Kalila observaba a Declan con la idea fijade que nunca podria entender a ese vampiro, y tal vez ya no deseaba entenderlo, estaba cansada de tratar de descifrar el enigma que era Declan, sentía que nunca lo comprendería.— ¿Y ahora de qué diablos hablas? En verdad, Declan, ¿Qué es lo que quieres de mí? ¡¿de qué me acusaras ahora?! — grito cargada de furia, porque estaba segura de que ese vampiro la culparía de algo, como siempre, suponiendo cosas malas de ella, su enojo era tal que camino con rigidez hasta estar frente a él, porque finalmente no le temía, ya no, ella tenía a Nuriel, a Ikigaí, e incluso estaba segura que Tahiel y Ukara le pedirían a Aysel que ella fuera su nueva compañera y de todas formas, si ellos no lo solicitaban, Kalila lo haría, porque ella los necesitaba y ese pensamiento le dejo ver algo que ya casi había olvidado, ella podía acabar con Declan en un maldito parpadeo, solo debía ver el punto débil en su garganta, como cuando eran niños y… — ¿Qué? — la voz le temb
Los labios de Declan recorrían su cuello, como si de una pluma se tratasen, el cuidado que el vampiro tuvo al tocarla, le parecería ridículo, si no fuera porque la joven comprendía que ese hombre, se estaba disculpando por un pasado que, al menos para ella, estaba ya muy lejano.— Declan. — lo llamo con la garganta un poco seca, de tanto que había gemido, y sintió como el rubio sonrió aun besando su cuello.— ¿Tienes sed? — consulto ahora viéndola a los ojos, y el corazón de Kalila se aceleró, esos ojos rojos que ella siempre creyó la veían con desprecio, ahora brillaban con adoración, y diversión.— Un poco. — rebatió con pocas ganas de que su vampiro se alejara, y fue cuando finalmente supo, que ella no podía estar sin ninguno de esos cinco seres, podía ser Kiriko, el regalo de la niebla, pero también era Kalila, la más querida, y deseaba que le hicieran honor al nombre que su madre había escogido para ella.— Bien, quédate justo así, iré por un poco de agua para ti. — aseguro el ru
Asher comenzó con su recorrido, tratando de actuar lo más normal posible, sus pies, sin embargo, no comprendían la necesidad de su disimulo, y solo basto con que su madre viera la velocidad con la que caminaba adentrándose al bosque de la quimera, para saber que su hijo, era un desertor.— El amor es la mayor debilidad que un ser pueda tener, te convierte en alguien que es capaz de traicionar incluso a su sangre, por una extraña. — murmuro con rencor, al comprender que su hijo la estaba abandonando y a los cazadores. — Fen- Hong, da la orden de acabar con Asher, que parezca que la quimera lo ataco, quizás y tengamos una oportunidad de que Kiriko al fin cumpla con su deber. — el hombre a su lado asintió, mientras que con su mano le hacía un gesto a un grupo de cazadores.— Señora, si Kiriko no lo cree, ¿Qué haremos? — indago ya cansado de vivir oculto, lejos de las ciudades y las comodidades que estas ofrecían, y no era el único, el ser cazador, se estaba convirtiendo en un mito, al ig
La fuerza vital de Asher, se extinguía con cada gota de sangre que de su cuerpo brotaba, ya nada podía hacerse para salvarlo y todos lo sabían.— Si tan solo hubieras aceptado a la vampiro que envíe años atrás como tu compañera, todo hubiese sido diferente. — se lamentó Aysel, pues la muerte de esa vampiro aun le pesaba en su conciencia, quizás y fue un castigo de la diosa luna, por querer sacar provecho del don que poseía la luna cambiante, fuese lo que fuese, ya era tarde, tanto para esa pobre vampiro, como para Asher.— Dicen que eres la última hija que la diosa luna envió a la tierra. — dijo en un susurro Asher, mientras veía a su hija correr hacia él, con sus manos repletas de vendas, y el brujo al que Kalila había hecho pasar por su medio hermano. — Es una pena que aún no comprendas que los humanos, también podemos amar, no tenemos la longevidad propia de tu gente, y muchas veces cometemos errores, como yo. — aseguro, en tanto Kalila detenía sus pasos, y se hincaba a su lado, si
Ming preparo a su gente para el inminente ataque, todos estaban en alerta máxima, sin embargo, él no podía quitarse el rostro de Chloe de su cabeza, era hermosa, como una joya exótica y eso lo llevo a codiciarla, más que asesinar a los descendientes de la luna, que mayor premio seria el tener de concubina a la que una vez fue mujer de tres seres sobrenaturales, por lo que creyendo que el tiempo estaba a su favor, e ingreso a su cabaña, y de solo pensar en tomar a la que una vez fue la esposa de Asher, su pene comenzó a hincharse, estaba a punto de subir las escaleras, cuando el ruido chirriante de la puerta trasera llamo su atención, y fue cuando la furia lo recorrió, al ver por el reflejo de un espejo la espalda de Zhao.— No puede ser, no te atreverías. — magullo entre dientes, debatiéndose entre subir al segundo piso y comprobar que Chloe aún estaba maniatada en la cama o seguir a su ex mejor amigo. — Sí, sí que te atreverías. — reconoció reteniendo una maldición, porque lo conocí
Las alas del fénix refulgían en el cielo rojizo, dando la sensación de que un meteorito estaba surcando el aire, mientras Kalila al fin podía divisar el pueblo de cazadores y varios cuerpos dispersos por el lugar, a causa del breve enfrentamiento que estos habían tenido con sus padres, aunque lo que más llamaba su atención era el capullo azul brillante tendido a un lado en una pequeña calle, era su padre Dante que estaba cubierto con el cabello brillante de Ikigaí, y eso solo la llevo a recordar la muerte de Asher, con el dolor de haber perdido a alguien que apenas y acababa de recuperar en su vida, se dispuso a dejar libre todo aquello que durante años sujeto dentro suyo, su grito mas que de guerra, era el aviso del fin de muchos, mientras de su mano derecha lanzaba una bola de fuego que dio de lleno en la que se suponía era su abuela paterna, con su mano izquierda, absorbía el agua natural que cada planta y árbol tenia, secándolos en cuestión de segundos, para luego provocar que un
Viatan no podía dejar de pensar en las palabras de Asher, nunca nadie lo había confrontado de la forma que ese humano lo había hecho ¿y para qué? Para nada, porque para Vitan el sacrificio de ese humano era inútil.— Humano, ve como has acabado. — dijo con diversión, mientras veía el cuerpo de Asher tendido en el claro, frente a la cabaña de Ikigaí, a sabiendas que el alma de Asher le pertenecía y que esta vería por sus ojos, lo que él quisiera mostrarle. — ¿De que sirvió tu sacrificio? Si tu hija al fin y al cabo te dejo botado cual basura.El más antiguo de todos los seres, deseaba sentir la angustia del alma del cazador, algun indicio de arrepentimiento ante su vida perdida por salvar a su hija, pero solo sentía paz, tranquilidad, y solo le quedo resoplar con impotencia, no lo comprendía, no podía ser que en sus dominios hubiera un alma tranquila, cuando él deseaba sentir su desesperación, su agonía y arrepentimiento, por lo que decidió ir al pueblo de los cazadores, le mostraría a
El cielo estaba lleno de nubes rojizas producidas por el eclipse de luna, el cual presagiaba que la verdadera batalla, estaba a punto de comenzar.Los hermanos demoníacos de Viatan, Rahu, Fegor, Belbú y Amónra, se preparaban para enfrentarse a los descendientes del sol y la luna, que ya se encontraban en el campo de batalla, aniquilando a cuanto cazador se atravesaba en su camino.Nuriel, el fénix, al fin reacciono de su pequeña caída y al ver que Kalila estaba en medio del pueblo, alzó el vuelo, sus alas majestuosas se dejaron ver dejando un rastro de fuego en el aire. Mientras Ikigaí, se convertía en quimera, rugiendo con fuerza, su cuerpo mitad dragón mitad tigre irradiaba una energía imponente, demostrando que él también era tan único como el fénix. Declan, por su parte, se deslizó en las sombras que la espesa niebla morada provocaba, sus ojos brillando con una luz hipnótica, hacía que cada cazador que lo viera se rindiera a su voluntad. Ukara, el brujo, no perdió tiempo y convocó