AIDENEl viento sopla con fuerza, pareciera que lleva arrastrando la rabia contenida de siglos, el cielo retumba indicando que no tardará en llover, miro por la ventana a unos niños correr hacia su madre, Alany Michesran, una mujer que está encerrada debido al alto consumo de sustancias. La abrazan, su esposo la saluda y esta se muestra feliz.Es una lástima que oculte el hecho de que hace dos semanas quiso suicidarse porque nadie le quería dar una sobredosis de heroína, la mujer está mal porque no quiere hacer nada por curarse. No importa cuanto tiempo estés aquí, si no haces el mínimo esfuerzo por salir, te quedas en el mismo hoyo una y otra vez, hasta que tu miserable vida termine.Pero no es mi caso, han pasado cuatro años en los que no he parado de trabajar en mí, ahora con veintitrés años, pienso de una manera distinta, he dejado ir el amor enfermizo que tenía por Lilibeth, ahora la amo de un modo distinto, como si fuese mi alma gemela, mi hermana pequeña.Respiro hondo, agarro
KAIRA UN DÍA Y HORAS ANTESLlevo años luchando contra esto, no me he rendido, no está en mi naturaleza sabiendo que soy hija de Ricardo Cavalli, pero en estos momentos, viendo su cuerpo tendido en una cama de hospital, gravemente herido, me convierte en una niña pequeña e indefensa. Quisiera decir que todo va a salir bien y que nos vamos a levantar de este terremoto emocional como solemos hacerlo cada que nos caemos.Pero esta vez es diferente, mi padre es alcohólico, sí, hice el esfuerzo trabajando horas extras para pagarle su estancia en uno de los centros más caros de Alemania, trabajé duro dos años, luego, cuando estaban a punto de corrernos, un benefactor se hizo cargo de todos los gastos.No sé su nombre, tampoco me quisieron dar mucha información acerca del tema en cuanto quise averiguar. Hace una semana alguien atacó a mi papá y había estado inconsciente hasta ahora, el problema es que los doctores me han dicho que está muriendo, que en cualquier momento me dejará sola en est
AIDENLevi me pone al tanto en cuanto se llevan a la chica a una de las habitaciones VIP, un doctor de confianza se está encargando se ella y va a valorar si es necesario llevarla a un hospital, al parecer Ricardo Cavalli, el hombre con el que hice buena amistad, estaba metido hasta la médula en trabajos de mi padre, como la compra de peleadores clandestinos.El problema radica en que mi padre dejó una deuda pendiente con la mafia italiana, misma que piensa que Ricardo tiene que saldar, ahora estando muerto, todo el peso del delito pasa a su hija; la pelirroja que recuerdo bien cuando llegué al centro por primera vez.Se ve tan diferente, tan…—¿Me estás escuchando?La voz de Xander me saca de mi ensimismamiento.—No, lo siento.—Al parecer Ricardo Cavalli le ha pedido que viniera contigo, con la esperanza de que cuidaras de ella y la hicieras tu protegida —sigue mi primo con seriedad.—Aunque eso signifique meterse con la mafia italiana —añade Levi.Camino de un lado a otro.Intentar
AKINLos gritos y las súplicas hacen que solo aumenten mis ganas por conseguir la sangre de aquellos que me han traicionado, aquellos que se han metido con lo mío. Mis hombres traen arrastrando un cuerpo con la cabeza cubierta con una bolsa de tela negra.Desde pequeño me han enseñado que la familia es primero. Quien insulta lo paga, y lo hace con la muerte. A mis cincuenta años puedo decir que he matado, desmembrado, aniquilado a miles de personas, mujeres, niños, bebés, no importa el género o la edad.—Señor.Lanzan a mis pies al luchador por el que he pagado más de cinco millones de euros, su trabajo era sencillo, matar al contrincante y ganar el dinero para mí, lo hizo, pero el problema radica en que el muy imbécil se gastó mi dinero en las vegas, y por si fuera poco se follo a una de mis putas personales.—Puedes retirarte —chasqueo los dedos.—Enseguida señor.El tipo se marcha y el peleador tiembla como marica. Estoy rodeado de halcones, los cuales, son los mejores asesinos den
KAIRACuando despierto, me encuentro acostada en los asientos traseros de un coche, me remuevo inquieta recordando lo sucedido, Aiden no me quiere ayudar, no entiendo sus razones, así como tampoco el que papá me pidiera que confiara en él, al parecer estaba equivocado, pensé encontrar apoyo y lo único que obtuve, fue una patada en el culo.Poco a poco me incorporo, la cabeza me estalla, veo que los dos chicos que estaban en la oficina del idiota, están platicando sobre los números de las peleas.—¿Dónde estoy? —pregunto con cautela.El chico que va del lado del copiloto, de cabello caramelo y ojos avellana, me sonríe al girar.—Tranquila, te has desmayado, no es nada grave, pero debes comer.—Eso no responde a mi pregunta —frunzo el ceño.El que maneja, el de cabello oscuro y ojos azules con un parentesco con Aiden, suelta una risotada.—¡Dios, me recuerdas tanto a ella! —exclama en tono de nostalgia.—¿A quién? —enarco una ceja con incredulidad.De pronto su sonrisa se esfuma, es com
AIDENSiento que Levi y Xander están a punto de asfixiarme, hablan y hablan cuando en mi mente solo tengo una cosa, tratar de vivir sin problemas, dedicarme a las peleas, ganar dinero y seguir preparándome, tengo nuevas metas, objetivos, no quiero meterme en cosas de la mafia italiana.Pero ellos están tan aferrados, que por poco me convencen, sin embargo, lo único que quiero y puedo hacer por ella, es dejarlo en manos de la policía.—Ya dije que no —resoplo.Me encuentro sentado sobre la mesa de billar dentro de la nueva habitación de juegos que mandé hacer en mi casa.—Ricardo Cavalli trabajó para tu padre, el que mueve todo es un tal Akin Dominico, tiene un hijo que se llama Uriel, ellos son el Capo y sottocapo de la mafia… —continúa Levi.Juego con una de las bolas de billar, la muevo de un lado a otro, observo y le quedo callado.—No es mi asunto —refuto—. Ya dije que lo dejaremos en manos de la Policía.—¿Te das cuenta de que al ser un tema de tu padre, pueden involucrarte sin q
KAIRAJamás en la vida me habían tocado, nunca, tarde entendí que Akin y Uriel Dominico, son los peores monstruos que he conocido, me cuesta creer que papá tuviera trato con ellos, pero después de que me explicaran todo, siento que ahora nunca conocí a mi padre en verdad.Los párpados me pesan, el cuerpo me duele como si me hubieran metido a una trituradora, llorar no me sirve de nada, mucho menos cuando saboreo la soledad, me arrojaron a un pozo sin fondo, uno del que no creo que pueda salir nunca.Estoy acostada sobre un colchón que huele a orines, que huele a suciedad. El olor a sangre es lo que más destaca. Poco a poco abro los ojos, sintiendo un odio profundo por mi padre y por Aiden King, el hombre al que le pedí ayuda y me dio una patada en el culo argumentando que soy un puto estorbo.Me incorporo en medio de quejidos, los huesos me arden, el estómago se me revuelve y siento el ácido estomacal subir por mi garganta. Anoche intentaron violarme, me tocaron, pero no me dejé, luch
AIDENLlego a mi casa con la inquietud y la preocupación, hace cuatro años que no me sentía así, de este modo, odio esta sensación de incertidumbre, entro y voy a la cocina tomando una lata de cerveza, estoy actuando tan extraño que en cuanto menos lo veo, me acabo la cerveza, lanzo la lata al cesto de basura.Subo las escaleras chocando contra una de las chicas de servicio.—Buenas, señor —me saluda.—¿La invitada se ha ido? —pregunto con cautela.Tratando de parecer despreocupado hasta la médula. La chica niega con la cabeza, lo que me deja tranquilo y menos culpable.—¿Ha bajado a probar alimento?—Tampoco señor —responde—. De hecho, nadie la ha visto salir desde anoche, la puerta está cerrada.Lo primero que se me viene a la mente es que lo está haciendo en modo berrinche, por no querer ayudarla.—Gracias.Subo las escaleras, estoy a nada de llamar a la puerta, cuando me detengo, mi corazón se acelera y entro a mi habitación, me doy una ducha de agua fría, intentando no pensar en