Al día siguiente Dayana despertó algo adolorida del cuerpo, por lo menos no era tanto como la primera vez pero aún así decidió no ir a la universidad, no tenía muchas clases ese día así que se quedo en cama. .....En una gran casa del otro lado de la cuidad un hombre mayor y canoso caminaba con su bastón rumbo a su estudio, tenía una cara de mal humorado durante todo el día, las canas cubrían el 70% de su cabellera, además de tener un gran bigote que también estaba lleno de canas; al llegar a su estudio se dejó caer frente al escritorio y empezó a observar los documentos frente al, varios de sus negocios iban en picada, no tenía el suficiente dinero para salvarlos y echarlos a flote esto lo llenó de molestia y rabia.El único negocio rentable y que les estaba dando frutos era el de la constructora "Estructuras BT'R" que estaba a cargo de su nieto favorito; el hombre bufo molesto, no había tenido ningún heredero varón para ayudarle en los negocios familiares, solo tuvo tres hijas de l
El resto de la semana se había ido como un suspiro, era viernes en la noche, Dayana estaba en su casa de lo más cómoda comiendo y viendo televisión, Edgar pues se había ido de antro con unos amigos, Dayana no había querido ir ya que al día siguiente iría a su casa, seria algo ridículo regresar a casa en la madrugada y a las horas ir de nuevo a ver a Edgar así que para evitar que la invitará a dormir en su casa decidió quedarse en la suya.Por otro lado Alexander no la estaba pensando nada bien, se encontraba sentado solo en la sala con un vaso de vidrio que recurrentemente llenaba con la botella de alcohol que tenía sobre la mesa de centro, se había equivocado por completo al creer que estando una última vez con Dayana lograría sacarla de su cabeza, sucedió todo lo contrario, ahora las cosas no eran como antes, ya no se estremecía al recordar su cuerpo desnudo y sus gemidos, ahora la imagen de su rostro era la que estaba presente en sus sueños, al mirar cualquier cosa de color verde l
Al día siguiente al medio día Dayana ya estaba lista para ir a casa de Edgar, se había peinado con una coleta alta, una sudadera gris, un jogger negro y tenis de bota oscuros, al salir de su departamento llamo a Tayler.— ¿Si?...— Espero que tengas todo listo, ya voy a casa de Edgar cuando llegue te mandaré un mensaje, espera unos 10 minutos para hacerlo que se vaya.— Ok, entendido.Sin más terminaron la llamada, Dayana tenía mucho sueño ya que se había dormido a altas horas de la noche por estas viendo televisión, pidió un taxi y se subió para ir rumbo a casa de Edgar.Por su parte Edgar también había llegado en la madrugada y estaba profundamente dormido, ignoraba totalmente que en su casa estaba Alexander en su habitación compartiendo la cama con Esmeralda; el teléfono de Edgar empezó a sonar eso lo hizo brincar y agarrarlo rápidamente.— ¡¿Que rayos quieres tan temprano?!— Quedamos en vernos hoy, estoy afuera de tu casa pero si no estás de humor me voy no pasa nada...— ¿¡Daya!
Por alguna razón Alexander empezó a ponerse sumamente nervioso, apesar de que Dayana lo observaba con completo desinterés y frialdad. Pensó que podía decirle que se había raspado la espalda pero esa era una escusa estupida además de que se miraría extraño si empezaba a dar explicaciones que ella no había pedido.— Alex cariño estas aqui... – Esmeralda salió de la habitación, llevaba puesta solo la camisa blanca de botones de Alexander, se quedó parada en el centro al notar que había alguien más en casa y era nada más que la chica de la fiesta.— Uy... que vergüenza no sabía que había alguien más en casa, Tu eres la amiga de Edgar ¿No? La que estaba en la fiesta— Si... yo también te recuerdo eres la chica que estropeó mi vestido cuando se sujetó de mi para no caer... ¿Que tal tu tobillo? .– Esmeralda sonrió incómoda no esperaba ese comentario tan atrevido de su parte.— Bien, ya mejor.— Me da gusto.– Dayana se puso de pie.— Yo me retiro un disculpa por importunar Edgar se fue a hacer
Dayana se puso de pie y camino de un lado a otro para intentar calmarse, Leonel estaba divertido al mirarla, ella común mente no era tan expresiva. — Leonel, Este yo... – un recuerdo llego a su memoria de repente.— ¡Todo es tu culpa! — ¿¡Mia?!Leonel se llevó la mano al pecho y se sorprendió, no podía creer el giro de la trama en donde la víctima era Dayana y ahora ella se había ido en contra de el.— Alexander encontró mi departamento gracias a que te escucho a ti decírselo a Amanda, el estaba en el restaurante en el que comimos aquel día, ¿Como es posible que no lo notamos? — ¡Estabas con el...! ¿Alexander el papá de Edgar? — ¿Conoces a algún otro? Ahora Leonel no sabía que decir, sospechó que fuera el al principio ya que Dayana no se relacionaba con ningún otro hombre, pero después recordó que lo había visto en el restaurante tomado de la mano con otra mujer, así que ahora el ya no entendía muy bien que era lo que estaba pasando.— Dayana sabes que yo no me meto en tus cosas
Edgar arrugo la frente, no podía creer lo que estaba escuchado, lo que su abuelo le estaba diciendo era que su novia venía de una familia con una fortuna mucho más grande que la familia Escalante, ya que los Escalante tenían muchísimos negocios en el país pero el le estaba diciendo que la familia de Dayana tenía empresas y negocios internacionales, la fortuna era el doble que la que poseían los Escalante por decir poco.— Edgar llegó el momento de contribuir con la familia, al mismo tiempo de forjarte un futuro próspero, en tu manos esta la oportunidad de poner el apellido de los Bethancour en alto y llevarnos a la cima quitando del trono a la familia Escalante, si quieres ser alguien grande e importante tu pase para el éxito y la buena vida es esa mujer. Edgar bajo la mirada de nuevo a la fotografía y empezó a observar con cuidado a Dayana en ella, a su lado durante meses tubo el boleto de lotería ganador y jamás se dio cuenta, una mirada llena de ambición apareció en sus ojos junto
Dayana estaba en clases pero tenía la mente perdida, esta era la segunda carrera que estaba cursando, la primera fue administración de empresas, consideró que era la más apropiada para estudiar primero por los negocios de su familia en los que desde muy pequeña ya era parte de ellos, al cumplir la mayoría de edad su madre y su padre le dieron acciones en todas sus empresas, una vez concluida esa carrera a los 21 años, empezó a estudiar arquitectura, ahora Dayana ya tenía 26 años y estaba próxima a graduarse ella era una de las pocas personas más grandes en el campus.Edgar tenía 22 años, la misma edad que su hermano Leonel, quizás la diferencia de edad era un factor muy importante entre ellos ya que para Dayana el era un hombre inmaduro y desesperante pero Leonel no era inmaduro como Edgar; pero no iba a justificar su mal comportamiento con la madures, Edgar merecía todo lo que Dayana tenía planeado contra el. Al salir de el salón de clases Edgar iba pasando por el pasillo, cuando la
Leonel se sintió pésimo al mirar como Amanda se puso triste, empezó a recapacitar a fondo sus palabras y pensó que ella tenía razón, el amaba a esa mujer por ende le daría el lugar que le corresponde dentro de su familia, si a Dayana le molestaba que Amanda fuera a su casa junto con el entonces el no volvería a poner un pie en ese lugar.— Tienes razón, haremos esa fiesta sorpresa para ella no te preocupes.— ¿Pero si ella se molesta al verme ahí y me echa? No quiero causarle problemas y arruinarle su cumpleaños.— a ella se le entró corto la voz.— No, no digas eso, Dayana no reacciona de esa manera si algo le molesta me lo dirá a mi no se irá contra ti, si le molesta no te preocupes nos iremos ambos a comer o al cine ¿Qué te parece? — Me parece bien.Amanda sonrió ampliamente y a Leonel eso le llenó de alegría el corazón, no se imaginaba que para Amanda el no significaba lo mismo; Leonel había tenido otras novias antes pero sufrían por separaciones de lo más normales, terminaban su