Danilo no necesitó más invitación. Con un movimiento fluido, se hundió profundamente en ella. Ambos gimieron al unísono ante la sensación de plenitud.—Dios, eres tan estrecha y deliciosa —gruñó él, agarrando sus caderas con fuerza.Comenzó a moverse, primero lentamente, saboreando cada centímetro. Luego, aumentó el ritmo, impulsado por los gemidos de placer de Marleni.—¡Más fuerte! —suplicó ella, arqueando la espalda.Danilo obedeció, embistiendo con más fuerza y rapidez. El sonido de sus cuerpos chocando llenó la habitación, mezclándose con sus jadeos y gemidos.Marleni sintió que cada embestida la llevaba más cerca del éxtasis. Sus dedos se aferraron a las sábanas, buscando algo a lo que agarrarse mientras el placer la consumía.—¡Oh, Danilo! ¡Sí, así! —gritó ella, sin importarle si alguien más podía oírla.Los gritos y gemidos atravesaron las cuatro paredes, él respondió con un gruñido animal, aumentando aún más la intensidad de sus movimientos. Sus manos recorrieron el cuerpo d
Lukas se quedó inmóvil en el pasillo, mirando el espacio vacío donde Sofía había estado segundos antes. Soltó un suspiro frustrado y se pasó una mano por el pelo, regresó a su habitación y se dejó caer en la cama, pensando en una manera de convencerla, pero por ahora no se le ocurría nada.—Maldit4 sea —murmuró para sí mismo.Lukas se dejó caer en la cama, pensando una estrategia.—Quizás lo que le gusta son mis bromas, siento que éramos más cercanos cuando se las hacía —dijo en un susurro —, tengo que hacer algo para por lo menos ganarme su atención, pero ¿Qué puede ser? —se preguntó sin dejar de pensar en una solución.No entendía por qué Sofía lo rechazaba constantemente. Estaba seguro de que ella seguía sintiendo algo por él, lo había visto en sus ojos justo antes de besarla. Aunque siempre terminaba oponiéndose.Mientras tanto, Sofía se había refugiado en el baño. Se miró al espejo, con el corazón aún acelerado por el beso. Sus mejillas estaban sonrojadas y sus labios ligerament
El consultorio quedó en silencio por unos instantes mientras todos procesaban la noticia. Marleni miraba fijamente la pantalla de la ecografía, donde se podía ver la pequeña figura de su bebé. Sus ojos se llenaron de lágrimas.—No puedo creerlo —susurró, su voz temblando de emoción—. Después de tantos años... Danilo apretó suavemente la mano de su esposa, sus propios ojos brillando con lágrimas contenidas. —Pero eso es maravilloso, mi amor ¡Es un milagro! —dijo con voz ronca—. Nuestro pequeño milagro.Sofía sollozó abiertamente, una enorme sonrisa iluminando su rostro.—¿Sabes la cantidad de años que deseé tener un hermanito o hermanita? Y aunque ya soy una mujer, eso me haría muy feliz. Este es el mejor regalo —dijo ella visiblemente emocionada. Lukas se mantuvo en silencio, observando las reacciones de su familia. Una mezcla de emociones lo invadía, sorpresa, alegría por su padre y Marleni, pero también una punzada de inquietud que no lograba identificar del todo.El doctor sonri
Sofía sintió que se derretía en los brazos de Lukas. Su beso era apasionado, urgente, y por un momento se dejó llevar por la sensación. Sus manos se aferraron a los hombros de él, mientras sus labios se movían al unísono. Pero entonces, como un relámpago, los recuerdos de todas las veces que Lukas la había lastimado en el pasado inundaron su mente. Con un jadeo, se apartó bruscamente.—No, Lukas. No puedo hacer esto —dijo, su voz temblorosa.Lukas la miró con frustración y dolor en sus ojos. —¿Por qué no, Sofía? —preguntó con una expresión de tristeza.—Porque sé que soy solo un capricho para ti, de ese algo que nos empeñamos cuando nos lo niegan, pero cuando ceda, solo vas a estar conmigo por la novedad y ni siquiera vas a girar de nuevo a verme —pronunció sin dejar de verlo.—No será así, te lo prometo… ríndete de una vez y verás que jamás voy a renunciar a ti —expresó con sinceridad, acercándola de nuevo a su cuerpo, aunque esta vez no la besó, sino que posó su frente en la suya—
Sofía miró a Lukas, sintiendo el peso de su pregunta. Si él supiera que estaba a punto de ceder, gritarle que sí, que estaba dispuesta a intentarlo. Pero el miedo la congelaba.—Lukas, yo... —comenzó, eligiendo cuidadosamente sus palabras— Te daré la respuesta mañana cuando lleguemos a la mansión —respondió tratando de ganar tiempo.—Entonces vámonos ya, para que pronto me des la respuesta —respondió con determinación, y antes de que Sofía pudiera decir algo más, tomó su mano y la guio, abrió la habitación de sus padres—, nos vamos a la mansión.—¿No habían decidido irse mañana? ¿Por qué cambiaron de opinión? —preguntó Marleni sin entender la repentina decisión.—Porque Sofía y yo necesitamos hablar a solas y lo mejor es que vayamos allá —respondió Lukas con firmeza.Sofía miró a Lukas con una mezcla de sorpresa y nerviosismo. No esperaba que él decidiera partir tan abruptamente.—Espera, Lukas —, dijo ella, tratando de recuperar el control de la situación. —No podemos irnos así nada
La suave luz del amanecer se filtró por las cortinas cuando Sofía abrió los ojos lentamente. Por un momento se sintió desorientada, hasta que los recuerdos de la noche anterior inundaron su mente. Giró la cabeza ligeramente y se encontró con el rostro dormido de Lukas, su brazo aun rodeándola protectoramente.Un cálido sentimiento se expandió en su pecho mientras lo observaba. En ese momento de quietud, con su rostro relajado y vulnerable, Sofía pudo ver al hombre del que se había enamorado, sin las barreras y pretensiones que solía mostrar al mundo.Cuidadosamente, para no despertarlo, Sofía intentó levantarse, pero antes de poder ponerse de pie, Lukas la atrapó y la hizo caer de nuevo en la cama.—Buen día, preciosa, ¿Dónde crees que vas a huir? —preguntó, observándola con una mirada serena y amorosa.—Buenos días —respondió ella, sonriendo—, me prometiste que íbamos a montar, ¿O me mentiste? —Por supuesto te lo prometí y te lo voy a cumplir, así que vamos a levantarnos para prepa
El beso tomó a Sofía por sorpresa, pero rápidamente se derritió en él. Sus labios se movieron juntos con una pasión que rivalizaba con el calor del sol sobre ellos. El sabor a tierra y sudor se mezclaba con la dulzura de sus bocas, creando una combinación embriagadora. Cuando finalmente se separaron, ambos jadeaban ligeramente. Lukas apoyó su frente contra la de Sofía, sus ojos brillando con una mezcla de amor y deseo.—Te amo, Sofía —susurró, su voz ronca por la emoción, mientras su corazón palpitaba enloquecido—. Con todo lo que soy.Sofía sintió que su corazón se hinchaba ante esas palabras, sus miradas se encontraron y en sus ojos se reflejó esa mezcla de ternura, amor, devoción, ella sonrió, se acercó y le dio un beso rápido, mientras se levantaba y comenzaba correr, él pronto la alcanzó, y se le adelantó, subiéndose primero en la yegua y atrapándola a ella.Sofía soltó una carcajada mientras Lukas la subía a la yegua frente a él. Sus cuerpos cubiertos de barro se pegaron, envia
Lukas se detuvo un momento para admirar la belleza de Sofía, tendida sobre la cama con el cabello húmedo esparcido sobre la almohada. Su piel brillaba con las gotas de agua que aún no se habían secado, y sus ojos estaban oscurecidos por el deseo.—Eres tan hermosa —, susurró él, inclinándose para besarla suavemente. Sofía sintió que su corazón se aceleraba ante la ternura en la voz de Lukas. Levantó una mano para acariciar su mejilla, perdiéndose en la intensidad de su mirada.—Te amo, Lukas —, murmuró ella contra sus labios.Esas palabras encendieron algo dentro de Lukas. Con un gruñido bajo, profundizó el beso, su lengua explorando la boca de Sofía con pasión desenfrenada. Sus manos recorrieron el cuerpo de ella, memorizando cada espacio de ella.Sofía arqueó su espalda, presionándose contra él, ansiosa por más contacto. Sus dedos se enredaron en el cabello húmedo de Lukas, atrayéndolo más cerca. Lukas dejó un rastro de besos ardientes por su cuello, deteniéndose para succionar su