5

— Conseguí un traje de baño hermoso en tu closet — me dice— ven te ayudo a ponértela.

— Gracias — le digo

Si tu mejor amiga no te a visto desnuda y hasta haciendo tus necesidades fisiológicas creeme, no es tu amiga, una amistad se basa en la confianza, en respeto, lealtad, fidelidad y amor, amo a mi amiga como loca, daría mi vida por ella, si, tengo otras amigas pero ella es única e incondicional, para mas muestra un botón, ella es la única que a estado conmigo en todo momento nadie mas me fue a visitar mientras estuve en la clínica, solo ella y mi Papá.

Ella me conoce mas que yo misma y yo la conozco a ella mas que ella misma, es de locos, y no, no somos lesbianas eso esta mas que claro.

Sabemos que queremos decirnos tan solo con la mirada, no es que sea fantasía o algo sobre natural, solo que es la confianza y los años que llevamos conociéndonos los que han echo que seamos así de unidas.

Como si fuéramos una, estamos tan unidas que cuando ella esta deprimida o despechada por algún  estúpido que le rompió el corazón yo siento cómo si es a mi que me lo están haciendo, es desesperante.

Mi mejor amigas, Samanta O'neil .

Desde  el colegio, ella fue la única que estuvo conmigo, cuando todos me trataban como la extraña del colegio por andar metida en la biblioteca, leyendo libros, era una especie de nerd, yo no sacaba malas calificaciones y era muy puntual con mis actividades.

Ella era mas relajada y mas coqueta, pero si era súper aplicada en los estudios. Nos ayudábamos mutuamente con las tareas.

 

Recuerdo que tuve que usar frenillos para acomodar unos colmillos que me estaban saliendo donde no iban y eso fue lo peor que me pudo haber pasado se burlaban mucho de mi, me decían dientes de lata, me empujaban, jalaban de mis cabellos, eso me ponía muy mal, Sam me decía que hablara en la dirección pero para que si todos eran iguales, ellos veían que me trataban mal y aun así no hacían nada, eran los adultos responsables de velar por nosotros los alumnos y aun así no les importaba, lo que les importaba era el dinero que percibían. 

Hasta que un día , ocurrió, la gota que  derramo el vaso, un grupo de niños de sexto grado me cortaron un pedazo de mi cabello, sentí que me quitaron una parte se mi vida, mi cabellos es lo mas preciado que tengo, es hermoso, y esos bárbaros me lo cortaron en horas del almuerzo. 

Salí corriendo al baño y me encerré, mi amiga me encontró vuelta un mar   de lágrimas y cuando le abro la puerta y ve lo que me hicieron, molesta sale del baño. 

Rato después llega mi papá y me carga. Me saca de ese colegio y nunca mas pise ese lugar, mi amiga había llamado a mi papá y le contó lo que me hicieron y todo lo que había pasado todo este tiempo, y el porque no le había dicho nada. 

Papá no sabia nada de lo que me estaba ocurriendo en esa escuela, así que desde ese día, prometí nunca mas ocultarle nada, hasta lo mas mínimo se lo decía. 

Me inscribió en una escuela publica que estaba cerca de su trabajo, pedí que hablara con los padres de Samanta para que también la inscribieran allí conmigo pues me era de mucho apoyo, y sus padres aceptaron porque ellos si sabían lo que me estaban haciendo ya que ella los tenia al tanto de todo. 

Eran buenas personas.. 

Pero Murieron.

Primero su madre, cáncer de ovarios, era muy tarde cuando se entero, así que no pudieron hacer nada, luego su padre, entro en una depresión por la muerte de su esposa, no lo pudo superar o no lo quiso superar, porque, no se, pienso yo, tenia a su única hija para que se apoyaran, ahora esta sola, no tiene a nadie, ni tíos o tías, ni abuelos, nadie, esta sola.

Solo somos ella y yo que nos queremos como hermanas, y papa la quiere como una hija mas. 

Como era menor de edad papa  tomo su custodia, bueno estaba en el testamento que dejo su papá, el señor O'Neil sabia que iba a morir en cualquier momento así que dejo todo a nombre de su hija, la casa , los carros, la empresa ( una red de farmacias reconocida a nivel nacional) , solo podía hacer uso de todo al cumplir los 18  y tenia que estudiar gerencias para poder tomar el mando total todo.

Cuando entramos a la secundaria ya no necesitaba de los frenillos, mi cabello ya estaba a su largo natural.

Mi amiga y yo hicimos una promesa, no separarnos nunca, seriamos las mejores de la clase, y nunca dejaríamos que nos humillen, menos los chicos, saldríamos adelante, seriamos nosotras mismas  nadie nos trataría como fenómenos, por ser nosotras mismas, así que decidimos formar parte del equipo de natación, en el primer año, de voleibol en segundo año, en tercer año ya eramos buenas en deporte, a los padres de Sam les encantaba ver a su hija de pequeña nadar así que le inscribieron en natación y obvio yo también estuve en natación unos años.

A mi padre le gusta cazar así que aprendí a dispara, en el bosque detrás de la casa hay un lago hermoso y en temporadas de patos practico mi puntería.

No lo mal entiendan amo  la naturaleza, estar en contacto con ella es algo tranquilizante, pero también me gusta un poco lo extremo, romper un poco las reglas.

Ser un poco rebelde.

A Samanta no le gusta mucho la idea de las armas ya que una vez casi mata a su perrita pensó que el arma estaba con seguro y no, se le escapo un disparo cerca de su perrita, fue la primera vez que vi a mi amiga orinarse  del susto, literalmente, lloro por días y decidió no tocar mas un arma a menos que sea necesario, ni cuando fuimos a África para celebrar nuestra salida de secundaria quiso tomar una, la comprendo eso la marco.

— En que tanto piensas Kat? — pregunta mientras termina de ayudarme a poner el traje de baño, es de una pieza.

Por lo que me dijo me hace ver sexy ya que tiene abierto a los lados haciendo notar mas  mi cintura dice que realza mas mi trasero, me coloco unas sandalias de piso las que suelo usar para ir a la piscina.

— En lo afortunada que soy de tener a un amiga como tu, te quiero Samanta O'Neil.

— y yo a ti Katerin Nara, eres mi amiga y mi hermana no lo olvides.

— Técnicamente seria tu hermana menor.

— Exacto y como tu hermana mayor  tienes el deber de obedecerme.

— ¿quien dice?

— ¿Yo, quien mas? 

— ¿si sabes que eres mayor que yo por un mes verdad?

— si, ¿y eso que? Y como hermana mayor voy a cuidarte en todo momento. — me abraza — se que no te has visto en un espejo pero a pesar de tus raspones te ves hermosa, rectifico eres hermosa.

— Gracias Sam tu siempre levantándole el amino..

— Para eso existo.

— ¿Sam? — como le digo sin que suene entrometida.

— ¿Si? — me toma del brazo— ven vamos a bajar por las escaleras de tu balcón ten mucho cuidado.

—¿ En serio? — me giro a su posición — conozco esta habitación  como la palma de mi mano.

— no es cierto, no sabes que el la palma de tu mano tienes un minúsculo lunar.

— deja de decir tonterías.

— es cierto, y esta en tu mano izquierda. Es muy pequeño.

Bajamos por las escaleras que dan a la piscina, caminamos un poco hasta que llegamos a una de las sillas y no ponemos comodas , es clima esta en su punto exacto ni tan caluroso ni tan soleado es relajante.

— ¿cuenta, que querías decirme?

— ¿Que traen entre manos para mañana? Sabes que no me gustan las sorpresas. — digo sin mas, lo que me tenia rato rondando la cabeza.

— ¿Te han dicho que eres muy cuiriosa.?

— Si hace poco me lo dijeron. En fin, no me cambies de tema, cuentame.

— Mañana es tu cumpleaños Kat.

Cierto, me había olvidado por completo de mi cumpleaños, mi padre y yo habíamos planeado ir a París para celebrarlo pero con lo del accidente no se va a poder.

— Se me había olvidado mi cumpleaños Sam,.

— Lo se, pero a tu papá y a mi no. Tu planeaste mi cumpleaños así que yo plantearé el tuyo, sera algo sencillo para que no estés estresada, se que no te hace bien, solo personas muy cercanas.

— no hace falta.... — no me deja terminar.

— Si hace falta, vamos a celebrar tu mayoría de edad y de paso que esta viva. Que ni la muerte puede contigo eres la mujer maravilla.

— No me digas así, ¿que maravilla nada? No es nada maravilloso andar ciega.

—Si se que no lo es, es un efecto secundario del accidente, pero eso no implica que tu vida no siga adelante.

— Si tienes razón.

— Siempre la tengo.

— Que no sea mucha gente Sam, ¿a quienes invitaras? — pregunto porque quiero saber si Max vendrá, esta mañana le dijo a mi papá que se verían mañana.

— Unos pocos, tranquila sera una simple reunión, beberemos un poco, cantaremos cumpleaños, picaremos el pastel, hablarás con tu doctor y ya.

*Toso*. Me ahogue con mi saliva cuando dijo eso, Sam esta muerta de la risa y no puedo evitar sonrrojarme, que malvada.

Ella sabe que me atrae un poquitin mi doctor y eso que no lo conozco.

Su risa es contagiosa no puedo evitar reírme también.

— Musica para mis oídos mis niñas, sus risas se escuchas hasta mi despacho. — dice papá acercándose, se escuchan sus pasos.

— que exagerado papá, tu despacho es prácticamente blindado e insonoro.

— Para que vean lo escandalosas que son, me encanta verlas felices, Samanta ya le dijiste a Katerin lo de mañana?

— estaba en eso hasta que llegaste.

— Esta bien, Hija —se sienta a mi lado — se que habíamos planeado ir de viaje pero no se podrá , pero cuando te recuperes por completo viajaremos a donde tu quieras.

— Gracias papá pero estoy bien así, con tenerlos a ustedes es mas que suficiente.

— No no no, el viaje va, porque va, necesitamos unas vacaciones, por cierto no te molesta que haya invitado a los Marshall ¿verdad?

Me tenso un poco, el hijo de los señores Marshall fue mi novio un tiempo, bueno fue algo extraño nunca empezamos así que tampoco terminamos, es algo así como amigos con beneficio...

Si, es súper simpático y todo pero no se, no me complementa.

— Esta bien papa no hay problema.

— Esa es mi chica. — se retira—

Papá sabe de mi extraña relación con Bob Marshall. Así que ya que, igual no lo puedo ver, espero no parecer una estúpida cuando este cerca.

— Definitivamente eres una mujer maravilla, yo le hubiera dicho que no lo quiero ver ni en pintura y ahí estas, dejando que este en tu cumpleaños.

Tienes voluntad amiga, pero tranquila que si se pone intenso no dudaré en clavarle un tacón en cualquier parte del cuerpo.

Me río ante su comentario, así es ella sacandome  una risa en todo momento, ella no es de andar con armas de fuego pero con un tacón es letal.

— Venga hija vamos a la piscina, esta deliciosa el agua. — me anima mi padre— me tome la tarde libre para estar con ustedes.

— Gracias papá, vamos Sam ayudame a entrar.

— A no, de eso me encargo yo— dice mi papá y me lleva a un lado de la piscina donde no es tan hondo, hasta las escaleras, baja con cuidado.

—  Kat, Luego de tu cumpleaños, empezaremos el reconocimiento de tu casa así como hicimos en la clínica— Dice mi amiga — tienes que saber moverte libremente para que cuándo tu papa o yo no estemos no entres en pánico.

— Entiendo.

— Vas a superar esto hija, se que puedes.— me anima mi papa.

Y así estuvimos un buen rato dentro del agua, nadando, riéndonos, bebiendo, comiendo, hasta que supe que ya esa de tarde porque la claridad del sol no era la misma pude percibir el cambio a través de mi oscuridad.

— ya es tarde creo que debemos irnos, además me siento cono una pasa.

— como sabes que es de tarde? —Pregunta mi papá, no puedo decirle que tengo alteraciones en mi vista con los cambio de luz, puede que se de falsas esperanzas y no quiero eso. Así que invento algo.

—Por el viento, es mas frío.

Y es verdad es mas frío , se siente como si va a llover.

— Va a llover? — digo

— No creo— dice mi papa— ven te ayudó a salir.

— Ya revise el clima y no esta previsto que llueva hoy o mañana así que tranquila.

Siento un leve dolor de cabeza, no quiero que me de mas fuerte.

— Papá los analgésicos que me recetó el doctor ya  están en mi habitación?

— Si hija el lado de tu cama. — me dice— ¿Porque? ¿Te sientes mal? ¿Te duele la cabeza? —, ya se estaba al armando

— Un poco papá no te alarmes a de ser por estar tanto rato en el sol. Aunque no estaba muy fuerte seguro me afecto.

— tienes razón, igual llamare a tu doctor por si acaso.

— No hace falta papá, solo me tomo dos píldoras y listo. Quiero una buena taza de café.

— Si hace falta Ben. Llamelo y si puede venir mejor, no queremos que Kat, emperore ahora que esta en casa. — dice mi amiga una vez que entramos a la casa.

Se lo que haces Samanta O'Neil, —digo mentalmente— no quiero que mi papá mal interprete las cosas, se que es muy abierto conmigo pero no quiero que mal entienda las cosas.

— voy a mi habitación deje el teléfono allá, voy a llamarlo a ver si puede venir. Llevala a su habitación para que descanse. Tu sabes cual es el analgésico. Daselo.

Y escucho como se aleja.

— eres terrible Samanta O'Neil

— Te salve,tu porque  no viste como te vio tu padre cuando nombro al doctor, te pusiste roja como puré de tomate.

— en serio?

— Eres muy obvia.

— Que vergüenza.

—que te guste alguien no es de tener vergüenza.

— Pero es mi doctor.

— Y? Es normal sentir atracción por una persona que te trata bien. Amiga ese hombre es un bombón, si no le caes tu le caigo yo— se ríe, se que es en broma ella nunca se a metido con un chico que me guste ni yo con los que les gusta a ella, a demás que no compartimos los mismos gustos con los chicos, a ella les gusta morenos, o los negros, dice que son los mejores en la cama, que tienen un miembro monumental.

Me guía a mi habitación, en todo el momento estoy memorizado el recorrido . Aunque Yo me conozco esta mansión como la palma de mi mano.

Al llegar me doy una ducha rápida, y me meto en la cama.

— de verdad no creo conveniente que llamen al doctor por un simple dolor de cabeza. Papá y tu están exagerando.

— No es exageración, hay que estar prevenidos en todo momento y si tienes un dolor por mínimo que sea hay que informarle, puede que los analgésicos no te estén haciendo efecto y sea necesario cambiarlos.

— sigo pensando que es exagerado.

Tocan a la puerta.

Entra la muchacha de servicio con mi taza de café y se retira.

Samanta me entrega dos píldoras y me las tomo con mi rico café.

— ¿Sabes? Congele el semestre en la universidad para estar contigo, tu papa me comentó que tu doctor le recomendó una enfermera, la tal Aura, y sabes que no me cae para nada bien esa tipita, algo en ella no me cuadra.

— ni se te ocurra congelar por unas suposiciones tuyas, no seas tonta, la que tiene que congelar soy yo así no puedo estudiar

— Es que no te estoy pidiendo permiso, solo te estoy informando cual fue mi desicion, ya lo hice y no hay vuelta atrás, además entramos juntas y salimos juntas.

— No me parece justo que te detengas por mi.

— No me estoy deteniendo, solo me estoy dando un tiempo.

— Vale, vale, no voy a discutir contigo... Gracias por apoyarme en todo momento.

— siempre. Venga vamos a que descanses un rato antes de la cena.

Nunca pensé que me podría ocurrir algo así en mi vida, que estas cosas de la mala suerte solo ocurrían en los libros que amo leer, pero no en la vida real también ocurre, que una chica común, tuviera un accidente en víspera de su cumpleaños y para colmo quede ciega a causa del accidente, eso sí es tener mala suerte.

Espero que todo mejore porque si no....

¿ Que es lo peor que me podría pasar?

Creo que no me lo tuve que haber preguntado o cuestionado, porque la respuesta no me iba a gustar para nada.

Si....

A veces cuando algo anda mal, podría ir peor..

Y eso lo vería más Adelante...

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