Tanto Dayana como Oliver se miraban fijamente de una manera muy seria, Dayana se debatía entre acceder o no, porque al final de cuentas el hombre frente a ella parecía ser un mentiroso profesional, podría tratarse de una trampa solamente. — ¿Porque te tendria que creer?Oliver se puso de pie, bajó la mirada para ver a Dayana fijamente a los ojos, no podía negar que tenían un color precioso e inusual, más sin embrago el temperamento de esa mujer era fuerte y complicado, podría ser toda una belleza pero no era alguien a quien podía tomar a la ligera, engañarla no sería fácil y tratar de enamorarla para fingir tener una relación y cobrar su dinero no era una opción le preocupaban las represalias que esa mujer fuera a tomar en su contra, por que se le notaba que no era una mujer de las que se quedan con los brazos cruzados tras ser utilizadas.Oliver a pesar de estar de espaldas se dio cuenta que alguien se acercaba, al ser un vándalo profesional desarrollo unos sentidos muy agudos que m
Dayana no podía más con el pesar que la afligia, su pecho cada vez se sentía más apretado hasta el punto de sentirse asfixiada, se dio la vuelta para marcharse pero Alexander reaccionó rápidamente, la tomó de la muñeca para evitar que ella se marchara. — Espera... ¿Que? ¿Estás hablando en serio Dayana?.– Él no podía creerlo, esperaba que tan solo se trata de una broma... una broma de muy mal gusto; Dayana se giró para quedar frente a él, mentalizandose para lo que se venía y llenándose de una fortaleza que claramente no tenía.— ¿Te parece acaso algo con lo cuál se pueda bromear? Ella estaba completamente seria, con la mirada fría e inexpresiva, su voz neutral y algo baja, Alexander se teletransporto a aquel entonces en donde apenas y se conocían, cuando ella se portaba con el de esa manera tan distante e indiferente, en ese entonces donde no eran más que un par de extraños... el interior de Alexander se llenó de pánico, no quería perderla bajo ningún motivo, no después de recordar
Los ojos de Dayana se enrrojecieron al punto de casi sacar lágrimas, ella bajó la cabeza recordando que llevaba maquillaje y el pensar que este se arruinaría si lloraba fue su motivo para evitar hacerlo, se llevó la mano a la frente apenada y sin dar crédito a lo que acababa de hacer. Alexander por su parte le observaba con seriedad y creciente dolor, siempre sospechó que ella se resistía a enamorarse por una razón y esa era porque su corazón estaba herido de una manera tan profunda que temía resultar herida. A lo largo de la vida se lidian con constantes decepciones, a pesar de sufrir uno se aventura a intentarlo de nuevo aunque se tenga miedo e incertidumbre en el interior; mirar a Dayana de esa manera lo hacia sentir devastado por el simple echo de pensar en que tanto debió sufrir por amor para que su miedo llegara hasta ese punto de impedirle intentar nuevamente. Él era consciente que llegó a causar daño a algunas mujeres cuando pidieron tener algo más con él que una simple ave
Alexander no estaba de buen humor ni tenía ánimos de nada, Esmeralda había llegado de repente y no había echo más que hablar de ella misma sobre lo que había echo en esos días, pero la mente de Alexander estaba en otro lado, a pesar de que trataba de mantener la compostura, empezó a beber muy rápido, tomando bebidas de cada mesero que pasara. — ¿Estas bien Alex? .– Esmeralda preguntó fingiendo inocencia— Si, estoy bien.— ¿Oye donde esta Dayana?Escuchar el nombre de ella fue como clavarle una estaca en el pecho, Alexander bebió más, se inclinó para terminar todo el contenido de el líquido en su copa, no le parecía suficiente necesitaba de un alcohol fuerte que le quemara la garganta para ahogar la angustia que lo afligia.— ¡Alexander! .– La madre de él llegó rápidamente a sus espaldas, de él se miraba sumamente emocionada, Alexander giró para quedar frente a ella, Esmeralda se escondió tras de él ya que quería escuchar la razón por la que madre de él estaba tan entusiasmada, no qu
Dayana no podía creer que Leonel estuviera en su departamento, se quitó las zapatillas arrojandolas a un lado y rápidamente corrió para abrazar a su hermano, quizás solo habían pasado dos días sin saber de él, pero ella lo sintió como si hubiera sido más tiempo, Leonel estaba completamente serio pero abrazo a su hermana de igual manera.— Fue todo un show para entrar... Octavio tuvo que confirmar que era tu hermano ya que no me creían los guardias. Dayana se separó de Leonel, después de lo que paso con Edgar ella notificó que si volvía a ir no lo dejaran entrar ya que no era su hermano, y como aquel chico les mintió aquella vez los guardias dudaron de la identidad de Leonel.— Oo.. bueno, es que alguien se hizo pasar por ti para entrar...— ¿Edgar? Leonel se miraba y hablaba muy apagado, sin ánimos ni energías, Dayana no había querido mencionarlo ni a él ni Amanda para evitar hacer sentir mal a su hermano, pero curiosamente Leonel parecía tranquilo.— Ee.. si él — No me pondré a ll
Alexander estaba parado en la cocina frente al estante de las bebidas alcohólicas, estaba llenándose un vaso de un fuerte whisky mientras escuchaba el montón de cosas que decía Amanda y su tía, las cuales eran más que nada amenazas sobre demandar a Edgar si no se casaba con ella, que sus padres eran los mejores abogados del estado y varios disparates. Él las observaba con atención, sus amenazas lo tenían sin cuidado no le afectaban ni en lo más mínimo, quizás el piquete de una aguja lo lograra inquietar un poco más, cuando se cansó de escuchar a amabas mujeres tomó el resto de su bebida de un sorbo y miró a Amanda quién se quedo callada de repente.— Bien... en primera no estoy escondiendo a Edgar, en segunda aparte del dinero ¿Porqué te quieres casar con Edgar? Amanda abrió mucho los ojos y volteo en otra dirección evadiendo la mirada fuerte de Alexander, su principal motivación era el dinero claro estaba pero se empezó a cuestionar en que otra razón tenía... ella se llevó la mano
La herencia que la madre de Edgar le dejó antes de morir tenía una cláusula que pedía a Alexander mantener a Edgar junto a él hasta que terminara la universidad, una vez echo eso Edgar tendia su dinero, ella quería asegurarse que su hijo estudiara y no estuviera sólo, sabía que dentro de lo que cabía Alexander no permitiría que se fuera por un camino malo, además de ser conciente que después de su partida Edgar quedaría solo, su "familia" si se le podía llamar así a esa gente, repudiaron a Edgar por ser un hijo fuera del matrimonio y posiblemente de un hombre sin riqueza cosa que los Bethancour valoraban mucho.Apesar de que la madre de Edgar y Alexander jamás llegaron a amarse con el tiempo se hicieron buenos amigos, ella le confesó a él los planes de su padre al enviarla a casarse con Alexander, él lejos de molestarse o pedirle el divorcio la mantuvo a su lado a ella y su hijo cuidando de ambos dándoles una vida tranquila haciéndoles olvidarse de la familia interesada y aprovechada
Edgar tomó la decisión que le pareció más conveniente y era casarse con Amanda, ceder un gran porcentaje de su herencia que resultó ser una empresa no le pareció la mejor idea, estaba consiente que sería para su hijo, pero al final de cuentas la que terminaría disfrutando de ello era Amanda. Después de pensarlo toda la noche no le pareció tan malo, después de todo tenía pensado casarse con Dayana sin amor así como lo estaba haciendo con Amanda, la diferencia era que Dayana tenía una enorme fortuna de la cuál pudo sacar provecho y Amanda no, aunque lo bueno de todo eso era que conjeniaba un poco más con Amanda y no tenía un carácter tan difícil y desesperante como Dayana. El timbre de su departamento empezó a sonar, Edgar se encaminó a la puerta y abrió, era Amanda quién venia con dos maletas con rueditas, él se hizo a un lado para dejarla entrar, apartir de ese día vivirían como una pareja juntos. — Tomaste la mejor decisión Edgar.— Amanda se paró en medio de la sala y lo miró sonr