe cómo es Kilian. Además, el silencio que ha mantenido desde que entró a la oficina no es normal. Y tengo que aceptar que es mi culpa, le dije cosas que lo hirieron mucho. No fueron palabras intencionadas, eso lo juro por mis padres. Mi reacción no fue la mejor, pero, ¿cómo reaccionar después de tremenda confesión?El silencio fue mucho más denso cuando subimos a su auto. Quiero decirle tantas cosas, pero mis palabras simplemente están atrapadas en mi garganta. Una vez arrancó el auto, solo me limité a mirar el muelle por la
—¿Qué hace mi mamá aquí? — me vestí torpemente, mientras Kilian recogía su ropa un poco frustrado—. ¿Cómo supo ella donde me encontraba?—No lo sé, mi amor — suspiró—. Tomaré una larga ducha mientras hablas con tu madre.Me quedé viéndolo en toda su gloria, mordiendo mi labio con fuerza al recordar a su lengua adueñarse por completo de mi cordura. Al darse de cuenta, me tiró un guiño y una sonrisa antes de perderse por el pasillo.—Que rico — murmuré, observando su firme y redondo trasero.Termine por acomodarme el vestido y el cabello antes de abrir la puerta con una gran sonrisa dibujada en el rostro. Después de todo, llevaba meses sin ver a mi madre, por lo que el corazón se me disparó una vez se abalanzó sobre mí. Sus ojos y sus
Trabajé por varias semanas en el rediseño de la caverna. No quería hacerlo como estaba antes, por lo que la idea que le plantee a Kilian no le desagradó del todo. En un momento llegué a pensar que dejaría el club de lado, pero me hace feliz que no haya desistido con sus planes. Después de todo, ha invertido mucho dinero y tiempo en lo que él tanto desea y anhela. En un principio se me hizo muy difícil, pues el recuerdo de aquel día me atacaba al estar encerrada en aquel lugar, y para que mentir, sentía cuchillos en la espalda tras la acción de Ethan.La madre de Ethan colocó una denuncia unas semanas después tras la desaparición de su hijo, pero al ser el primer sospechoso para las autoridades de haber iniciado el fuego en el club e intento de asesinato, no le prestaron la debida atención. Para las autoridades, Ethan no es más que un prófugo de l