Marleni terminó de colocar los últimos platos sobre la mesa, disfrutando del aroma del café recién hecho que llenaba la cocina. El sol matutino se filtró suavemente a través de las ventanas, iluminando la estancia con un cálido resplandor. Danilo entró en la cocina con una sonrisa en los labios, una de esas sonrisas que ella conocía demasiado bien. Él le dio un beso suave, Marleni lo observó con detenimiento.—Hola amor, ¿Qué es lo que te trae tan sonriente esta mañana, Danilo? —preguntó Marleni con curiosidad, apoyando una mano en su cadera mientras lo miraba fijamente—. Te conozco bien, y sé que algo has planificado o alguna travesura has hecho.Marleni vertió el café caliente en dos tazas sin dejar de observarlo, mientras el aroma llenaba la cocina. —¿Qué estás tramando ahora, eh? —preguntó Marleni, colocando su taza frente a él.—¿Yo? Nada malo —respondió Danilo, aun con la sonrisa pintada en su rostro.—Vamos, conozco esa sonrisa. Habla, no me ocultes nada —insistió Marleni, s
El hombre dio otro paso hacia adelante, sostuvo a Marleni de los brazos, su mirada intensa fija en Marleni.—Por favor, Marleni. Han pasado muchos años. Las cosas han cambiado. Necesito hablar contigo sobre... sobre nuestra hija.Marleni sintió que el aire se le escapaba de los pulmones. Sus ojos se abrieron de par en par, una mezcla de sorpresa y miedo reflejándose en ellos.—¿Qué estás diciendo? —susurró, su voz apenas audible. —Tú no tienes ninguna hija conmigo.Hizo ademán de soltarse, pero él la sostuvo con más fuerza.—Ambos sabemos que eso no es cierto, Marleni. Sofía es mi hija, y quiero conocerla.Ella lo empujó alejándolo.—Definitivamente, eres un descarado, ¿Cómo te atreves a presentarte aquí, a pedirme conocerla? Sofía es hija mía y el único padre que conoce es a Danilo. La hija tuya… no existe —sentenció con firmeza.—Sé que no la abortaste ¿Acaso piensas que no me iba a enterar de que vive? De qué nunca la abortaste. Lo supe de hace mucho tiempo, pero ahora he decidido
Danilo llegó a la casa en tiempo récord, su corazón latiendo con fuerza por la preocupación. Cuando entró, encontró a Marleni aún sentada en el sofá, su rostro pálido y tenso producto del dolor.—¡Marleni! —exclamó, corriendo hacia ella y arrodillándose a su lado—. ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?Marleni lo miró con ojos llenos de lágrimas.—Danilo... me caí. Me duele mucho la cadera y tengo miedo por el bebé —susurró, su voz temblando ligeramente.—¿Cómo te caíste? —le preguntó preocupado.Marleni levantó la mirada, sus ojos llenos de lágrimas contenidas. —Danilo... —susurró, su voz quebrándose—. Él estuvo aquí.Danilo frunció el ceño, confundido.—¿Quién estuvo aquí, amor? —preguntó suavementeMarleni tomó una respiración profunda, antes de contarle.—El padre biológico de Sofía, —dijo en voz baja. —Vino aquí, amenazando con decirle la verdad a Sofía y arruinar nuestra familia.Danilo se quedó inmóvil por un momento, procesando lo que acababa de escuchar. Luego, su rostro
Marleni asintió débilmente, cerrando los ojos. Danilo la observó por un momento, su corazón lleno de amor y preocupación.—Gracias, mi amor —susurró Marleni antes de quedarse dormida.Danilo salió silenciosamente de la habitación y se dirigió a su estudio. Necesitaba pensar, planear cómo proteger a su familia. Tomó su teléfono y marcó a su secretario.—Hola, necesito que me contrates a un investigador privado para que me averigüe todo lo relacionado con Rolando Altamira, nombre de su esposa, de sus hijos, lo qué hace. Absolutamente todo.Después de eso cortó la llamada, pasándose la mano por los cabellos con una expresión de preocupación.*****Lukas parpadeó, acostumbrándose a la luz matutina. Sofía dormía a su lado, serena, un mechón de cabello marrón cayendo graciosamente sobre su frente. No pudo resistirse. La observó detenidamente, cada línea de su rostro, y sintió una oleada de felicidad. Se inclinó y depositó un beso tierno en sus labios.—Te amo princesa… —murmuró él, con una
Sofía sintió que el mundo se detenía por un momento. Su mente luchaba por procesar lo que acababa de escuchar. ¿Su padre biológico? ¿Cómo era posible?—Debe haber un error —dijo finalmente, su voz temblando ligeramente—. Como le dije, mi padre es Danilo Martinelli. Siempre lo ha sido. Él me ha criado toda mi vida y es el único padre que conozco.Rolando sonrió con aparente tristeza.—Entiendo tu confusión, Sofía. Pero te aseguro que no hay ningún error. Soy tu padre biológico y he venido a conocerte.Sofía dio un paso atrás, sintiendo que necesitaba poner distancia física entre ella y este extraño que decía ser su padre, aunque verlo a la cara, sabía que estaba diciendo la verdad. Darse cuenta de eso, la hizo sentir que el mundo se detenía por un instante. Su mente luchaba por procesar lo que acababa de escuchar. —No... no puede ser —murmuró más para sí misma.Sofía negó con la cabeza, su cuerpo temblando ligeramente. —Entiendo que esto sea difícil de asimilar —dijo Rolando con voz
Sofía se quedó paralizada por un momento, sintiendo que el suelo se movía bajo sus pies. ¿Un hermano? Esto era demasiado para asimilar en un solo día."¿Qué está pasando? ¿Por qué todos aparecen de repente?", pensó, sintiendo una mezcla de confusión y ansiedad.—Lo siento, pero creo que debe haber un error —dijo finalmente, tratando de mantener la calma—. No tengo ningún hermano.Lucio sonrió con tristeza.—Entiendo lo que dices, Sofía. Pero te aseguro que no hay ningún error. Soy tu medio hermano, hijo de Rolando Altamira —respondió mirándola fijamente.“Seguro que no lo deduzco tonto, y ahora me va a salir familia hasta debajo de las piedras”, pensó.—¿Qué quieres conmigo? —aunque no quería sonar odiosa, no pudo evitarlo.—Deseo hablar contigo, supe que eras mi hermana y… —ella lo interrumpió.—¿Cuál es tu interés? Realmente no entiendo por qué has venido. —Porque quiero conocerte, yo soy tu hermano mayor, fui quien te consiguió, y quiero tener la oportunidad de conocerte, por favo
Marleni sintió que el aire se le escapaba de los pulmones. Sus ojos se abrieron de par en par, una mezcla de sorpresa y miedo reflejándose en ellos. —¿Qué? —susurró, su voz apenas audible. —¿Cómo...? ¿Cuándo pasó eso?Sofía observó la reacción de su madre con preocupación. Nunca la había visto tan alterada.—Esta mañana —respondió suavemente. —Apareció en la puerta de la mansión, diciendo que era mi padre biológico y que quería conocerme.Marleni cerró los ojos por un momento, tratando de calmarse.—¿Intentó mentirte? —le preguntó y ella asintió.—Quiso decirme que no estaba conmigo porque no se lo permitiste… —antes de que pudiera terminar su madre la interrumpió.—¡Eso es mentira! —exclamó molesta.—Lo sé mamita, no necesito que me lo aclares, e incluso se lo dije y al final reconoció que te lo pidió porque tenía miedo que su esposa supiera, me dejó su tarjeta, pero hoy al salir del salón de eventos, me encontró su hijo mayor llamado Lucio y que quiere que nos conozcamos. Todo esto
Los días siguientes transcurrieron con relativa normalidad para Sofía, aunque su mente no dejaba de dar vueltas a la situación con su recién descubierta familia biológica. Había decidido tomarse las cosas con calma y no precipitarse en ninguna decisión.Una tarde, mientras Sofía trabajaba en los últimos detalles de otro evento, recibió un mensaje de texto de un número desconocido:“Hola Sofía, soy Lucio. Me preguntaba si podríamos vernos para almorzar y charlar. Sin presiones, solo para conocernos un poco más. Entenderé si no quieres".Sofía miró el mensaje por varios minutos, debatiéndose internamente, y al final respondió afirmativamente.“Hola está bien, me dices el lugar y allí llegaré”.Unas horas después, llegó al restaurante donde la había citado, entró con cierta aprensión. Buscó a Lucio con la mirada y lo encontró sentado en una mesa, pero no estaba solo. A su lado estaba Rolando Altamira, el hombre que decía ser su padre biológico.Por un momento, Sofía consideró dar media v